Hoy Mexicana de Aviación cumple dos años, aunque decir “cumple” suena casi cruel: dos años sobreviviendo conectada al respirador del presupuesto público. La aerolínea del Estado despega poco, vuela vacío y aterriza directo en el bolsillo de los contribuyentes. Todo un logro del arte nacional de hacer mal negocio con dinero ajeno.
A dos calendarios de su pomposo relanzamiento, Mexicana transporta apenas el 13 por ciento de los pasajeros que prometió. O sea: de cada diez asientos que soñaba llenar, apenas logra subir a uno y medio, mientras los otros miran el vacío desde el AIFA, ese aeropuerto que es más meme que hub. Sus aviones —que dicen modernos, pero vuelan medio vacíos— cargan con 44 por ciento de ocupación: el mismo entusiasmo que despierta en los viajeros.
Claro, mantener viva esta oda a la burocracia cuesta lo suyo: 2 mil millones de pesos al año en subsidios, según los expertos. Una ganga si te gusta pagar por fracasos con uniforme y logotipo gubernamental. Las promesas de expansión internacional a Dallas, Houston o Miami están varadas en la pista, gracias a los vetos del Departamento de Transporte de EE.UU. y a la eterna chapuza administrativa mexicana.
Mexicana empezó haciendo lo que ninguna aerolínea haría en su sano juicio: vender boletos sin tener Certificado de Operador Aéreo. Un acto de fe… o de cinismo. Luego pidió prestados aviones a la Fuerza Aérea, alquiló otros a empresas demandantes y trató de fingir que todo era parte del plan. Hoy presume cinco Embraer, un puñado de rutas a destinos turísticos y un futuro sostenido solo por el tanque de oxígeno fiscal.
En resumen, Mexicana de Aviación sigue volando bajo, peligrosamente cerca del suelo contable. Pero no se preocupen: mientras haya presupuesto público, siempre habrá combustible para seguir arrojando dinero a las nubes.
…Y se consolidan Volaris y Viva
Mientras Mexicana, con todo el apoyo del Gobierno, no levanta el vuelo, otras aerolíneas buscan esquemas novedosos para mantenerse en el aire.
La semana pasada, Volaris y Viva anunciaron la creación del Grupo Mexicano de Aerolíneas, con el que se busca potenciar los vuelos de bajo costo en el País, generar economías de escala e incrementar la inversión para mover a más pasajeros.
Enrique Beltranena, director de Volaris, explicó a inversionistas que ambas aerolíneas tienen una elevada compatibilidad en flotas, tecnología, sistemas de reserva y proveedores, lo que permite importantes economías de escala.
Con informacion: ELNORTE/
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