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domingo, 26 de octubre de 2025

«GOBIERNO ALCAHUETE»: «SHEINBAUM DISFRAZA ENVIO de PETROLEO a la DICTADURA CUBANA con VALOR de MAS de 3 MIL MILLONES de DOLARES»…un régimen que encarcela disidentes, reprime protestas, limita libertades.


Qué vergüenza la metamorfosis paternalista que está protagonizando el gobierno mexicano a cargo de Claudia Sheinbaum, presentándose como benefactor altruista mientras celebra un negocio que, en la práctica, alimenta a una dictadura. 

Según el informe de Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad(MCCI), el gobierno de Claudia Sheinbaum ha enviado a Cuba combustible por valor de más de 3 000 millones de dólares entre mayo y agosto de 2025. Lo han disfrazado de “iniciativa humanitaria”, pero hagamos cuentas.

Violación de sanciones, falta de transparencia y sumisión diplomática

  • Primero, recordemos que existe un embargo económico integral de Cuba por parte de Estados Unidos que prohíbe transacciones comerciales – importaciones, exportaciones, servicios financieros – con la isla salvo excepciones muy puntuales y debidamente autorizadas. 
  • Segundo, el informe de Breitbart señala que México habría utilizado un barco sancionado por el Departamento del Tesoro de EE.UU., el “Sandino”, para transportar el combustible desde Veracruz a Cuba. 
  • Tercero, la empresa privada señalada, Gasolinas Bienestar S.A. de C.V., aparentemente creada para este fin, aparece con pérdidas que coinciden exactamente con los montos enviados. Esto huele a maquila de favores internacionales, no a “solidaridad”. 
  • Cuarto, el discurso: “Ayuda humanitaria porque tenemos sobreproducción”, cuando la madre patria petrolera, Petróleos Mexicanos (Pemex), históricamente ha sido deficitaria y dependiente de importaciones. Es un cuento chino para justificar lo injustificable. 
  • Quinto, el papel de México no es de país soberano que actúa por convicción balanceada: es de vasallo diplomático que hace el trabajo sucio para un régimen que oprime y controla, usando la excusa de ayuda para disfrazar una intervención económica.

¿Paternalismo o sumisión?

México está actuando como si decidiera por Cuba qué debe recibir y de dónde. Un Estado soberano, una dictadura que —seamos claros— encarcela disidentes, reprime protestas, limita libertades. Y aun así, ahí está México permitiendo que su combustible y sus recursos fluyan hacia ese sistema, como buen padrino complaciente.

Si el discurso fuera real: “Vamos a apoyar a la población cubana bajo miseria energética”, primero exigirías transparencia total de dónde va ese combustible, quién lo distribuye, quién lo administra, qué garantía hay de que llegue al pueblo y no al aparato de represión. Pero no: se ocultan datos, se utilizan empresas ad hoc, y el Estado mexicano se pone de perfil diciendo “sí, nosotros ayudamos”.

Eso no es solidaridad: es complicidad. México no está haciendo una operación de ayuda humanitaria. Está participando en el engranaje económico de una dictadura, y lo hace bajo la máscara del altruismo.

Violación del embargo (al menos moralmente, si no legalmente)

Aunque el embargo de EE.UU. no aplica directamente para México (al menos oficialmente no del mismo modo que para empresas bajo jurisdicción estadounidense), la política internacional dicta que cuando un país facilita eludir sanciones —o al menos actúa en esa zona gris— está participando en la erosión de un régimen de restricciones que se supone diseñado para presionar a gobiernos autoritarios. La información del barco sancionado lo pone en evidencia: si un barco está en la lista negra del Tesoro de EE.UU. y se usa para transportar petróleo hacia Cuba, y México lo deja salir de Veracruz… estamos hablando de un acto que raya en la impunidad diplomática y técnica. Tal comportamiento requiere explicaciones serias, no eufemismos sobre “solidaridad latinoamericana”.

Exijo claridad y rendición de cuentas

Queremos ver:

  1. Un desglose público de cuántos litros de combustible se enviaron, a qué precio, con qué intermediarios, y qué porcentaje llegó efectivamente al consumo civil cubano en vez de al aparato militar-policial.
  2. Un informe de auditoría internacional independiente para verificar que los recursos no estén siendo desviados o cooptados por el régimen cubano.
  3. Que México, en vez de actuar como comandante del padrinazgo, reconozca que entregar combustible a una dictadura es una decisión política grave y no solo un acto de caridad: que sea debatida, votada, con transparencia parlamentaria.
  4. Que se garantice que la ayuda humanitaria no se presta como instrumento geopolítico o como intercambio simbólico para ganar favores diplomáticos.

En resumen: el gobierno mexicano ha trocado la dignidad de la relaciones internacionales por un papel de padrino complaciente ante una dictadura que representa justamente lo contrario de los valores de libertad, apertura y rendición de cuentas que dices defender. El embargo a Cuba existe por razones que van más allá de la ideología: busca provocar que aquel sistema autoritario tenga costos reales por el daño que hace a su pueblo. México parece haber decidido ignorar ese principio para jugar a la “solidaridad” mientras entrega combustible por miles de millones de dólares sin que nadie explique bien el circuito. No es un gesto noble. Es un negocio político diplomático con los pobres como excusa.

Con informacion: BREITBART/ MCCI/

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