«ALLA COOPERAN o la SUFREN»: «EE.UU ALISTA TERCERA RONDA de CAPOS RUMBO al GABACHO pero los VERDADEROS AUN estan en el ORGANIGRAMA INSTITUCIONAL…Sheinbaum se resiste,pero aceptará su lugar en la cadena de mando.

Los gobierno de México y Estados Unidos estarían negociando una tercera entrega de capos de la droga para ser trasladados a territorio estadounidense, reveló ayer jueves el diario The Wall Street Journal.

El WSJ plantea esta “tercera vuelta” como el capítulo más reciente de un intercambio donde México entrega cuerpos y Washington marca la pauta del guion de seguridad.

Núcleo de la tercera operación

• El diario describe que los gobiernos de México y Estados Unidos están negociando una nueva ronda de traslados de capos y presos de alto perfil a cárceles estadounidenses, sobre la base de las dos tandas previas (29 en febrero y 26 en agosto, en total 55). 
• Presenta estas entregas como parte de una estrategia de presión de Trump: México coopera intensificando extradiciones para evitar medidas más agresivas, como ataques con drones contra laboratorios de fentanilo o acciones unilaterales en territorio mexicano.

Contexto político y mensaje de fuerza

• El WSJ enfatiza que estas operaciones sirven a ambos liderazgos: Trump muestra mano dura frente a los cárteles y Sheinbaum intenta exhibir cooperación para contener una intervención más directa de Estados Unidos. 
• Se menciona que en México hay temor en las alturas del gobierno de que, si no se mantiene este flujo de entregas, Washington pueda escalar con medidas militares o cuasi-militares, lo que detonaría una crisis bilateral más profunda. 

Detalles operativos que subraya el WSJ

• El reporte habla de operativos altamente coordinados, con logística militar, protocolos de seguridad reforzada, rutas aéreas con escalas para recolectar a los reos y coordinación de inteligencia financiera ligada a las estructuras de los cárteles. 
• La narrativa del WSJ enmarca todo como un sistema donde los capos trasladados llegan a prisiones de máxima seguridad en Estados Unidos con un mensaje claro: “cooperas o te hundo en el sistema penitenciario estadounidense”, usando el aparato carcelario como herramienta de presión para obtener información y delaciones. 

Lo que no dice:

En el fondo, lo que se entrega no son cuerpos: es obediencia. Es la confirmación de que la soberanía mexicana cabe en una caja de transferencia aérea rumbo al norte, mientras el país se deshace en discursos patrióticos. ¿Qué hay detrás de esas listas de criminales “de alto perfil”? Nada que no huela a simulación: la narrativa de que con cada vuelo que despega del Altiplano se limpia un poco la conciencia institucional, aunque todos sepan que los verdaderos capos no aparecen en esas listas, sino en los organigramas del poder actual.

El problema no es la entrega física de reos, sino la entrega simbólica de la dignidad que tanto se dice defender en la era Sheinbaum, como antes en la de AMLO, el juego sigue siendo el mismo: fingir que doblarse no es rendirse, sino estrategia de seguridad.

Un país que teme más el zumbido de un dron estadounidense atacando objetivos en Mexico, que la voz de sus ciudadanos, es un país que ya aceptó su lugar en la cadena de mando. Y mientras los papeles se firman y los operativos se filtran, el periodismo —esa especie en extinción— sigue intentando recordar que informar también es resistir.

Porque la verdadera extradición no ocurre en los aviones rumbo a Texas, sino en la prensa domesticada en Mexico, en los funcionarios que filtran a su gusto, en los medios que repiten sin masticarlo com proezas de Batman. La pudrición institucional no necesita laboratorios de fentanilo: se cocina cada día en los despachos, en las conferencias, en el miedo a decir lo que todos saben, cada extraditado es un testimonio mas de la decadencia institucional en Mexico,donde Morena ha ocupa un lugar destacado como participe del lodazal.

Con informacion: THE WALL STREET JOURNAL/