Mientras en Sinaloa se desata una auténtica matanza a plena luz del día —con 2,236 homicidios dolosos, más de 2,150 personas privadas arbitrariamente de su libertad y casi 8,000 vehículos robados en poco más de un año—, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, sigue embadurnando la escena con su acostumbrada retórica política de campaña.
En lugar de enfrentarse a la cruel realidad que acecha a Sinaloa, García Harfuch sale a la palestra para decirnos que la entidad es una “prioridad” incuestionable para la presidenta Claudia Sheinbaum y que, ojo, están trabajando “en el fortalecimiento de las instituciones de seguridad locales” y desplegando “más tropas, personal y células de investigación”. Promesas que suenan más a mantra de campaña que a soluciones reales.
Mientras tanto, la sangre corre por las calles de Culiacán, donde apenas en los últimos días se contabilizaron asesinatos en colonias como Esthela Ortiz y Felipe Ángeles, además de violentos enfrentamientos y detenciones que parecen más efectos colaterales de una guerra sin fin que el fruto de una estrategia de seguridad eficaz.
Lo más irónico es que, según García Harfuch, la violencia está “en descenso”, subrayando cifras que muestran números bajos para algunos días específicos ,usando dolosamente la temporalidad selectiva como si eso calmara el pandemonio diario.
Pero los datos duros no mienten: el promedio real ronda los 7.6 asesinatos diarios en el estado, y el robo de autos se traduce en casi 19 vehículos sustraídos cada día. Esa no es la paz que promete, es un baño de sangre maquillado con retórica gobernante.
El porque del titulo
«FUE una SEMANA MATONA»: «HARFUCH INSISTE en DISMINUCION de HOMICIDIOS pero NO le HAN NOTIFICADO al CDS y CULIACAN esta a PUNTO de CONVERTIRSE en una de las 5 CIUDADES MAS PELIGROSAS del MUNDO»…mas de 1 año de guerra y contando es F R A C A S O, aqui y en China.
Este titular es casi un ejercicio de sentido común: mientras el Secretario García Harfuch se planta ante los medios con un discurso de éxito y cifras maquilladas –presumiendo una supuesta “reducción de homicidios del 42%”–, la realidad le revienta la burbuja cada día que amanece con una nueva balacera, cuerpos arrojados en colonias de Culiacán y estadísticas que sólo suben y suben.
En Sinaloa, sumar homicidios ya es rutina: sólo entre enero y septiembre de 2025 hubo 1,302 asesinatos (un aumento del 170% frente al año anterior), y el estado se trepó al cuarto lugar nacional en homicidios,como cita ANIMAL POLITICO y se perfila para ser una de las MAS VIOLENTAS del MUNDO.
Eso sí, la aritmética oficial compara meses “favorables” para ocultar la guerra interna del Cártel de Sinaloa, cuyas dos facciones han dejado a la sociedad completamente sitiada, con más de dos mil 236 muertos y miles de desplazamientos forzados.
Pero lo más surrealista: a más de un año del estallido entre “Los Chapitos” y “Los Mayos”, ni el aumento del despliegue militar ni las visitas relámpago de funcionarios han logrado que el narco de Sinaloa reciba la notificación de que la violencia “ya va para abajo”. Cada semana la matanza sube y la retórica política sigue igual de fija, como si los sicarios leyeran los diarios oficiales.
Si después de una guerra que no cesa, con cifras de muertos dignas de conflicto internacional y promesas que no superan el discurso, esto no es un “fracaso rotundo”, aquí y en China, no existe otra palabra que le haga justicia a la situación.
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