El exnovio de “Luisa” tenía un perfil muy adorable. Un hombre muy propio y cariñoso, “prácticamente irreal”, pero había algo en él que le generaba desconfianza, su doble personalidad la mortificaba: la del siempre agradable y la del violento/controlador, que se asomaba sólo en situaciones específicas.
Estos detalles “violentones” que tenía con ella, los justificaba con su vida difícil: perdió a su mamá años atrás y más recientemente a su padre, a causa del Covid-19. “Luisa” pensaba que esos celos y desplantes eran parte de su duelo, por eso tenía que entenderlo, por eso siguió con esa relación, por eso aguantó sin bajar la guardia.
Y al final no fueron sus actitudes violentas, sino descubrir una serie de fotos que la hicieron entender el tamaño del problema si seguía con él. Hace poco más de dos meses le cachó unos nudes de sus exnovias, packs de sus compañeras de trabajo y videos e imágenes de mujeres que, al parecer, le compartieron otros hombres a través de plataformasen las que es fácil tener acceso a su intimidad.
“De mí tenía unas fotos juntos en restaurantes, en letrotas de los pueblitos, cosas así; pero con su mente retorcida me dio asco que las tuviera. Le exigí que las borrara, le advertí que tenía respaldo de otras chicas. Era ético que las borrara, como un acto de respeto hacia ellas, y después lo terminé”, contó a La Razón.
A partir de su experiencia, “Luisa” se inmiscuyó tanto en el tema de la violencia digital que actualmente orienta a estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, para que eviten abusos.
Mientras más investiga cae en cuenta de la facilidad con la que hombres acceden a fotos íntimas de mujeres sin el consentimiento de ellas.
Sabía que hay pornografía, encuentros así por Internet, pero no me imaginaba el grado de alcance con los packs
En la Ciudad de México, muchas mujeres ya saben cómo defenderse de estos actos, basta con hacer un sencillo ejercicio en Facebook: “Amigas, ¿qué harían si alguien utiliza sus fotos sin su autorización y las difunde en redes sociales? ¿Y si es su exnovio y además las chantajea?”.
Las respuestas dan cuenta de que en la capital hay muchas mujeres que están listas para responder a una situación así: “quemar al responsable en redes”, “acudir a colectivos feministas” y, la más recurrente, “solicitar ayuda legal por medio de la llamada Ley Olimpia.
CASI UNA DENUNCIA POR DÍA
De acuerdo con una solicitud de información realizada por La Razón a la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, desde la publicación de las reformas al Código Penal del Distrito Federal —apenas el pasado 22 de enero— que castigan el delito en contra de la intimidad sexual, se han presentado 233 denuncias, es decir, casi una acusación por día.
De este universo, 104 sucedieron en la alcaldía Cuauhtémoc, 22 en Gustavo A. Madero, 19 en Álvaro Obregón, 17 en Iztapalapa, 11 en Miguel Hidalgo, nueve en Coyoacán, ocho en Venustiano Carranza, seis Azcapotzalco, seis en Tlalpan, cinco en Iztacalco, cuatro en Tláhuac, dos en Xochimilco, uno en Benito Juárez y 16 sin zona específica.
A pesar de las denuncias, sólo se tiene conocimiento de un procesado por dicho delito que, de acuerdo con la ley, alcanza hasta 12 años de prisión.
SÓLO 8 POR CIENTO DENUNCIA
Alessandra Rojo de la Vega, diputada local que impulsó las reformas al Código Penal para sancionar los delitos contra la intimidad sexual de las mujeres en el ámbito digital, informó que, si bien ya existen 233 denuncias, sólo ocho por ciento de estos actos son denunciados.
Las mujeres deben dar un primer paso con el proceso ante la Fiscalía y las autoridades deben realizar su trabajo, opinó en entrevista con este medio.
La legisladora ha acompañado a algunas mujeres a realizar sus denuncias y, por su experiencia, las víctimas fueron bien atendidas por la Fiscalía General de Justicia local; aunque no descartó que esto haya ocurrido precisamente por el acompañamiento. También ha tenido casos en los que van a denunciar y no les hacen caso.
De nada sirve que se hagan leyes, leyes y leyes si las autoridades no son capaces de llevarlas a cabo y de cuidar a las mujeres
“Se han hecho modificaciones importantes a la ley, pero de nada sirve que se hagan leyes, leyes y leyes si las autoridades no son capaces de llevarlas a cabo y de cuidar a las mujeres y de atenderlas de manera integral, como lo pusimos en la Constitución (local) quienes participamos en esas reformas”, mencionó.
¿CÓMO HACER LO CORRECTO?
Rojo de la Vega destacó la importancia de denunciar a tiempo y, sobre todo, de guardar toda la evidencia posible; no obstante, Olimpia Coral Melo, por quien comenzó el movimiento nacional para castigar la violencia digital contra la mujer, consideró que la falta de conocimiento sobre la custodia de las pruebas ha hecho que las mujeres borren las fotos, videos y demás imágenes que sirven como medios de prueba, lo cual dificulta que proceda la denuncia.
La activista consideró que sí hay un número importante de acusaciones, pero muchas de ellas ya no tienen seguimiento, porque no hay nexo causal entre el hecho y las pruebas, lo que implica que no se pueda comprobar la violación a la intimidad sexual.
“Lo que se nos ha hecho muy difícil, por ejemplo, es el hecho de la educación legal para las mujeres, muchas de ellas no saben cómo llevar sus pruebas, no saben cómo argumentar la difusión o la producción de los contenidos.
“Además, hay muchísima desinformación, hemos visto cadenas por Internet que motivan a las víctimas a borrar las fotografías, entonces pasa que tenemos las denuncias; pero no proceden, porque sin pruebas se inhibe el acceso a la justicia”, explicó.
