LA «CARIDAD del DIABLO»: «CARTEL de JALISCO EMULA la AYUDA MORENA como ESPERANZA de MEXICO y ENTREGA VIVERES en VERACRUZ»…ambos operan bajo una teología de la sobrevivencia: el que da, manda; el que recibe, obedece.

La caridad del diablo: el CJNG y el manual de clientelismo tropical

Hay escenas que condensan un país entero: un tipo encapuchado, con rifle terciado que ordena con la cadencia militar de un mayordomo del infierno: “Aléjate más, para que se vea bien”. Y sí, se ve bien. Se ve demasiado bien: bolsas de víveres con el sello del Cartel de Jalisco Nueva Generación, mujeres formadas, niños mirando, hombres “ayudando”, el guion de una película que se repite con cada desastre natural, donde los delincuentes reparten despensas y el Estado —ese fantasma burocrático— ni sus luces.

El lenguaje del video es de comunidad, de “aquí estamos nosotros para ayudar”, pero detrás de cada sonrisa improvisada hay un recordatorio armado: esta ayuda es nuestra, como nuestras son las calles, los cuerpos y los silencios. Lo que reparten no es comida, es control; cada bolsa de arroz empaqueta una lealtad futura, cada “fórmese bien” es una orden disfrazada de solidaridad.

El “aléjate más” del gatillero no es una instrucción técnica: es un manifiesto estético. Quieren que el espectáculo se vea profesional, que la narrativa sea limpia, que parezca obra de benefactores, no de sicarios. Y ahí radica el otro vértice del cinismo: el crimen organizado se sabe mejor en relaciones públicas que muchos gobiernos.

Y hablando de gobiernos: Morena perfeccionó ese mismo libreto, sin fusiles visibles pero con la misma lógica emocional. Donde el CJNG reparte despensas en Veracruz, el partido lo hace con programas sociales; donde uno compra “paz” con miedo, el otro compra votos con esperanza. En el fondo, la estrategia es idéntica: construir agradecimiento, manufacturar devoción y mantener la necesidad como condición indispensable del orden.

Ambos operan bajo una teología de la sobrevivencia: el que da, manda; el que recibe, obedece. La diferencia es apenas de estética —uno usa playeras con siglas clandestinas, el otro se envuelve en los colores de la patria— pero ambos entienden que en México el poder no se conquista con instituciones, sino con favores.

Y mientras los dos proyectos —el del plomo y el del populismo— reparten su “ayuda”, la gente sigue formándose, obedeciendo, agradeciendo. Porque en este país los bandidos aprendieron que no hay mejor arma que una despensa y no hay mejor estrategia que filmarla.Asi se construyen las bases sociales.

Con informacion: @Azucenau