Un juez federal le cerró, por ahora, la puerta al “perdón VIP” de Raúl Rocha Cantú, pero el retrato de impunidad sigue colgado en la pared: un empresario cercado por expedientes y, al mismo tiempo, abrazado por la élite de Morena en cada foto de familia política.
El fallo que incomoda al club de los intocables
- Mario Jorge Melo Cardoso, juez Primero de Distrito en Materia Penal de Nuevo León, negó concederle la suspensión definitiva a Rocha Cantú contra la revocación de su calidad de testigo colaborador y del criterio de oportunidad que lo blindaba.
- El juez retomó el criterio de un Tribunal Colegiado que ya había tirado la suspensión provisional, dejando claro que el hombre fuerte de Miss Universo no es una diva intocable, sino un testigo obligado a comparecer como cualquier mortal.
Testigo que no testifica, privilegio que se evapora
- La FGR le quitó la inmunidad porque el magnate simplemente decidió no presentarse a las diligencias del 8 y 12 de diciembre, como si las citas fueran sugerencias y no órdenes legales; si no comparece, deja de ser colaborador y vuelve a ser sospechoso de tiempo completo.
- El propio fallo recuerda lo obvio pero incómodo: salvo el Presidente y unos cuantos altos funcionarios, todos tienen la obligación de acudir cuando el Ministerio Público cita, y negarle la suspensión, dice el juez, es cuestión de “interés social”, no de capricho burocrático.
El negocio del huachicol de alto pedigrí
Rocha Cantú no es un improvisado: investigaciones de la Fiscalía y de inteligencia financiera lo colocan como uno de los operadores de una red de tráfico de combustible, drogas y armas legalizadas para carteles con ayuda del ejercito a través de empresas de seguridad como fachada.
Aun así, en noviembre la FGR,cuyo titular fu premiada por la Presidenta Sheinbaum con una embajada,le regaló el criterio de oportunidad, canceló una orden de aprehensión por delincuencia organizada y lo convirtió en testigo estrella… hasta que incumplió y el nuevo mando en la Fiscalía decidió bajarlo del escenario.
El álbum de la impunidad sonriente
- Mientras los expedientes hablan de tráfico de hidrocarburos y armas, el “album familiar del traficante de huachicol” lo muestra codeándose con gobernadores, cuadros de Morena y figuras del poder que lo abrazan en bodas, foros y eventos oficiales como si fuera benefactor y no presunto delincuente.
- La resolución judicial no cae del cielo: es la consecuencia de años de tolerancia política donde el dinero abre puertas, sillas y selfies; la causalidad está en cada foto donde la clase gobernante posa al lado de quien hoy busca esquivar otra orden de captura.
Sin red de protección… al menos en el papel
- La negativa del juez deja a Rocha Cantú sin escudo judicial efectivo contra su aprehensión: puede impugnar, sí, pero mientras tanto la orden de captura por delincuencia organizada se mantiene viva y la FGR tiene luz verde para ir por él.
- En paralelo, otra suspensión le restaura momentáneamente el criterio de oportunidad, creando ese limbo jurídico tan útil para los poderosos: técnicamente perseguido, prácticamente libre, y siempre rodeado de trajes guindas que sonríen a la cámara como si nada de esto fuera con ellos.
Con informacion: ELNORTE/
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