Un video difundido por un grupo de presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) encendió nuevamente las alertas de seguridad en Zacatecas, al contener ordene de toque de queda,amenazas directas contra la Policía Estatal a la que acusan coludida con rivales,advertencias de nuevos ataques con explosivos y hasta permiso al ejercito para transitar por carretera .
La grabación, que circuló en redes sociales, muestra a sujetos con armas largas y vestimenta táctica acusando que “Los Mayos”, grupo ligado a Ismael Zambada Sicairos, alias “El Mayito Flaco”, tiene colaboración del gobierno y tendrá consecuencias.
El video del CJNG en Zacatecas es, al mismo tiempo, un parte de guerra y un boletín oficial de un Estado paralelo que se siente con más autoridad que el gobierno para dictar horarios, señalar culpables y repartir permisos de circulación.
El “gobierno” de las cuatro letras
- El comunicado arranca como si fuera aviso municipal: “Este es un comunicado para la gente civil… Luis Moya, San Pedro, Tierra Blanca, Maravillas, Ojo Caliente y sus alrededores”, solo que no lo firma ninguna autoridad, sino un cartel que ya se asume como poder de facto sobre la región.
- A las 9 de la noche, ordenan que no haya nadie en la calle porque “se estará limpiando la zona” y “no queremos afectar gente civil”; el toque de queda no lo decreta el gobernador, lo dicta un comando armado que habla de “limpiar” como si la vida cotidiana fuera basura en el camino.
El Estado en calidad de sospechoso
El mensaje no insinúa: acusa de frente al gobierno estatal de ser brazo logístico de “los MZs”, es decir, la facción de “Los Mayos” del Cártel de Sinaloa, a la que vinculan con Ismael Zambada Sicairos, “El Mayito Flaco”. Un reclamo que se repite en Sinaloa y que la evidencia confirma.
El “comandante Luis Moya” y mandos de San Pedro y Ojo Caliente son exhibidos con nombre y domicilio: que si la familia en Fresnillo, que si los parientes en Guadalupe, como si el CJNG tuviera mejor inteligencia que cualquier fiscalía y la usara para desnudar la cercanía entre uniformados y sus rivales.
Bombas, reto y burla oficial
“Les van a seguir lloviendo bombazos”, avisa el portavoz, adjudicándose la explosión que dañó una patrulla estatal en Luis Moya y ridiculizando la versión oficial de que era una simple “prueba” de los estatales: según ellos, todo estaba calculado para que el artefacto se decomisara y tronara en Zacatecas o en el camino.
El mensaje es claro: los muertos estatales y de Sinaloa seguirán apareciendo, por más que el gobierno “oculte sus muertitos”; la masacre es presentada como consecuencia lógica de la “componenda”, no como exceso criminal, y así el cartel se coloca, cínicamente, como fiscal y verdugo a la vez.
Permiso al Ejército, veto al gobernador
Para el Ejército y la Guardia Nacional hay trato VIP: “la guerra no es contra ustedes”, pueden circular “tranquilamente por las carreteras”, sin atentados ni sobresaltos, como si el cartel otorgara salvoconductos oficiales mientras se reserva el derecho de atacar a las corporaciones bajo mando del gobierno de Zacatecas.
El contraste es brutal: al Ejército se le da permiso de paso, al gobierno estatal se le declara objetivo militar, como si las cuatro letras reescribieran de facto la cadena de mando: unos están en guerra, otros solo estorban a los negocios correctos.
El reto abierto al Estado
“Pártansela la madre con nosotros,cártel contra cártel y dejen a la gente inocente”, repite el vocero, reduciendo a la población a daño colateral administrable, mientras se autoproclaman árbitros de quién muere y quién se salva bajo su toque de queda criminal.
El cierre es firma y sentencia: “Puras cuatro letras”, dicho con la suficiencia de quien sabe que su video no solo circula en redes, sino que marca la agenda de seguridad, exhibe la complicidad que denuncian y, de paso, desnuda a un gobierno al que ya hablan, en público, como si fuera simple socio incómodo de un bando rival.
Con informacion: LA OPINION/REDES
Son bien panochones las jaliscas.
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