Hay días en que la suerte se levanta tarde, y a Luis Alonso O., un salvadoreño de 35 años, madrugó con espíritu emprendedor el pasado viernes y decidió “hacer la inversión del año”: asaltar un 7-Eleven en la Colonia Modelo en Monterrey,N.L y para hacerlo se fue con la pijama puesta y con una réplica de pistola en la mano.
Con paso decidido y una chamarra negra que pretendía darle ese toque de villano de serie, Luis Alonso entró al local a las 6 de la mañana listo para hacer historia criminal. Apuntó, exigió el billete y… ¡chan, chan, chaaaan! Resulta que el dinero había desaparecido minutos antes. El cajero, más pobre que su asaltante, le explicó con ternura que acababan de hacer el corte de caja.
Sin opciones y con más pena que gloria, el presunto bandido de la nada se retiró como quien sale del súper al darse cuenta de que olvidó la cartera. Caminó rumbo a la Avenida Colón, tal vez pensando en su desayuno, sin saber que había sido fichado por las cámaras del C4, que habian enviado patrullas al sector y ya lo seguían.
Minutos después fue interceptado por elementos de la Policía de Monterrey, quienes le decomisaron el arma—una réplica tan falsa como su suerte—y lo invitaron cordialmente a disfrutar de unas vacaciones pagadas en las instalaciones del Estado, con tres comidas al día y techo garantizado.
Con informacion: ELNORTE/

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