«QUE SIEMPRE SI»: «TRAS ESTALLARLE ESCANDALO en el ROSTRO AMERICO CUMPLIRA RESOLUCION de CNDH por CRIMENES COMETIDOS por el CAIET del ENGENDRO MULTIASESINO de CABEZA de VACA»…era su brazo ejecutor y encubridor.

A más de seis años,1 mes y dos dias de la masacre de Valles de Anahuac en Nuevo Laredo, el dia que grupo de criminales del tristemente nefasto CAIET del gobierno panista de Tamaulipas que encabezaba Francisco Javier Garcia Cabeza de Vaca (2016-2022), quisieron verse felones y se vieron asesinos, el gobierno de Americo Villarreal ahora bajo presion,decidio que siempre si y luego de decir muchas veces que no,que si va a cumplir la resolucion de CNDH que incluye una reparación integral a victimas dentro de la recomendación 173/VG/2024.

Después de tantas evasivas y montajes oficiales, Américo Villarreal y su banda gubernamental apenas se dignan a hablar de “reparación del daño” por el caso de los ocho ejecutados extrajudicialmente en septiembre de 2019. Dicen que están atendiendo puntualmente la recomendación, pero sólo porque los reflectores y la prensa incómoda no les quitan el dedo de la llaga.

¿La historia? Es de sobra conocida: el tristemente célebre CAIET,(Centro de Análisis Informacion y Estudios de Tamaulipas) ,cuya esencia nada tenia que ver con lo policiaco,fue fabricado a modo por el entonces gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, armó un falso enfrentamiento para justificar la matanza y dejar el expediente todo “limpio y planchado”. 

Ya después de ordenar la fiesta de plomo que contó con la ayuda del ejercito, los mismos CAIET se encargaron de sembrar pruebas y reconstruir la escena al puro estilo de la narcopolicía: narrativa oficial made in Cabeza de Vaca e Irving Barrios Mojica,a quien dichos sea de paso,Don Americo esta pensando en reelegir y ya lleva 9 años delinquiendo en el cargo.

Pero resulta que ahora, a la mala y tras el berrinche público, el Secretario General de Gobierno, Héctor Joel Villegas, promete cumplir cada “puntito” de la dichosa recomendación: atención médica y psicológica, cursos de derechos humanos (como si el crimen no fuera cometido por servidores que ya debían saber eso) y, en algún futuro al estilo “ya merito”, reparación integral del daño.

Mientras los funcionarios presentan cara de “aquí no pasó nada”, Cabeza de Vaca sigue prófugo y el sistema sólo reacciona cuando hay protestas, prensa y huelga de hambre. Justicia de relumbrón y derechos humanos bajo presión: la costumbre mexicana de que sólo hacen caso cuando hay gritos… y cámaras.

Con informacion: ELNORTE/