Tanai Flores Guerra, exalcaldesa de MORENA en Múzquiz,estado de Coahuila , llegó al juzgado de Sabinas a “apoyar” a su extesorero investigado por corrupción, y terminó montando un performance de casi una hora encerrada en el baño de mujeres para evitar que la llevaran a una audiencia en Saltillo.
Los agentes anticorrupción tenían orden de un juez para presentarla, pero ella optó por la doctrina del “si no salgo, no existo”, atrincherándose entre azulejos y secadores de manos mientras acusaba “persecución política”.
El baño como búnker político
- Desde el sanitario convertido en “cuartel general”, Flores transmitió en redes que era víctima de intimidación y que hasta el gobernador podría estar detrás de la escena, intentando transformar un operativo judicial en thriller de conspiración.
- La puesta en escena terminó en tragicomedia: tras casi una hora, ingresaron agentes mujeres, la sacaron del improvisado búnker de porcelana y la subieron a una patrulla rumbo a Saltillo para que enfrentara al juez que intentaba evitar.
De la obra pública a la ópera bufa
- La investigación va por presunto desvío de recursos y amaño de contratos en la renta de maquinaria pesada durante su gestión de 2022 a 2024, además de acusaciones de usar programas de gobierno para beneficio personal.
- MORENA la arropa alegando ataque político al partido, mientras sus opositores hablan de saqueo; en medio del fuego cruzado, lo único claro es que la estrategia jurídica quedó reducida a “resistencia de baldosa y papel higiénico”.
Manual fallido para el corrupto en apuros
- Lecciones del episodio:
- No hay fuero de cerámica: la losa no blinda órdenes judiciales.
- Si necesitas casi una hora en el baño para “pensar tu defensa”, quizá el problema no es el juez, sino los expedientes.
Con informacion: BREITBART/

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