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martes, 23 de diciembre de 2025

LOS «9,520 PIQUETES de SHEINBAUM»: «UBICAN al TAMAULIPAS HUMANISTA de AMERICO en LISTADO de ESTADOS con ROBO PERPETUO de HUACHICOL en MEXICO»…se va un año más, con menos petróleo y más agujeros.


México amaneció, un año más, con menos petróleo y más agujeros. Pemex —esa vaca flaca a la que ordeñan todos, desde los sindicatos hasta los santos del crimen organizado— registró 9.520 piquetes de ductos en el primer año del gobierno de Claudia Sheinbaum. Nueve mil quinientos veinte veces que alguien en Tamaulipas,Hidalgo, Jalisco o Guanajuato decidió que “lo público es de todos”… especialmente si se puede vender en bidones al por mayor.

La historia narrada por el diario español,El Pais, se repite como pelicula de mala calidad: Sheinbaum llegó prometiendo control y eficiencia, y los huachicoleros contestaron con ritmo industrial. Mientras el Gobierno nos jugaba el dedo dique combatiendo a las mafias del contrabando fiscal fronterizo, las bandas del robo se convirtieron en auténticas empresas extractoras, versión artesanal pero muy rentables. 

Estados Unidos las tiene ya fichadas como la segunda economía criminal más grande del país, justo debajo del narcotráfico. Nada mal para unos tipos que operan con pipas, tambos, mangueras y fe en la Santa Muerte.

En Hidalgo —el Silicon Valley del huachicol— las bandas ya operan con precisión de cirujano y anonimato de funcionario público. Solo en ese estado se registraron 2.463 ordeñas, más del doble que el tequila colectado en Jalisco, donde los ductos se volvieron un deporte extremo: piquete, huida y selfie. 

Guanajuato, el eterno tercero en discordia, completa el podio del saqueo con otro millar y medio. Entre los tres estados acumulan más de la mitad del robo nacional: el Gran Triángulo Rojo del Combustible, versión criolla del triángulo de las Bermudas, donde desaparece el petróleo y aparecen camionetas nuevas.

Tomas clandestinas por Estado

Datos acumulados entre 2014 y 2025

Tamaulipas es hoy el showroom del huachicol fiscal: aduanas, puertos, navieras, militares, empresarios y políticos jugando a “no vi nada” mientras los litros de diésel o gasolina ilegal aun cruzan como si fueran agua bendita del Río Bravo. 

Tamaulipas, autopista del combustible fantasma

Tamaulipas se consolidó como el corredor premium del huachicol fiscal: Altamira y Tampico son puertos estrella en una red que mete combustible desde Texas con papeles maquillados como “aceites reciclados” o “aditivos”. 

El truco es simple y brutalmente rentable: se compra gasolina legal en Estados Unidos, se declara otra cosa al cruzar, se evaden impuestos en México y se vende más barato, reventando al fisco y al mercado formal de combustibles. 

El huachicol que llega en barco

Aqui no fueron tambos en camioneta, son buques petroleros completos entrando por la puerta grande: casos como el Nord Supreme y el MTM Hamburg hicieron viajes repetidos Houston–Altamira/Tampico con decenas de millones de litros reportados como otros productos. 

Cada arribo es dinero puro: menos impuestos, más margen, más lubricante para la maquinaria de corrupción en puertos, aduanas y oficinas que sellan documentos sin hacer demasiadas preguntas, ni de qué huele lo que descargan. 

Marina, aduanas y la piñata del puerto

La joya reciente del escándalo: la red de huachicol fiscal operada desde puertos de Tamaulipas donde mandos de la Marina y personal aduanal cobraban por cada barco “especial”.

Se habla de pagos por alrededor de 1.75 millones de pesos por embarcación a cambio de permitir que el combustible se descargara en recintos fiscales a puerta cerrada y luego saliera en cientos de pipas, prolijamente invisibles para la ley.

Política, señalamientos y el deporte nacional de negar todo

El modelo es siempre el mismo: redes que implican a funcionarios de distintos niveles, militares, marinos,operadores económicos y figuras políticas locales, mientras los señalados repiten el mantra “no hay investigaciones en mi contra” como si eso lavara el expediente público.

El huachicol fiscal dejó rastros en campañas, en financiamientos y en estructuras de poder regional como el caso de Americo Villarreal en Tamaulipas, al grado de que en Estados Unidos ya hay denuncias que lo mencionan junto con políticos de Morena y aliados por permitir el paso de pipas y cargamentos a cambio de cuotas jugosas.

Y Pemex ?

Pemex, por su parte, sigue en modo víctima recurrente. Perdió 25.702 millones de pesos en gasolina robada, pero en los informes lo mencionan con la resignación de quien ya no sabe si está haciendo negocio o expiando pecados. Solo tapar los hoyos cuesta cientos de millones más. Pero el problema no acaba con los hoyos en el suelo: también hay hoyos en el personal, en la moral y en los despachos gubernamentales. Porque, sorpresa, Pemex reconoció desde los archivos filtrados por Guacamaya que hay “probable contaminación” de empleados —traducción: media plantilla coopera con los ladrones.

Y cómo no hacerlo, si perforar ductos en Hidalgo es casi un empleo formal. Los nombres de los huachicoleros locales —El Gabo, Don Lupe, El Cochiloco, La Marrana— suenan más a personajes de una telenovela que a criminales buscados. Algunos incluso fueron alcaldes, demostrando que en México no hay movilidad social: solo continuidad delictiva con credencial del INE.

Mientras tanto, los ductos siguen corriendo desnudos por los campos del Bajío, sin encofrado, sin vigilancia, sin vergüenza. El Cartel Jalisco Nueva Generación ya se pasea por Salamanca y Degollado como si fueran estaciones oficiales de Pemex. Al fin y al cabo, aquí los monopolios solo existen hasta que llega un cártel con mejor logística y menos papeleo.

Así que ahí están los datos: menos piquetes que el año pasado, sí, pero suficientes para llenar de gasolina el Zócalo. El huachicol bajó… pero sigue vivo, fuerte y rentable. México 2025: país en vías de perforación.

Con informacion: DIARIO ESPAÑOL/ELPAIS/PABLO FERRI/

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