Uno de los cinco jóvenes asesinados en Nuevo Laredo, Tamaulipas, era un indígena miskito de Honduras que intentaba emigrar a EEUU. En fotos de redes sociales se le ve llevando una medalla del Cartel de Noreste de México.
“Quiero cuando muera escuchen ustedes. Este es mi gusto y mi modo”, es la letra del corrido “Mi último contrabando”, que se escucha en la cuenta de Tik Tok de Clinton Alex Blucha Pérez mientras van pasando fotografías suyas en restaurantes y lugares públicos ufanándose de su buena vida.
“Y con mis alhajas de oro. En mi mano derecha un cuerno de chivo. Y en la otra, un kilo de polvo”, continúa la canción.
Algunas de las fotos muestran al joven luciendo el medallón distintivo del Cartel de Noreste, una violenta organización criminal que controla el narcotráfico, la inmigración ilegal, el secuestro y la extorsión principalmente en el estado de Tamaulipas.
Blucha soñaba con emigrar a Estados Unidos desde su natal Honduras, según se lo comentó a Univision un amigo suyo que prefirió no ser identificado. A sus 25 años no tenía nada que perder. La pandemia lo había dejado sin trabajo como a miles de sus amigos miskitos, una marginada comunidad indígena al oriente de Honduras, frontera con Nicaragua.
Camino hacia el sueño americano, Blucha hizo una larga escala en México que se convertiría en su último contrabando.
“Ahí nomás agarró camino, (buscando) el sueño americano y allí consiguió trabajo y usted sabe que los chavalos (jóvenes) no pensamos en muchos miedos, sino que cuando salen dineros así, dinero fácil, uno se mete”, dijo su amigo.
Clinton Alex Blucha luce medalla con iniciales del Cartel del Noreste
El 18 de mayo pasado Clinton Alex Blucha cayó muerto en un lote deshabitado del sur de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en circunstancias que la fiscalía de México investiga por presunta ejecución judicial de los soldados que lo arrestaron. En el lugar también murieron baleados cuatro compañeros suyos con quienes minutos antes se había estrellado en una camioneta Ford blindada en medio de una persecución de Unidades de la Secretaría de Defensa Nacional, Sedena.
Los hechos los contó un video de una cámara de seguridad instalada en la parte alta de la pared del supermercado. Univision Investiga tuvo acceso en exclusiva a 80 minutos del video que puso en tela de juicio el actuar de los militares.
#cdmx,#reynosafollow,#mtyfollow,#nuevolaredo,#matamoros "SOMETIDOS y SOMATADOZ": CAMARAS ATESTIGUAN CONDUCTA CRIMINAL de MILITARES EJECUTANDO 5 CIVILES al MAS PURO ESTILO NARCO en NUEVO LAREDO"...se situaron a la misma altura de los que dicen combatir. https://t.co/GtAEVnpLhx pic.twitter.com/ICrMqwz8Hw
— Valor Tamaulipeco (@VaxTamaulipas) June 7, 2023
A las 3:36 pm. el automóvil sin control, como si el conductor estuviera impedido para frenarlo, impactó contra el cemento prensado de un muro anterior del supermecrado de la cadena S-Smart. Sus llantas traseras se levantaron casi un metro.
A los pocos minutos un contigente de 11 soldados protegidos por un vehículo artillado de Sedena, sacó a los ocupantes del automóvil blindado. A puñetazos y patadas los militares lanzaron a los detenidos al polvoriento suelo del lugar y los arrastraron a un muro de cemento de la parte trasera del supermercado.
A esa hora el video los mostraba con vida. Menos de una hora después, estaban muertos.
En una entrevista con el noticiero Milenio, el secretario de seguridad del Estado, Sergio Hernando Chávez García explicó que se trató de una confrontación con el ejército de cinco presuntos narcotraficantes.
“Lamentablemente fallecieron cinco de los infractores”, dijo Chávez.
El video no mostró ninguna agresión de los detenidos. En diferentes instancias se observa a los militares disparando hacia el lugar donde los sospechosos fueron colocados contra el muro maniatados y de rodillas.
Quizás una de las imágenes claves para la investigación será la de uno de los militares a quien se ve agazapado disparando con una pistola o revolver a su derecha, donde están recostados los sospechosos.
En una declaración ante la Procuraduría General de la República (PGR), el teniente de infantería José Luis Nava Martínez sostuvo que cuando habían sometido a los presuntos narcotraficantes, sus hombres fueron atacados desde diversos flancos “por personas de la delincuencia organizada en un intento de rescatar al personal que teníamos en el lugar”.
