Parece broma con olor a burla, pero resulta que en el Tamaulipas humanista y transformador de Morena y Americo Villarreal,en penales donde supuestamente existen más de 40 inhibidores de la señal celular,en teoría y la practica no funcionan, pues los mandos carcelarios que ya se pusieron en «modo decente» amagan con detener a quien los intente introducir, algo que suena por demas contradictorio, pues se supone que no funcionan.
Y es que,resulta que las autoridades que lo han permitido, ahora prometen que “detendrán a quienes intenten ingresarlos”, como si los teléfonos utilizados por reos entraran gateando por debajo de las rejas y no en los bolsillos uniformados de quienes deberían cuidarlas. Es un teatro mal montado donde todos fingen sorpresa: los directores, los guardias, el gobierno… y nosotros, la audiencia que ya se sabe el libreto.Pero finjamos que no sabemos, nomas para ver hasta donde llega su hipocresía.
La corrupción penitenciaria en Tamaulipas no es una falla del sistema, es su modo operativo. Los cárteles mandan, los funcionarios reciben sobornos mientras miran al techo, y el Estado —ese personaje invisible— aparece solo cuando hay cámaras o comunicados por redactar.
Un disfuncional sistema dodne los “bloqueadores” acaban bloqueando todo menos lo que deberían: la impunidad y la falta de vergüenza institucional.
La ecuación es sencilla,si no funcionan, nadie intentaría introducirlos, asi que dejen la pose farsante.
Con informacion: HoyTamaulipas/

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