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domingo, 20 de abril de 2025

“1,133 + 1,297= 2,430 ?”: LA “HERRAMIENTA ESTRATEGICA de TERROR del CDS DESAPARECE un CRISTIANO cada 4 HORAS en SINALOA”…pero SI desaparecer equivale a morir,cifra de asesinatos se acerca a 3,000.


El drama humanitario que azota a Sinaloa desde septiembre de 2024 se expresa en cifras frías que, sin embargo, esconden historias de terror y desesperación. Entre estos números destaca uno particularmente aterrador: 1,297 personas privadas de su libertad en poco más de siete meses. 

Este análisis busca diseccionar esta cifra, examinándola no solo como un dato estadístico, sino como el reflejo de un estado de barbarie que cuestiona los fundamentos mismos del Estado mexicano.

La magnitud de la crisis: Radiografía de una guerra interna

Desde el 9 de septiembre de 2024 hasta el 17 de abril de 2025, Sinaloa ha experimentado una escalada de violencia sin precedentes, producto de la disputa entre facciones del mismo cártel que las autoridades no han podido contener. 

El balance reportado por el periódico Noroeste es estremecedor: 1,133 homicidios dolosos (5.1 diarios), 1,297 personas privadas de libertad (5.9 diarios), 4,334 vehículos robados (19.6 diarios), 986 personas detenidas (4.5 diarios) y 74 personas abatidas.

Esta violencia tiene su origen en el enfrentamiento entre dos facciones del mismo cártel: “Los Chapitos” y “Los Mayitos”, liderados respectivamente por los Guzmán y los Zambada. Lo que diferencia esta crisis de otras anteriores es precisamente su carácter de guerra civil dentro de una organización criminal que históricamente había mantenido cierta cohesión, transformándose ahora en una lucha fratricida que recuerda a las guerras banderizas medievales donde diferentes linajes de la nobleza rural se enfrentaban por el control territorial.

Disección de la cifra: 1,297 desaparecidos como reflejo de la barbarie

La cifra de 1,297 personas privadas de su libertad en 220 días representa un promedio de 5.9 desapariciones diarias. Esto significa que, cada cuatro horas, una persona desaparece en Sinaloa como consecuencia directa de este conflicto. Para dimensionar la magnitud de esta tragedia, es necesario compararla con otros contextos y analizarla desde diferentes perspectivas.

Víctimas invisibles: Rostros detrás de los números

Entre las víctimas de esta violencia desatada se encuentran grupos particularmente vulnerables. Hasta el 2 de abril de 2025, 37 menores de edad habían sido asesinados en Sinaloa desde el inicio del conflicto. El desglose indica que en marzo de 2025 ocurrieron los homicidios de dos niñas, Danna Sofía de 12 años y Regina de 14 años, siendo las primeras víctimas femeninas menores de edad en este periodo.

En cuanto a los varones menores de edad asesinados, la distribución es igualmente perturbadora: uno de 2, 6, 9 y 12 años; dos de 14 años; siete de 15 años; nueve de 16 años; y trece de 17 años. Estos datos evidencian que la violencia no distingue edad ni condición, y que los menores están siendo víctimas directas de un conflicto ajeno a ellos.

Comparación con otras métricas de violencia

La cifra de 1,297 desaparecidos supera incluso la de homicidios dolosos (1,133), lo que sugiere un patrón de violencia donde la privación de libertad se ha convertido en una herramienta estratégica del terror que irremediablemente nos lleva al homicidio,bajo el entendido de que aunque no haya cadaver,si puede haber asesinato,estariamos entonces ante una cifra de 2,430 victimas de homicidio.

A diferencia de los homicidios, cuya evidencia es inmediata, las desapariciones generan un estado de incertidumbre permanente en las familias y comunidades, multiplicando el impacto psicológico y social de la violencia.

La barbarie como categoría de análisis: ¿Un retorno al México bárbaro?

