El desabasto de medicamentos en hospitales públicos ha orillado a los pacientes a esperar durante meses -con la fatal consecuencia de perder la vida- o hasta endeudarse para conseguirlos.
Araceli, maestra pensionada, contó que debe más de 100 mil pesos por rehabilitación y medicamentos que tuvo que adquirir en el sector privado, pues los dolores por su cadera fracturada, dijo, no podían esperar los meses que le pedían aguardar para estudio, medicamento y consultas.
"Querían que me esperara hasta tres meses, ¿cómo? Yo gritaba de dolor", señaló.
La paciente del Hospital Regional "1 de Octubre" del ISSSTE agrega que debido a su edad no puede trabajar para conseguir el dinero que pidió prestado con amigos y familiares.
En ese mismo hospital se vio a pacientes, como Carlos Mancilla, salir de Urgencias después de cinco horas de espera para recibir atención sin trazidex, una pomada que cuesta cerca de mil pesos, necesaria para la herida que le quedó en el párpado tras sufrir un accidente en bicicleta.
"Yo lo puedo pagar, no es algo que me sobre, pero tampoco se me complica. Ahorita estábamos ahí en farmacia, y hay personas que les dan un medicamento o dos y que el resto no y que tienen que venir la siguiente semana.
"Escuché una persona, un adulto mayor, que ya tenía tres meses sin el medicamento, y preguntaba qué hacía y le dijeron que se tenía que esperar porque no lo hay; entonces yo creo que bajo sus condiciones, a él sí le ha de costar pagar. Me imagino que es un medicamento difícil de conseguir o algo así, porque de otra manera no me explico por qué no lo tienen", agregó.
Manuel Cruz, esposo de Petra Inés Ramírez, de 63 años, afirma que debido a las carencias en la farmacia, así como de estudios, la pareja ha tenido que gastar cerca de 250 mil pesos en seis meses para atender un derrame cerebral que afectó a la señora.
Ella es intendente del Cinvestav, trabajo que, subraya, no le da para juntar esa cantidad. Los gastos, señaló, han sido costeados con préstamos y con ayuda de los compañeros de "Petrita".
"Estamos gastando en medicamentos de más de mil pesos. Por ejemplo, está tomando un medicamento que se llama somazina, que es de 500 miligramos, y en las farmacias valen más de mil 50. Llevamos más de seis meses comprando tres cajitas al mes sólo de ese medicamento. Nuestros recursos son muy bajos, pero estamos haciendo todo lo posible para conseguirlo, no la vamos a dejar morir por falta de sus medicamentos.
"Cuando despiertan empotradas en la cama les viene la depresión y necesitan un psicólogo que tampoco les dan. Hay que estarlos macheteando a ver qué sigue. Le mandaron a hacer un ultrasonido y una tomografía, y el equipo no funciona desde hace dos meses, hasta apenas hoy me dijeron que ya, pero que hasta el día 10 de julio le toca", lamentó Manuel Cruz.
En la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Norte, en la de Ginecoobstetricia de Lindavista y el Hospital de Traumatología Magdalena de las Salinas del IMSS, pacientes reclaman medicamentos.
Las horas de espera para atención en el de Traumatología, afirman, pueden ser de más de siete en Urgencias, y en la Unidad Médica Familiar número 20, también del IMSS, indicaron que carecen hasta de insulina y pregabalina para atender la diabetes.
"A mí me dan la metformina con linagliptina, cuesta mil pesos y tengo que comprarlo cada mes.
"Imagínese uno con sueldo mínimo y tener que estarlo comprando", dijo Patricia, de oficio afanadora, quien es paciente de la clínica 20, pero acudió ayer a Magdalena de las Salinas.
Su hija, del mismo nombre, pidió una mayor vigilancia en las farmacias y explicación de por qué si a veces los medicamentos están en los estantes, no los entregan.
"He tenido que ir tres días seguidos para que me la den y reclamar, porque mi mamá no puede estar sin medicamento. Ahí tienen las cajas, las vi, las reclamé y nos dijeron que esas no.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: