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viernes, 19 de diciembre de 2025

«PARA ABRIL o para MAYO del… 2026»: «SISTEMA INSALUBRE de SALUD de SHEINBAUM AGENDA CITAS de MEDIO AÑO en IMSS de la RAZA»…seis meses para ver si siguen vivos o si la cita ya puede agendársela San Pedro.


En el Hospital La Raza del IMSS en la CDMX, pedir una cita de especialidad se ha convertido en un deporte extremo y, al mismo tiempo, en un acto de fe. A las tres, cuatro o cinco de la mañana, cientos de derechohabientes desafían el frío, la paciencia y la dignidad humana para formarse en una larga fila que recuerda más a la del molinito de peregrinos de la Basílica que al acceso a un servicio público de salud. Todo, para que al final les digan, con una sonrisa humanista y transformadora: “Su cita quedó para marzo, abril… o quizá mayo, si tiene suerte.”

Esteban Martínez, un hombre de 62 años, salió de una cirugía de próstata y tendrá que esperar hasta el 15 de mayo para una simple valoración. Es decir, el IMSS le da medio año para ver si sigue vivo o si la cita ya puede agendársela San Pedro.

Otro caso: una paciente con cáncer llegó al amanecer, fue atendida hasta las 11:00 y su próxima cita es en marzo. Si la enfermedad avanza antes, tal vez le den una cita exprés… al panteón.

Y mientras tanto, Antonio Lozano, otro guerrero del turno eterno, llegó el lunes 15 de diciembre a las siete de la mañana. Se formó frente a filas que daban la vuelta al hospital. Regresó el miércoles, después de admitir derrota, y cinco horas más tarde, obtuvo su premio: una cita para abril de 2026. Medio año de espera para que alguien confirme que efectivamente necesita la cirugía que ya sabe que necesita.

Las escenas se repiten frente a cada ventanilla: pacientes exhaustos, adultos mayores con cobijas, madres con niños en brazos, personas que incluso ya superaron enfermedades y solo esperan la siguiente fase —una reconstructiva, por ejemplo— como si el derecho a sanar se rifara entre unos cuantos.

Lo peor es que nadie se asoma a dar la cara. Grupo REFORMA buscó al IMSS para preguntar por las interminables filas y por qué las citas médicas son más difíciles de conseguir que una entrada para Taylor Swift. Pero claro, el silencio institucional es la especialidad de la casa: “sin respuesta”.

Así que los derechohabientes seguirán peregrinando en busca de una cita médica, movidos por la misma esperanza que empuja a quien cree en milagros. Porque en el IMSS, pedir atención médica ya no es un trámite: es una prueba de resistencia.

Con informacion: ELNORTE/

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