La barbarie, entendida como lo opuesto al humanismo y al estado de derecho, se manifiesta en actos como el genocidio, la esclavitud y la tortura, considerados graves violaciones de los derechos humanos. En este sentido, las 1,297 desapariciones representan una expresión contemporánea de barbarie en un contexto supuestamente democrático.

El paralelismo con el “México bárbaro”

John Kenneth Turner utilizó el término “México bárbaro” en 1908 para describir las condiciones de vida de los peones en Valle Nacional y Yucatán. Hoy, más de un siglo después, podríamos volver a utilizar ese título para referirnos a la actividad de los señores del narcotráfico. La inmensa mayoría de los mexicanos aceptamos observar las reglas de la convivencia civilizada, pero hay grupos que las rechazan y han llevado a México a una condición inesperada.

Lo que hace particularmente inquietante la situación actual es la similitud con aquella época: la impunidad con que operan los grupos criminales, la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad de los ciudadanos, y la normalización de la violencia como parte del paisaje cotidiano.

Barbarie versus democracia: Una contradicción fundamental

“Barbarie y democracia son procesos antagónicos y su convivencia causa desequilibrio en la segunda. Un régimen democrático no debería tolerar acciones de barbarie, especialmente por parte de agentes estatales”. Esta afirmación pone en evidencia la contradicción fundamental que opera en Sinaloa: la persistencia de prácticas bárbaras en un contexto formalmente democrático.

La privación de libertad de 1,297 personas no solo representa una violación masiva de derechos humanos, sino que cuestiona la legitimidad misma del Estado para garantizar el más básico de los derechos: la vida y la libertad. En este sentido, la cifra es sintomática de un fracaso institucional que trasciende lo meramente estadístico.

El papel del Estado: Entre la ineficacia y la complicidad

La respuesta estatal ante esta crisis ha oscilado entre la ineficacia operativa y algo mas que la sospecha de complicidad. El despliegue ya de miles de militares en Sinaloa, incluyendo más de 300 soldados de fuerzas especiales, no ha logrado contener una violencia que se expande y diversifica.

La militarización como estrategia fallida

La estrategia de militarización del conflicto, similar a la implementada en estados como Guerrero durante administraciones anteriores, ha mostrado sus límites. Como señala un análisis sobre la guerra irregular en Guerrero: “La lógica de la guerra provocó más violencia y la estrategia de descabezar los cárteles la multiplicó. La fragmentación de éstos, por la captura o abatimiento de sus líderes, potenció el conflicto de los grupos entre sí y la extorsión a la población civil”.

La ausencia del Estado de derecho

El abismo entre las declaraciones institucionales y la realidad cotidiana evidencia la fragilidad del estado de derecho en Sinaloa. 

Como señala un análisis sobre desaparición forzada: “El ejercicio de la soberanía pasa por que el Estado ejerza el monopolio de la fuerza, haga valer la ley y brinde seguridad física básica a sus habitantes, y eso no sucede en nuestro país: vastas zonas son controladas por grupos criminales que a diario extorsionan, asesinan y desaparecen a indefensos”.

Más allá de la cifra: Las implicaciones sociales y políticas de 1,297 desaparecidos

La cifra de 1,297 personas privadas de libertad representa mucho más que un dato estadístico. Es el reflejo de una crisis humanitaria, política y social que cuestiona los fundamentos mismos del pacto social en México.

La crisis humanitaria invisible

Cada persona desaparecida representa una familia devastada, una comunidad atemorizada y un tejido social roto. Los 1,297 desaparecidos en Sinaloa no son solo números, son historias interrumpidas, proyectos de vida truncados y esperanzas destruidas. La magnitud de esta crisis humanitaria apenas comienza a dimensionarse.

Como en otros contextos de violencia masiva, las familias de los desaparecidos enfrentan no solo el dolor de la ausencia, sino también la indiferencia institucional y la estigmatización social. 

La normalización de la barbarie

Quizás el efecto más pernicioso de esta crisis es la normalización de la barbarie como parte de la vida cotidiana. Los sinaloenses han aprendido a vivir con niveles de violencia que en cualquier sociedad democrática serían considerados inaceptables. Esta normalización opera como un mecanismo de supervivencia psicológica, pero tiene consecuencias devastadoras para la construcción de una ciudadanía crítica y participativa.

