Una explosión dirigida contra la Policía Comunitaria de Coahuayana en Michoacan, volvió a evidenciar lo que ya parece rutina en Michoacán: los cárteles siguen haciendo su guerra a plena luz del día, mientras el gobierno presume cifras y operativos. El estallido —atribuido a un artefacto improvisado— dejó una persona muerta y al menos diez heridas, confirmó la Secretaría de Seguridad Pública del estado.
El ataque ocurrió pese a los millares de soldados, marinos y guardias nacionales que supuestamente “blindaron” la región. Ni su presencia, ni los anuncios de reuniones de seguridad o detenciones masivas han frenado la violencia. En el mismo Michoacán donde la DEA capacita policías y el “Plan Michoacán” acumula más de 160 detenidos de relleno, los explosivos siguen marcando la agenda.
Desde su cuenta oficial en X, la SSP presumió que sus elementos ya “brindan atención y apoyo en el lugar”, pero evitó precisar qué tipo de artefacto se usó y quiénes son las víctimas. En los hechos, la comunidad vuelve a resistir sola los embates del crimen mientras las autoridades se enredan entre reportes y boletines.
El pasado 28 de noviembre,criminales del Cartel de Sinaloa,hicieron estallar artefacto en el cuartel de policía de Mazatlan.
Con informacion: ELNORTE/
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