La version estenográfica de reportaje de TV Azteca retrata el escándalo del “huachicol fiscal” como una verdadera orgía de corrupción donde el gobierno morenista y su séquito que incluye a las Fuerzas Armadas, se aliaron con el crimen organizado para desangrar las arcas nacionales, convirtiéndose en los principales socios y traficantes de combustible, saqueando sin pudor el dinero público en beneficio de gobernadores y demás fauna política.
Un robo monumental y sin castigo
Se le describe como “el robo más grande de la historia de México”, el más impune y lucrativo: una operación criminal —planeada, ejecutada y protegida “desde el poder”— donde funcionarios, políticos y delincuentes se llevaron un botín descomunal mientras el fisco dejaba de recibir unos 180 mil millones de pesos cada año, resultando en un boquete fiscal de cerca de 600 mil millones de pesos desde 2022. La Procuradora Fiscal reconoce la magnitud y la lentitud criminal de las investigaciones: apenas 16 mil millones querellados sobre los 600 mil reportados.
Gobierno como orquesta del saqueo
El reportaje denuncia que el contrabando de combustible se volvió la principal fuente de ingresos para políticos y burócratas de alto rango, sólo superada, en el mundo criminal, por el propio narcotráfico. El saqueo no solo fue tolerado: se asegura que el presidente —aunque no firme— autoriza, tolera y permite estas tranzas, que son el sello de una administración entregada al abuso y la impunidad de su “animalero político”.
Un crimen con sello presidencial
La brutalidad del escándalo reside en la normalización de la corrupción: cada transa lleva el “visto bueno” del presidente, que orquesta sin pudor ni vergüenza esta sangría saqueando el país. No fue solo complicidad, fue una criminal sociedad entre el poder y el crimen, en una “orgia de impunidad” que hará historia como uno de los saqueos más salvajes del México moderno.
Con informacion: TVAZTECA/@Redes/
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