"VERDAD HISTORICA o HISTRIONICA ?": EX-SECRETARIO de MARINA de MALOS OFICIOS tambien JUGÓ PAPEL OSCURO en el CASO AYOTZINAPA"...hasta un compadre del CDV anda metido.

Esta información revela que el ex-mando de la Marina, el almirante Rafael Ojeda Durán, jugó un papel mucho más oscuro y protagónico en la manipulación de la investigación del caso Ayotzinapa de lo que el discurso oficial ha querido reconocer.

Participación activa, no pasiva

Lejos de ser un simple espectador que “daba seguridad perimetral”, los documentos de la CoVAJ muestran que bajo su mando, buzos de la Marina manipularon directamente el escenario del crimen en el basurero de Cocula: desde transportar bolsas, prender fogatas y alterar pruebas, hasta sembrar restos humanos que después servirían para construir la “verdad histórica” que tanto se ha intentado vender.

Fabricación de la “verdad histórica”

El reporte es impúdico: la Marina, Procuraduría y Agencia de Investigación Criminal trabajaron juntos para modificar el basurero y el río San Juan días antes de que “encontraran” la bolsa con los restos del normalista Alexander Mora Venancio. Encima, hay evidencia en video de marinos alterando la escena y el clásico modus operandi de las autoridades mexicanas: sembrar pruebas para cerrar el caso.

Marina bajo la lupa y encubrimientos oficiales

Ni la respuesta posterior de la Secretaría de Marina ni las afirmaciones del presidente López Obrador logran limpiar el expediente: los marinos hicieron mucho más que “cuidar el perímetro”. Hubo torturas, detenciones secretas y operaciones encubiertas—todo bajo la jerarquía de Ojeda Durán, quien después fue premiado con la Secretaría de Marina en el gobierno de AMLO.

¿Qué significa esto?

Para ser irreverente: el relato oficial queda hecho trizas. Ojeda Durán fue arquitecto de una versión oficial que hoy se exhibe como fraudulenta, y en vez de enfrentarlo, las más altas esferas del poder prefirieron protegerlo y absolverlo. La Marina, lejos de ser garante de justicia, se muestra como cómplice directo en la desaparición de los estudiantes, la alteración de evidencias y el encubrimiento sistemático, todo dentro del aparato estatal y bajo la fachada de la “verdad histórica”.

Esta historia muestra que el ex-mando de la Marina no sólo estuvo presente, fue protagonista de una operación para manipular la memoria y la justicia. Y aunque el poder político siga protegiendo a sus altos mandos, la verdad termina por abrirse paso, aunque incomode y tambalee las instituciones que deberían proteger a los ciudadanos.

Con informacion: PROCESO/