Ha pasado un mes desde que Jesús María, un poblado a poco más de 45 kilómetros de Culiacán, Sinaloa, amaneció como un territorio en guerra por el operativo de las Fuerzas Armadas para capturar a Ovidio Guzmán López, “El Ratón”.
Aunque el intercambio de balas cesó con el paso de las horas, la comunidad quedó llena de huellas del combate de aquella madrugada. Por tal motivo, el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán envió un mensaje corto pero contundente desde el penal de máxima seguridad del Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México.
“Perdón”, fue el recado que “El Ratón” envió a la gente del “rancho”, como él se refiere a Jesús María, por los daños y el terror ocasionado durante y después de los enfrentamientos entre sicarios de Los Chapitos y los agentes de seguridad.
Según reportó Milenio, fueron familiares de Ovidio Guzmán quienes se encargaron de difundir el mensaje de disculpa y pedirle a los habitantes que corrieran la voz, ya que la angustia no les ha dado tregua.
Soldados vigilan la entrada de una casa tras la detención de Ovidio Guzmán.
Aunque no hay información específica de quién recibió directamente la encomienda del “Ratón” o quién la hizo circular en la comunidad, cabe recordar que familiares como su madre, Griselda López Pérez, han mantenido una gran cercanía con las y los pobladores. Su progenitora, según reportes extraoficiales, fue quien cubrió los gastos funerarios de los miembros de Los Chapitos abatidos durante las afrentas.
De acuerdo con testimonios recogidos por el citado medio, una de las mayores inconformidades entre la gente que vive en Jesús María es la aparente ausencia de los apoyos que había ofrecido el gobierno tras el “segundo Culiacanazo”.
“Ahorita llovió más adentro que afuera porque toda la lámina quedó agujereada... yo no he recibido ningún apoyo de nadie, mucho menos del gobierno”, comentó una mujer identificada como Greisy Carrillo, acorde con lo reportado con el periodista José Antonio Belmont.
“Es más fácil que Ovidio regrese y que nos ayude a que nos ayude el gobierno, que cubran mis daños, porque no creo que el gobierno vengan a cubrirlos”, refirió una habitante de nombre Mireyda Ramírez, a quien conocen en Jesús María con el apodo de “La China”.
Aunque el gobierno mexicano aseguró la presencia de militares para apoyar a la población, testimonios han acusad la ausencia de estas acciones. (Cuartoscuro)
Según los informes oficiales, durante los días y semanas siguientes al “jueves negro” del 2023, el gobierno mexicano desplegó alrededor de 1.800 soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), así como uniformados de la Guardia Nacional, para reforzar la seguridad y realizar actividades de labor social en Culiacán.
Un corte informativo del 19 de enero, 14 días después de la captura de Ovidio Guzmán, la Sedena detalló que cientos de habitantes habían sido beneficiados con consultas médicas y odontológicas, así como la distribución de raciones alimenticias y de agua.
“Todas las noches sueño lo mismo: los balazos, los guachos (militares), las ráfagas y el helicóptero ese. Mis hijos están más traumados, ni siquiera quieren ir a la escuela, apenas hace una semana empezaron a ir porque no quieren salir de aquí”, fue otro de los testimonios de “La China” citados por Milenio.
La distribución de agentes militares está dividida en tres células principales en el territorio donde fue detenido “El Ratón”:
- Sanidad: integrada por médicos, paramédicos y dentistas.
- Mantenimiento: conformada por carpinteros, herreros, albañiles, plomeros, pintores, peluqueros, reparadores de electrodomésticos y otros especialistas técnicos.
- Intendencia: constituida por oficiales y personal de tropa de este servicio para proporcionar alimentos a las y los habitantes.
A pesar de dichas acciones, las declaraciones de quienes viven en Jesús María, así como reportes de la prensa local, han revelado que las calles, lejos de estar ocupadas por personas, siguen tapizadas con las balas que quedaron como evidencia de aquella cruenta batalla.