El penal de Aguaruto, en Culiacán, volvió a hacer de las suyas. A pesar de ser revisado multiplicidad de veces ,sus muros siguen vibrando al ritmo de las balas y hoy una nueva riña reventó la calma ficticia del reclusorio en mano de los reclusos ,lo que dejó como saldo un muerto y tres heridos, además del hallazgo de armas largas, cortas y un artefacto explosivo que las autoridades prefirieron destruir ahí mismo —porque moverlo era jugarle al Rambo.
El caos de siempre por los corruptos de siempre
La bronca comenzó alrededor de las 13:40 horas, dentro de los módulos donde conviven, si es que puede llamarse así, los internos del penal. Elementos del Grupo Interinstitucional —un Frankenstein de la Policía Estatal, la Guardia Nacional y custodios— entraron a poner orden entre los gritos y detonaciones. Según el parte oficial, la “situación fue controlada”, ese clásico lema que ya suena tan creíble como “castigaremos a los responsables y ya estamos investigando».
Mientras tanto, a las afueras del penal, se reportó una intensa movilización de patrullas y helicópteros; los vecinos ya ni se asustan: otro viernes cualquiera en Aguaruto.
La prisión que colecciona riñas
Y es que el Aguaruto no da tregua: cinco riñas en lo que va de 2025. Una en mayo, dos en junio, una en septiembre y esta última en octubre. Culiacán podría presumir muchos récords, pero este debería dar vergüenza. Las continuas revisiones “a fondo” solo sirven para alimentar los comunicados de prensa, porque cada cateo termina igual: decomisos de armas, celulares, drogas y ahora hasta módems de internet —porque el narco no se desconecta ni tras las rejas.
En la revisión más reciente, dentro de los módulos del penal, se hallaron una carabina M4, un fusil AK-47, cartuchos útiles, dosis de marihuana, cocaína, 13 teléfonos y dos módems de internet, todo cuidadosamente escondido como si el centro penitenciario fuera un Costco clandestino.
Sinaloa, tierra donde el infierno no descansa
El infierno no se limita a los muros del penal. Ese mismo día, dos agentes de tránsito fueron asesinados a balazos en la colonia San Rafael, y cuatro presuntos sicarios fueron detenidos tras un operativo por tierra y aire. Todo se enmarca dentro de una violencia que ya parece endémica, alimentada por la guerra entre Los Chapitos y La Mayiza, que desde 2024 ha convertido a Sinaloa en tablero de guerra.
Y sí, las revisiones continúan…
Cada semana se anuncian operativos “interinstitucionales” que se venden como éxitos. Revisan, confiscan, posan para la foto y prometen resultados. Pero el Aguaruto vuelve a rugir una y otra vez, como si fuera un recordatorio de que allá adentro las reglas las pone el caos. Casi una docena de revisiones después, el penal no mejora ni un milímetro: sigue siendo un agujero negro presupuestal donde la violencia se recicla y la autoridad solo llega para levantar el reporte.
En resumen: el Aguaruto no se arregla, se reanima —a balazos, cada tanto viernes.
Con informacion: ELUNIVERSAL/

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