7 sujetos abatidos en Villa García, Zacatecas, en un enfrentamiento con fuerzas estatales en los limites con Jalisco,no entraran en los registros de homicidios de la cuenta de la matazon de cada dia. Porque, según la contabilidad oficial, si los mata el Estado, no murieron: “abatidos”, “neutralizados”, “sin registro”. La palabra mata las cifras mejor que las balas.
La escena fue típica del México que dice el optimismo mal informado, se esta pacificando”: un convoy estatal que patrulla, un topon con cara de emboscada en zona rural, ráfagas que hacen que los vecinos se tiren al suelo y graben lo que los partes oficiales después limpiarán con eufemismos. Siete cuerpos tirados y un agente herido. Pero en la retórica de la federación —esa que presume que la guerra no existe—, nadie murió para las hojas del excel o el .PDF cuentero.
Porque admitir mas muertos sería admitir que la matazon nacional no disminuyó y…no ha disminuido, basta con voltear a ver las cifras: Ya son mas de 31 mil asesinados y contando.
Asi que la paz no es más que una cortina de números arreglados en gráficas mañaneras en medio del tableteo de metralletas pero con exceso de cinismo político.
La muerte como cancelación del castigo
¿Quién necesita juicios si la sentencia sale del fusil? Los “agresores” no tuvieron derecho ni a nombre. La muerte, en este modelo, no es castigo: es la cancelación del castigo, aunque despierte simpatías.
Mientras tanto, las mesas de “construcción de paz” siguen construyendo discursos, no realidad. Zacatecas, Nuevo León o Tamaulipas: todo es laboratorio de la estadística conveniente. En la superficie, la violencia baja; en el suelo, los casquillos se amontonan. Pero claro, los muertos no se quejan, y los gobiernos no los cuentan, eso dicen las cifras diarias del conteo de muertos que ya aceptan sin vergüenza en N.L.
Con informacion: ELNORTE/

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