"GANAN TERRENO MAYITOS ?...ESA es la IDEA ?": "41 MUERTOS en 6 DIAS de PLOMO,SANGRE,FUEGO,LEVANTADOS y ROBOS EXHIBEN la ESTRATEGIA HARFUCH"...tal vez el problema no es la falta de estrategia, sino el exceso de autoengaño.

Por más que el estratega repita que “están debilitados”, que “los homicidios van a la baja” y que “todo está bajo control”, la realidad sigue soltando ráfagas en la cara: 41 muertos en seis días. Seis. Ni una semana completa. En Sinaloa, la sangre corre más rápido que los comunicados del Gabinete de Seguridad.

El nuevo parte de guerra comenzó con la ejecución de Luis Ezequiel Rubio Rodríguez, “El Morral”, ese operador de “Los Chapitos” que hacía puente entre sicarios y jefes de plaza. Lo mataron y con él se encendió la mecha que Harfuch insiste en describir como “conflictos aislados”. Qué curioso: en su diccionario, la violencia es siempre episódica, nunca estructural.

Entre los detenidos, aparecen los usuales sospechosos: José Manuel Álvarez García, “Mono Canelo”, y Juan Carlos Dorantes Meza, “Chango”, dos viejos conocidos del sistema penal, que entran y salen como si las puertas giratorias de la justicia mexicana tuvieran lubricante de oro. Detenidos hoy, liberados mañana, rearmados el fin de semana.

Del 20 al 25 de octubre, la bitácora del horror dejó marcas en Culiacán, Navolato y Eldorado. Hombres baleados, enfrentamientos, un pasajero de camión alcanzado por una ráfaga perdida. Cómo no pensar que el país se ha convertido en un campo de tiro donde la casualidad es la principal arma.

Y mientras tanto, el discurso oficial sigue en modo automático: “se debilitan las estructuras criminales”, “hay un control territorial”, “va a la baja la incidencia”. ¿De veras, Harfuch? ¿Con 41 cuerpos en media semana? Tal vez el problema no es la falta de estrategia, sino el exceso de autoengaño.

Porque cada operativo mediático, cada conferencia con gráficas de PowerPoint, cada detención del “objetivo prioritario”, parece ser apenas una pausa entre balaceras. Matan a “El Morral” y se reactiva la guerra interna. Caen “Mono Canelo” y “Chango” y, dos notas después, vuelven a la calle. México entero convertido en loop criminal.

La pregunta no es si los cárteles están debilitados —ya sabemos que mutan más rápido que los discursos políticos— sino si el Estado tiene alguna noción real de lo que está haciendo. Y en ese espejo, Harfuch no debería ver un estratega, sino un vocero de la negación nacional.

Así que, de nuevo, sin eufemismos ni cifras maquilladas:
¿Y ahora qué hacemos, Harfuch?
Porque las calles de Sinaloa siguen respondiendote… con 41 razones mas para dudar.

Con informacion: ELNORTE/