LA «VOY a DEMANDAR ?»: «M_ALITO VA LEGALMENTE Vs SHEINBAUM pero TENDRA que ESPERAR a que BAJE del OLIMPO PRESIDENCIAL «…aunque ella ignora que presunción de inocencia no se debe tocar ni con el pétalo de un micrófono mañanero.

El presidente del PRI, Alejandro Moreno, de trayectoria no muy pulcra que digamos,anunció que denunciará a la Presidenta Claudia Sheinbaum por acusarlo de corrupción y lavado de dinero en la adquisición de propiedades en Campeche

La Presidenta Sheinbaum de lengua selectiva, pues no toca la corrupcion exacerbada de los suyos que no son suyos, pero aun asi los defiende con calculo politico,dijo ayer que el dirigente priista adquirió propiedades en Campeche con recursos ilícitos. «Lo que entiendo es que son propiedades adquiridas con lavado de dinero de la corrupción y por eso viene este esquema», dijo la Mandataria.

Lo de la presidenta Claudia Sheinbaum lanzando acusaciones de corrupción y lavado de dinero contra “Alito” Moreno en conferencia mañanera no solo rompió la piñata, sino que dejó volando los dulces. Vamos por partes.

Legalidad de los dichos presidenciales

A ver, en México la presidenta tiene derecho a expresar opiniones, pero hay límites constitucionales claros: la presunción de inocencia no se toca ni con el pétalo de un micrófono mañanero. Acusar públicamente un delito específico (“lavado de dinero de la corrupción”) sin sentencia ni pruebas presentadas equivale a linchamiento: se llama difamación cuando no hay pruebas y, si realiza afirmaciones falsas con dolo y dañan el honor, cabe acción civil e incluso, por la investidura presidencial, el tema escala a abuso de poder. No es la primera vez que la investidura se usa para exhibir a opositores y, si bien no hay cárcel para un presidente por chismes, políticamente puede tener costo.

¿Se le puede demandar a Sheinbaum? ¿Y qué pasa si gana “Alito”?

En México, la presidenta goza de fuero constitucional; traducido: nadie la toca –ni aunque tenga la cola más larga que la de un dinosaurio priista– salvo en casos específicos (traición a la patria y delitos graves del orden común). 

Una demanda por daño moral o difamación puede interponerse, sí, y de hecho Alejandro Moreno ya anunció que “irá hasta las últimas consecuencias”. ¿El desenlace? Juicio, casi imposible mientras ella esté en funciones. Lo máximo: escarnio mediático, algún regaño de la CNDH y ruido en tribunales internacionales, pero ni soñar con verla en el banquillo de los acusados… a menos que deje el cargo. Después podrían venir cosas peores (recordar a Echeverría: nunca digas nunca en política azteca).

El contexto social: comentarios de la raza norteña

El ambiente está más incendiado que parrilla en domingo, según las reacciones de EL NORTE:

• Hay quien exige “pruebas” con furia (“Hay PRUEBAS. CLAUDIA LAS TIENES?”), otros acusan la ilegalidad del show mediático y el uso de la justicia como bat con clavos.
• Varios recuerdan que aquí “el que acusa, prueba”, aunque muchos se alegran de cualquier escarmiento mediático, venga de quien venga.
• No faltan quienes ven la maniobra como doble juego de la politiquería: “ley pareja para todos, caiga quien caiga”, y muchos más simplemente piensan que todo es otro capítulo del reality de la 4-T.
• En resumen: impera el cinismo, la desconfianza y hasta la burla (“Duro y a la cabeza”, “Alito malandrín”, “ladrón que roba a ladrón…”). La raza ya no compra tortillas, compra memes y sospecha de todos.

El alcance real

Mientras Sheinbaum tenga la banda de los de la banda, judicialmente puede decir misa contra “Alito” y demás fauna opositora con riesgo nulo de juicio inmediato. Legalmente, sus dichos son un triple salto al filo del reglamento: pueden constituir difamación, pero la ley le resbala por el fuero. Lo que sí hay —y con ganas— es riesgo político: le llueven críticas ciudadanas, y la narrativa pública se tensa más que faja vieja.

El juico prometido por “Alito” servirá sólo para agitar la polarización y alimentar el pleito de gallos mediático; si acaso, Sheinbaum tendrá que apretar los dientes y preparar sus mejores abogados para cuando baje del Olimpo presidencial. Y mientras tanto, en el circo nacional, la función sigue y el público lanza jitomates digitalmente desde la secciónese de comentarios.

Con informacion: ELNORTE/