Un chofer de transporte de personal fue herido a balazos, en Salinas Victoria, y un compañero lo llevo al Campo Militar,pero la forma en que allanaron las instalaciones castrense los puso en riego, pues asustados y temiendo que los perseguían, los conductores se metieron con todo y camión a las instalaciones de la Séptima Zona Militar en busca de auxilio.
Los soldados que podrian haber disparado presumiendo que podría tratarse de un atentado, en vez de eso rodearon el camión luego de advertir la forma violenta en que entró.Sin embargo, el chofer de la unidad les informó que llevaba a su compañero herido, los militares les dieron el auxilio.
Los hechos fueron reportados ayer lunes alrededor de las 16:50 horas en las instalaciones del Ejército, en la Carretera a Salinas Victoria, en Apodaca.
El chofer lesionado fue identificado como Leonardo Gómez, de quien no se especificó cuántas heridas presentaba y en qué partes.
El personal militar refirió que el camión entró sin hacer alto y se detuvo metros adelante, ya dentro del Campo.
Ante los soldados, el chofer del camión refirió que su amigo fue baleado en la Colonia Valle del Norte, ubicada a un lado del Penal de Apodaca.
Narró que de acuerdo con el lesionado, quien también es chofer de transporte, fue atacado a balazos frente a una Farmacia Guadalajara, que está por la Avenida Valle del Norte.
Delincuentes de una camioneta Suburban blanca lo atacaron a tiros y herido, subió al camión de transporte de personal para que lo llevara en busca de auxilio.
Gómez recibió los primeros auxilios por parte de elementos y lo trasladaron a un hospital para una atención más especializada.
Que nos dice entre lineas este suceso de violencia:
1. Descomposición del entorno social y despliegue del miedo
El relato retrata una cotidianeidad alterada por la violencia: un chofer que lleva trabajadores termina baleado y su compañero, en el pánico, irrumpe en un campo militar. Se sugiere que el miedo colectivo es ya parte del paisaje urbano, donde la reacción inmediata ante un ataque no es llamar a la policía, sino buscar refugio en instalaciones militares, asumiendo que son los únicos espacios de posible protección.
2. Desconfianza en las autoridades civiles
En ningún momento se menciona la presencia o reacción de fuerzas policiales municipales o estatales. Este silencio narrativo funciona como una elipsis de responsabilidad: el Ejército aparece como el último recurso, lo que implica una pérdida de confianza en la capacidad de las autoridades locales para garantizar seguridad o responder ante una emergencia.
El gesto de “meterse al Campo Militar” y el hecho de que los soldados actúen con mesura al no disparar,es en suma encomiable.
3. Ambigüedad sobre el crimen y sus móviles
El hecho de que “no se establezca el móvil del ataque” y se destaque la zona (junto al penal de Apodaca, una ubicación cargada de antecedentes criminales) sugiere un trasfondo ligado al crimen organizado.
Con información: ELNORTE/
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