«YA VAN 50 y…YA NO CABEN MUESCAS»: «CARTEL de SINALOA PERPETRA OTRA EJECUCION en ORGIA IMPARABLE de SANGRE VS POLICIAS y NO HAY NINGUN DETENIDO»…en ninguno de los 50 casos.

Ya van 50 y sigue la mata dando. Medio centenar de ejecuciones a plena luz del día o en la oscuridad de la noche son el guion que nunca cambia: el Cártel de Sinaloa ajusticia, la autoridad mira al techo, y el país entero traga el polvo de la impunidad como si fuera aire cotidiano en medio de mas de 13 mil soldados y policías patrullando junto con fuerzas especiales, grupos de elite,helicopteros artillados,aviones y vehiculos blindados, todo con mucha inteligencia+coordinacion.

Pero aun si y con todo eso,un comando armado atacó la noche de ayer jueves 2 de octubre a cuatro hombres en la sindicatura de Aguaruto, Culiacán: un policía estatal activo, Josué Guadalupe “N”, de 27 años, murió tras ser hospitalizado; los tres lesionados son Guadalupe “N” (jubilado y padre del fallecido), Florencio “N” (jubilado), y José Ramón “N”, de 70 años. 

Todos estaban conviviendo en una cancha de voleibol cuando sujetos armados a bordo de un Kia dispararon contra ellos y luego huyeron. Las autoridades no han localizado a los responsables.

Un dia si y otro también

El CDS actúa, se pasea, ejecuta, dispara, escapa… y el Estado se arrastra, responde con discursos huecos y comunicados penosos. El patrón se repite como si fuera fórmula probada: bala, cadáver, huida, silencio oficial. Y mientras tanto, los jefes políticos que criaron los cuervos y ya tienen muchos,mueven hilos, adquieren patrullas,blindan camionetas y murmuran que “ya se investiga”. Investigaciones de saliva, lo único abundante en las conferencias de prensa y la visita esporadica de los doctores chafas.

Cincuenta asesinatos selectivos de agentes y ni la sombra de justicia. ¿Cuántos más necesitan para admitir que el poder ya se cedió, que el monopolio de la violencia legítima se derrumbó y que hoy manda la metralla? Porque si la cifra no provoca un terremoto institucional, ¿qué demonios lo hará?

La sangre fresca sigue contando historias que ningún fiscal se atreve a leer. México colecciona casquillos como otros coleccionan estampillas, mientras los narcos escriben la historia a punta de plomo y deciden la agenda de inseguridad diaria, el gobierno con sus rodillas firmemente pegadas al suelo, asiente con el silencio.

Con informacion: NOROESTE/