¿Cómo prevenir?
- Revisa la configuración de privacidad del contenido que compartes para que sea visto sólo quien deseas
- Utiliza la verificación de inicio de sesión
- Usa contraseñas que contengan números, letras, símbolos, mayúsculas y minúsculas
- Si sospechas de alguien que intente ponerse en contacto contigo, háblalo con alguien de tu confianza
- Cuando abras tu cuenta desde ordenadores o dispositivos ajenos, asegúrate de cerrar tu sesión
- Actualiza tus medidas de seguridad que las redes sociales te ofrecen
- Si acudes a citas a ciegas, acompáñate de alguien de tu confianza y procura que sea en lugares públicos
- Los dispositivos suelen preguntar si deseas que se recuerde tu contraseña, no aceptes esta opción
Otro problema, sostuvo Olimpia, es que las denunciantes creen que llamar o enviar un correo electrónico a la Policía Cibernética, ya sea la federal o de la Ciudad de México, equivale a la realización oficial de la denuncia y ya no van a la Fiscalía General de Justicia, la instancia a la que corresponde realizar la investigación.
“Muy pocas víctimas están accediendo a ir a los Ministerios Públicos y, por otro lado, el tema de la denuncia digital necesita que se le dé más entrada a la información. Está pendiente la realización de una campaña de que creemos necesaria y que de hecho está dentro de las acciones de la Alerta de Género”, expuso.
La Policía Cibernética tiene un factor primordial en darle seguimiento a las denunciantes, porque si bien no es la encargada de ejercer justicia, sí es un canal para brindar la atención. En ese sentido, consideró que el personal debe tener mayor capacitación en brindar la información útil, con el fin de que la orientación culmine en una denuncia con seguimiento.
TEN CUIDADO CON QUIÉN COMPARTES TUS FOTOS
La Policía Cibernética de la CDMX se dedica al monitoreo y patrullaje a través de redes sociales. Tiene la obligación de brindar atención ciudadana ya sea presencial, vía correo electrónico o por llamadas telefónicas.
Hasta hace unos meses, esta área de la Secretaría de Seguridad Ciudadana local no tenía el marco legal para canalizar los casos de mujeres que veían dañada su integridad por la difusión de sus imágenes íntimas.
La policía segundo Alejandra Díaz Barriga, analista de información de la Policía Cibernética, recuerda que cuando antes se recibían los reportes sentía cierto tipo de impotencia; aún pasa que se involucra emocionalmente con las víctimas que piden ayuda; sin embargo, esta instancia no es un área de denuncia, sino de canalización para llevar a las víctimas a la Fiscalía General local, aunque sí se les otorga ayuda psicológica y son la vía para reportar abusos, con el fin de que estos contenidos se bajen de las redes sociales.
En entrevista, la oficial indicó que las mujeres que denuncian la difusión de sus packs reciben atención personal y, una de las primeras cosas que se les pide es el resguardo de su información, pues una vez que hacen el reporte, la policía hace lo propio con la red social que difundió las imágenes íntimas, las cuales se retiran en un plazo de dos a tres días, según la plataforma.
“Lo primero que se les pide es que tengan el contenido a la mano o la copia, si no lo tuvieran, se les orienta para rescatarlo, porque la información en redes es muy volátil, de un momento a otro desaparece y quedaríamos sin la información con la que pudieran hacer una denuncia. Aquí se les apoya, porque hay veces que en la Fiscalía no reúnen los elementos necesarios para proceder”, señaló.
UN PROBLEMA QUE NUNCA TERMINA
La oficial cuenta que de acuerdo con los testimonios de mujeres que llaman por ayuda, la violencia digital se da cuando ellas confían demasiado en sus parejas y ellos abusan de su confianza. Al terminar la relación divulgan el contenido sexual y la mujer se quedaba indefensa.
Aunque la policía hace los reportes para dar de baja la información, las víctimas deben tomar en cuenta que una vez que el contenido sube a una plataforma digital se pierde el control total para siempre.
Así, el hecho de que yo pueda ayudarlas o auxiliarlas a dar de baja un contenido, eso no quiere decir que alguien más lo haya guardado, entonces es algo que nunca termina
“Así, el hecho de que yo pueda ayudarlas o auxiliarlas a dar de baja un contenido, eso no quiere decir que alguien más lo haya guardado, entonces es algo que nunca termina y por eso hay que ser conscientes de lo que estamos compartiendo en Internet y de las consecuencias que pueda tener”, advirtió.
En ese sentido, aconsejo no confiar 100 por ciento en los hombres, sino “siempre guardar algo para nosotras”, principalmente en contenido íntimo, porque ellos creen que la única forma de dañar a sus exparejas es mostrando su cuerpo y eso tiene una afectación psicológica igual de dañina que los golpes.
Antes de la Ley Olimpia, remarcó, las mujeres decían que no iban a denunciar porque tenían miedo. Ahora, hay mayor protección con una sanción, lo primordial siempre será la denuncia, sin ella no se puede hacer nada, pues los delitos cibernéticos, por sí mismos, no tienen un marco jurídico que las regula. De esta manera, las reformas al Código Penal llevaron los hechos al plano real, donde sí pueden castigarse.
“Si una persona roba mis fotografías, aunque yo tenga ropa y me está difamando, eso corresponde a una sanción cívica, entonces, con la copia de información, se debe acudir al juez cívico y hago una concesión directa. En el caso de imágenes de contenido sexual, ahí ya cambia, podríamos estar aterrizándolo al plano real desde un acoso, violencia, etcétera”, concluyó.
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