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domingo, 7 de diciembre de 2025

«OTRO ATAQUE TERRORISTA y OTROS DOS MUERTOS»: «FRACASADA ESTRATEGIA HARFUCHISTA en SINALOA NI se ADELANTA,NI los CONTIENE y MENOS los ESCLARECE»…ni lo distráigan,es un «cuenta decomisos,cuentachiles y cuentamuertos».


Una pareja mas asesinada en su domicilio tras ataque con metralletas y bombas caseras en Mazatlan, no es “un hecho violento más”: es terrorismo doméstico tolerado por un Estado que llega siempre después, recoge casquillos, posa para la foto y se va sin explicar nada,es sinónimo de fracaso federal, local y estatal.

El ataque: guerra en una casa

En Villa Unión, Mazatlán, un comando llegó de madrugada, rafagueó la fachada de una vivienda con armas largas y después remató lanzando explosivos para incendiar el interior.

La pareja, Vicente “N” y Daniela “N”, de unos 50 y 35 años, intentó refugiarse en el baño, pero terminó muerta por asfixia por humo o por esquirlas de los artefactos.

Explosivos y mensaje de terror

Dentro de la casa, las autoridades decomisaron artefactos explosivos de fabricación artesanal, al grado de que tuvo que entrar el Escuadrón Antibombas de la Marina con trajes blindados para levantarlos y meterlos en un cilindro especial.

No es “daño colateral”, es el uso deliberado de explosivos contra civiles en su propia vivienda, en una colonia, a las 2:30 de la mañana, durante más de tres horas de agresión.

El operativo que siempre llega tarde

Marina, Guardia Nacional, Policía Estatal y Policía de Investigación se desplegaron hasta horas después, acordonaron la zona, hicieron diligencias y levantaron indicios, pero nada en esa escena habla de prevención, contención ni de una estrategia que impida que esto se repita mañana en otra casa o incluso frente a la sede de algun gobierno.

Se repite la liturgia: cuerpos, cinta amarilla, cifras, comunicado frío, y luego el olvido; la única constante es que los agresores se sienten lo bastante seguros como para usar explosivos y tomarse su tiempo.

Llamar las cosas por su nombre

Un ataque con armas largas y bombas caseras contra una vivienda habitada, que termina con una pareja muerta, es un ataque terrorista interno, aunque se le disfrace de “hecho violento”.

Mientras el discurso oficial evite la palabra “terrorismo”, los grupos que sí ponen bombas seguirán escribiendo el guion con fuego, humo y cadáveres, y la “estrategia” de seguridad seguirá siendo, en los hechos, una estrategia para administrar muertos, no para impedirlos ni esclarecerlos.

Con informacion: NOROESTE/

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