Bien dice la sabia popular, que lo que no lo descubre el água lo hace el tiempo y todo indica que en Matamoros de filiación Morena,donde gobierna Alberto Granados,pero manda el Cartel del Golfo, los uniformes se planchan con cuidado… para que no se noten las manchas del pasado.
Y es que el flamante jefe de Tránsito, José Luis García Castillo, nombrado en octubre de 2024 por el alcalde cuyo corazón ya se sabe que late «Escorpión» como el del gobernador Americo Villarreal, acaba de salir en los radares de las redes sociales y no por sus hazañas viales, sino por su presunto historial como ex jefe de plaza en Ciudad Victoria al servicio del Cártel del Golfo.
Nada menos que de la facción de los Escorpiones que ahora responde a las órdenes de Alfredo Cárdenas, alias “El Contador”,como también lo hacia el actual jefe de prensa de «Beto Granados», identificado tambien como miembro de la estructura criminal de alta jerarquía del CDG y que «causalmente mas que casualmente» ,aparece juntos, tanto Obiel Rodriguez Almaraz,como García Castillo,en una imagen de 2020.
Mientras los matamorenses esquivan baches, parece que el verdadero hoyo está en las oficinas del Tránsito. El nombramiento de García Castillo no solo deja sospechas, las confirma , el ayuntamiento se convirtió en sucursal del “CDG S.A. de C.V.” y los chalecos reflejantes sirven como otro recurso mas del CDG para vigilar ciudadanos y al gobierno.
Y si alguien cree que esto es solo chisme de café, vale recordar que hace meses aqui mismo revelamos y expusimos al sistema de “alerta temprana” del Cártel del Golfo en Matamoros —una red de halcones y patrullas oficiales compradas con dinero de “El Contador”—que sigue funcionando como reloj suizo, con señales encriptadas y sirenas sincronizadas. Si eso es “coordinación institucional”, que alguien avise a la Sedena y los «policías inteligentes» de Omar García Harfuch.
Lo que se cocina ahora entre bambalinas es espeso: mientras en las conferencias matutinas del municipio se presumen operativos viales, en las esquinas se murmura que los conos naranjas también sirven como antenas del narcomando local.
Autopsia de un currículum “de ley”
Dicen que los papeles aguantan todo, y el CV de José Luis García Castillo no es la excepción. En la primera línea ya se autoproclama un producto de la educación tamaulipeca: Primaria Revolución Mexicana, Secundaria Ruiz Cortines y Prepa Torres Bodet. Un recorrido escolar tan clásico que casi huele a polvo de gis y sello de dirección.
Pero el verdadero show arranca en el apartado laboral. Desde 1994 hasta 2000 sirvió como policía rural en Ciudad Victoria —ese cuerpo que sobrevivió a base de botas rotas y silencios convenientes—, y luego, con promoción celestial (o infernal, según se mire), sube a agente de la Policía Ministerial del Estado. No fue cualquier chambita: anduvo rebotando de Soto la Marina a Madero, de Altamira a Laredo y de regreso en Matamoros, la mayoría puntos candentes del Cártel del Golfo. Si eso no es movilidad laboral, ¿qué lo es?
Durante sus años ministeriales (2000 a 2014) coleccionó adscripciones como quien junta medallas en una guerra donde nunca combatia. Luego vino un giro elegante: asesor jurídico en una notaría de Matamoros de esos que estan al servicio del CDG.
Entonces que nadie se sorprenda porque esta jodido Tamaulipas, un gobernador que abraza y cena con lugartenientes en Reynosa y que le recibe votos manchados de sangre a sus rivales de Matamoros.
El título universitario de García Castillo, de la Universidad de Matamoros, suena a redención académica tardía: estudió entre 2008 y 2011, se tituló en 2013, y la SEP le dio su cédula en 2015,en apariencia todo muy legal, tanto que no aguanta una esculcada.El toque irónico lo pone su formación extra en un curso en la University of Texas at Brownsville sobre robo de autos e identificación de…títulos falsos.
En resumen, García Castillo presume un pasado “institucional”, pero leído entre líneas, parece más bien un catálogo de las geografías donde el Cártel del Golfo sembró estructura: Victoria, Madero, Matamoros, y Altamira a excepción de Laredo. Lo curioso es que ahora, con placa de Tránsito, puede detener a cualquiera que al Contador y los Escorpiones les parezca sospechoso… aunque ya no pueda detener su propio expediente.
La pregunta es directa: de quien fue la idea de permitir que un operador del CDG terminara con placas oficiales y sirena del Estado?…de Americo Villarreal o «Beto» Granados,seguramente de los dos.
En Matamoros, parece que el tráfico no solo se controla… también se pacta.
Con informacion: @Redes/Medios/

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