Mis niños y niñas, tenemos que ser testigos de tremendas tragedias como las de Veracruz, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro, para ver de qué ínfimo tamaño es el gobierno de la cuarta desmadración.
El sufrimiento de las familias, la pérdida de vidas y propiedades, la impotencia, la desesperación, son el triste marco de una autoridad que no sirve ni para prevenir,ni para proteger, ni para contener, ni para ayudar a quienes se los lleva la desgracia.
Hasta parece, oigan ustedes, hasta parece que este régimen solamente está altamente calificado para robar, mentir, traicionar y estar chingando.
Son lluvias atípicas, claman, nunca había llovido tanto, reclaman. Es de que el río Cazones se desbordó ligeramente, rebusnaban. Es de que científicamente no se contaba con la información de lo que se venía.
Carajo, no importa que sea 2025, ya existan satélites, tecnología para rastrear en tiempo real a las corrientes marinas, la velocidad de los vientos, su dirección o los mapas de precipitación donde se puede calibrar las posibilidades de una tragedia en formación o en el mejor de los casos un pinche sustote que finalmente se desvió o se desinfló.
Un gobierno de verdad se prepara para los dos casos, para la tragedia que finalmente llegó o para la tragedia que pudo ser. Subrayo, perdón, subrayo lo de gobierno de verdad porque ya debiera quedarnos claro que esta 4T no es un gobierno, es una pinche pandilla empoderada tras aniquilar a la República.
Lo que vimos en la inundada Posa Rica fue el segundo piso de lo que vimos con Otis en Acapulco, la misma falta de previsión, la misma indiferencia, el mismo manoseo electoral, el mismo desastre oficial.
La única diferencia entre Acapulco y Posa Rica fue que el vejete Pansón se atascó rodeado de ineptos en un lodazal y Claudia rodeada de ineptos similares se quedó atascada en su propio discurso ante la población desesperada.
Lo demás que hemos visto viene en el guión de la pandilla poderosa, las despensas guindas, las conchonetas guindas, las cajas de vivieres guindas, los chalecos guindas, harto photoshop del corrientito para lucir, aunque sea de a mentis, la preocupación y el compromiso de esta señora que interpreta el papel de la presidenta.
No habrá un fondo para desastres, no habrá un plan para contener ni ríos ni presas, no habrá un plan de reconstrucción institucional, nadie le va a mover una coma al programa nacional del caos que desbarata al país con todo éxito.
Habrá 20 mil pesos para cada familia damnificada, 25, 30 y la garantía de que seguirán recibiendo sus cheques del bienestar para que nunca se les olvide por quién seguir votando y hasta la próxima elección o hasta la próxima tragedia, al cabo que en nuestro país las dos cosas son la misma chingadera. ¡Órale!
Con informacion: LATINUS/BROZO

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