Al detenerse el ataque, agregó Nava, se dieron cuenta que cuatro de los detenidos “no tenían signos vitales y uno más estaba en estado crítico de salud”.
Sueño americano del migrante asesinado en Nuevo Laredo
Entre ellos estaba Blucha. El joven se había sumado a una de las primeras caravanas migrantes que se conformaron con miles de centroamericanos en el 2019, según su amigo.
Era indígena miskitu originario de Villeda Morales, una comunidad perteneciente al departamento Gracias a Dios, Honduras. Nació el 13 de marzo de 1998, según su acta de nacimiento a la que tuvo acceso Univision. Era hijo de Cebastián Blucha y Samaría Pérez, también hondureños.
Como tantos, intentó ganarse la vida en su país, trabajó como pescador en la Miskitia hondureña, una zona selvática donde la principal fuente de trabajo para los jóvenes es bucear a pulmón y emplearse en barcos industriales para capturar langostas y pescar camarón.
Es bien sabido en esa región que hay una cantidad considerable de indígenas que quedan discapacitados de por vida por la descompresión al no contar con equipo adecuado, lo cual derivó en la creación de la Asociación Hondureña de Buzos Lisiados.
“El muchacho me dijo que venía de trabajar de pescado, se pierden unos meses en el mar sacando camarones, langostas, de lo que vienen, con redes que tira allí en barco”, narró a Univision el amigo de la familia.
Después de varios meses de trabajar como buzo, Blucha regresó a tierra.
Ante las dificultades que provocó el COVID 19, agregó el amigo, el joven se trasladó a la ciudad de San Pedro Sula, al norte de Honduras, donde trabajó como ayudante de cocina de un restaurante en el que preparaba arroz chino.
“El vino acá en tiempos de la pandemia, el muchacho apareció por acá, cuando todo el mundo estaba cerrado, no podía entregar productos, entonces el muchacho vino a quedar a Puerto Cortés de allí vino para aquí porque aquí estaba la familia”, detalló.
Reclutado por el narco en México
Tras la persecución y tiroteos del pasado 18 de mayo entre militares y civiles armados en la colonia Los Encinos, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, al norte de México los cuerpos de cinco jóvenes, cuyas edades van de los 21 a los 38 años de edad que murieron en ese incidente, fueron trasladados al Servicio Médico Forense de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas.
Entre ellos iba el cuerpo acribillado de un joven migrante centroamericano.
Tres semanas después una mujer joven de nombre Beatriz que se presentó en las oficinas de una organización no gubernamental de Derechos Humanos, dijo ser la pareja sentimental de Clinton Alex Blucha Pérez.
Según una fuente de la organización la mujer presentó algunos documentos de identidad del joven hondureño, como su acta de nacimiento. Solicitó orientación y dijo que tenía miedo de las autoridades.
Mientras ella pedía asesoría para sus declaraciones ante la Fiscalía General de la República, el cuerpo de Clinton era repatriado a Honduras. No es claro si ya se habían completado las investigaciones forenses.
Beatriz aseguró en su plática con un activista que ella y su novio habían llegado a Nuevo Laredo hace un año y que él le dijo que había encontrado un empleo como carpintero.
Sin embargo, la propia asociación civil señaló que en algunas ocasiones los familiares de víctimas suelen no decir la verdad por temor.
Según ella Clinton se despidió por la mañana y le dijo que haría unos trabajos de carpintería.
Ella se enteraría más tarde que su pareja iba a bordo del vehículo que se estrelló en seco contra la pared trasera de la tienda S Mart de la colonia Los Encinos.
“Ese trabajo que tuvo yo creo que era de, la muerte de ese muchacho para mí era de narco, vinculados con narco…porque el muchacho rapidito ya tenía sus cosas, ya tenía carro, cadenas de oro, de plata y el cuartito donde el sale en Tik Tok, allí salen sus cositas”, dijo el entrevistado, quien es una persona cercana a la ex esposa del joven en Honduras.
No es claro si la familia de Blucha ha logrado recaudar el dinero para transladar el cuerpo del joven desde Tegucigalpa al pueblo donde viven los padres.
“La familia está consternada todo, como le puedo decir, de allí para trasladar un cadáver, una persona de aquí de Tegucigalpa, estamos hablando de (2,440 dólares) 60 mil lempiras, de aquí a la Muskitia”.
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