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martes, 23 de diciembre de 2025

UNA «MAÑANERA y EXPLICADA con PLASTILINA»: «GOBIERNO ENGAÑABOBOS de SHEINBAUM CONVIRTIO PREGUNTA por TANTO PETROLEO ENVIADO a CUBA en CLASE de HISTORIA PRIISTA»…demostrando que único que los diferencia es el nivel de sinverguenzas.


En otro episodio de “La Mañanera Explicada con Plastilina”, la Presidenta Claudia Sheinbaum decidió convertir ayer una pregunta incómoda sobre el petróleo enviado a Cuba en una clase exprés de historia priista, con Peña Nieto incluido como invitado de honor. Porque, claro, cuando no sabes o no quieres responder cuántos barriles de oro negro regalaste, lo mejor es hablar del pasado… o de “razones humanitarias”.

Según la mandataria engañabobos, no hay nada nuevo bajo el sol tropical: los apoyos a la Isla son “históricos”, “legales” y “por amor al pueblo cubano”. Casi se esperaría que Pemex despachara los tanques con flores y una carta de fraternidad revolucionaria. 

Lo que no mencionó, por supuesto, es el detalle técnico de cuántos litros de “humanitarismo” han salido del Golfo hacia La Habana —porque el humanitarismo, parece, no se mide en números, sino en fe patriótica.

Sheinbaum, astuta, desempolvó el caso de 2013 cuando Peña Nieto condonó el 70 % de la deuda cubana con México. Un dato redondo, bonito y útil para insinuar que el PRI también lo hacía, que todos lo hacen, que, en el fondo, esto es un bonito “rito de Estado”. Así, el mensaje es claro: no pregunten cuánto petróleo se regala hoy; agradezcan que se siga la tradición.

La Presidenta, envuelta en la retórica de la soberanía y la hermandad latinoamericana, intenta vendernos el petróleo como si fuera solidaridad líquida. Pero mientras se proclama “marco legal” por aquí y “motivos humanitarios” por allá, el ciudadano sigue sin saber cuánto de su Tesoro Nacional se transforma en combustible para sostener al régimen de la dictadura cubana donde la única libertad es la del gobierno.

La política exterior mexicana, en esta versión oficial, parece más un número de prestidigitación: con una mano se prometen leyes y transparencia; con la otra, se esconde la factura bajo el tapete de la historia. Un gobierno que llama “continuidad humanitaria” a lo que huele demasiado a subsidio ideológico no engaña a todos, pero basta con que engañe a algunos. Y a esos —justamente— va dedicado el espectáculo diario.

Con informacion: ELNORTE/

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