En Tamaulipas, la “guerra contra el narco,el crimen organizado” no se libra: se escenifica. Se trata de un teatro prolongado donde los únicos que terminan esposados son los extras: los pobres, los viejos, los adictos, los que sobran. Esta semana, la Guardia Estatal de Don Americo Villarreal, gobernador de morena que abraza a lugartenientes del Cartel del Golfo, presumió como “golpe al narcomenudeo” la detención de una mujer de 64 años en Reynosa, casi como si hubieran desmontado un cártel armado hasta los dientes. Pero no: era una sexagenaria con unas cuantas dosis, carne de cañón del modelo policial que confunde debilidad con culpabilidad.
Mientras tanto, los verdaderos operadores del crimen, los que mandan sicarios desde guaridas en las Brechas del Becerro o residencias en la ciudad con aliados en despachos oficiales, siguen siendo intocables.
No se les allana la casa, no se les sube a una patrulla con esposas de «Smith and Wesson» niqueladas de 28.99 dolares.. Esos cenan con el gobernador,financian candidaturas, se exhiben con la presidenta o el lider de la CATEM y les consiguen votos, muchos votos.
Asi lo dijo el empresario Gabriel Hernandez,quien luego de ser levantado y extorsionado acuso con nombres y apodos a quienes predijo, lo iban a matar y…pues lo mataron, claro esta,despues de retirarle la escolta.
La policía, fiel a su guion, cumple su cuota con los eslabones más frágiles. Los pobres siempre son un trofeo accesible y un boletín de prensa fácil para engañar al publico.
La misma corporación que aplasta a una abuela por portar droga apenas levanta la ceja cuando un convoy del crimen desfila por las carreteras. Pero claro, ahí no hay detención que presumir: hay complicidad que cuidar.
En Tamaulipas, la ley con uniforme se arrodilla ante los poderosos y se ensaña con los vulnerables. Y esa es la verdadera derrota de la guerra al narco: cuando el Estado se convierte en la versión legal del crimen al que dice combatir, pero muchas veces mejor competir cuando decide aceptarle unas monedas para traicionar al pueblo, pero con humanismo y transformacion.
Con informacion: HoyTamaulipas/
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