Pues resulta que en el Tamaulipas de Morena y Américo Villarreal,aunque lamentablemente no es la regla, sino excepción, las desapariciones también tienen final feliz, pero solo cuando el milagro lo facilita el Zeta convertido por Américo Villarreal en Comandante de Policia ,para que el crimen organizado le haga favores ocasionales al gobernador que lo impuso con ese propóZito.
Cuatro víctimas de un levantón, incluida una niña, reaparecieron por «arte de mafia»… o más bien, la mano amable del “quién Zabe quién que gobierna Nuevo Laredo”.
La autoridad, educada como pocos, prefiere no decirlo, pues es de mala educación hablar con la boca llena…de billetes: calla, se atora con las palabras y apenas alcanza a balbucear que todo se resolvió “sin dar detalles”. Sí, sin detalles, como si el silencio institucional borrara el hedor a pacto con ZETAS.
Mientras tanto, el gobernador se cuelga la medalla del orden restaurado, aunque en la misma carretera donde se los llevaron también habían liberado un alcalde.
Liberado en el contexto de otro favor de quienes fueron sus financieroZ de su campaña en 2022,la coincidencia suena más a mensaje que a accidente.
Y allá vamos TamaulipaZ,donde la mafia cura lo que el Estado enferma, el Matasanos sigue recetando impunidad, y el resto seguimos pagando la consulta sin cita previa…y si,Trump tiene razón.
Con informacion: HoyTamaulipas/

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