México tiene ese raro talento para repetir recetas que ya nos intoxicaron. El menú de este sexenio promete “orden y eficacia”, pero la cocina huele sospechosamente a lo mismo: un nuevo chef con apellido García y la misma cucharota del poder centralizado. El país se sienta a la mesa con la esperanza de un platillo distinto, pero en cuanto el cocinero afila sus cuchillos, el comensal empieza a sospechar: ¿no hemos probado ya este guiso?
Porque si alguna lección dejó Genaro García Luna y Felipe Calderon con el mismo ejercito, fue que la cocina del poder, cuando se cierra y acumula el fuego en una sola parrilla, termina con los ingredientes quemados y el pueblo indigesto. Ahora, entre los aplausos y los flashes, se vuelve a servir el mismo estilo: “orden primero, transparencia después”. Y claro, con la receta secreta guardada bajo llave.
Harfuch asciende mediaticamente con el aura inflada del policía eficaz , del estratega técnico, el hombre que “pone en orden la casa,pero lo hace con los reductos de la vieja policia federal que fue parte del desorden.
Pero entonces habrá que preguntar: ¿orden para quién y a costa de qué? Porque detrás de cada mano firme, de cada mano dura,hay una sombra que crece, saldo de un combate selectivo, mas de una caprpeta que no se investiga si son protegidos del gobierno,expedientes que no se abren y una élite conminada a aplaudir mientras el resto se empacha. El déjà vu está servido, y México, como siempre, lo vuelve a prubar con resignado apetito,aunque sabe que no le gusta porque ya sabe a que sabemos violencia, mas muerte y mas levanton,como con Calderon,pero sin que el tenga la culpa.
El Fracaso es mas probable con una Fórmula Repetida
El escepticismo no es gratuito, porque aqui el optimista resulta ser un pesimista, solo que esta mal informado. Cuando se repiten errores del pasado como el poder centralizado,es mas una invitación al derrumbe que al triunfo, destacando una receta probada como mala , el control absoluto en manos de otro García,tambien conlleva fallar absolutamente ,no se debe soslayar que el que hoy los combatir,en el pasado se «dejaba querer».
El déjà vu del poder en un solo hombre: buena en teoría, tóxica en la práctica. Si la fórmula falló una vez, esta segunda ronda no salva la mesa, solo la quiebra. Porque «Si algo puede salir mal, saldrá mal»,como citan las leyes empíricas de Murphy.
No por nada llevamos mas de 720 mil muertos,siempre esperando un resultado distinto, pero siempre haciendo lo mismo.
Con informacion: DIARIO ESPAÑOL/ELPAIS/PABLO FERRI/

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