La frecuencia con que los medios reportan desapariciones, asesinatos y enfrentamientos armados ha generado una desensibilización colectiva que dificulta la indignación moral necesaria para exigir cambios. Como señala un análisis sobre el mercadeo de la barbarie: “Un mercadeo del ‘horror’ y ‘la barbarie’ que sigue una estrategia sensacionalista y de escándalo espectaculariza el suceso atrayendo la atención”, contribuyendo paradójicamente a su normalización.

Conclusión: La cifra como espejo de un Estado fallido

Las 1,297 personas privadas de libertad entre septiembre de 2024 y abril de 2025 en Sinaloa constituyen más que un dato alarmante: son el reflejo de un Estado incapaz de garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos. Esta cifra desnuda las contradicciones de un sistema político que se proclama democrático pero tolera niveles de violencia propios de un estado de guerra.

La presencia militar, las estrategias de seguridad y los discursos oficiales han demostrado su insuficiencia frente a una crisis que hunde sus raíces en problemas estructurales: la impunidad, la corrupción, la desigualdad y la debilidad institucional. En este contexto, las 1,297 desapariciones representan no solo una tragedia humanitaria, sino un fracaso civilizatorio que cuestiona nuestra condición misma como sociedad.

Frente a esta realidad, es necesario repensar no solo las estrategias de seguridad, sino el modelo mismo de Estado y los valores que lo sustentan. La lucha contra la barbarie requiere más que fuerza militar: demanda instituciones sólidas, participación ciudadana y un compromiso inquebrantable con los derechos humanos. Solo así podremos evitar que los 1,297 desaparecidos se conviertan en una cifra más de nuestra historia de violencia normalizada, y comenzar a construir un futuro donde tales barbaridades sean verdaderamente inadmisibles.

Con informacion: NOROESTE/ MEDIOS/ REDES/

POR “ANDAR DISPARANDO a lo TARUGO”: LA “C.N.D.H DETERMINÓ la CALIDAD de ASESINOS de MIEMBROS del EJERCITO que MATARON MEDIA DOCENA e HIRIERON 19 MAS en OPERATIVO en CHIAPAS”…camioneta se parecia a las que usan criminales y en bola les echaron bala.


La CNDH determinó que elementos del ejercito Mexicano (Defensa),incurrieron en una serie de delitos grave provocados por el uso excesivo de la fuerza al disparar y asesinar a seis migrantes y herir a otras 19 personas en Chiapas, el 1 de octubre de 2024,ya bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum.

Los militares que accionaron las armas, determinó, violaron gravemente los derechos humanos de los 25 migrantes que resultaron afectados durante el operativo.

“Se generaron indicios que convierte a dos de los elementos en directamente responsables frente a la obligación máxima que tenían, como servidores públicos, de proteger la vida y la integridad de las personas”.

“Se estableció que el uso de la fuerza aplicada no fue gradual, proporcional ni adecuado y que las personas fallecidas fueron víctimas de un uso excesivo e innecesario de la fuerza en el que se utilizaron, de manera ilegítima, armas de fuego”, sostuvo.

La Comisión emitió la recomendación 175VG/2025 dirigida al titular de la Defensa Nacional, General Ricardo Trevilla Trejo, para que la dependencia a su cargo proceda a la inmediata reparación integral del daño a las víctimas directas e indirectas.

El 1 de octubre, señaló la CNDH, elementos militares que realizaban labores de vigilancia sobre la carretera Villa Comaltitlán-Huixtla, Chiapas, abrieron fuego contra una camioneta tipo pick-up que hizo caso omiso de detener su marcha.

El vehículo, indicó entonces la Sedena, tenía características similares a “los que usan los grupos delincuenciales en esa región”.

Tras darse a conocer que las víctimas eran migrantes de distintas nacionalidades, la Secretaría informó que quienes accionaron sus armas fueron separados de sus funciones, además de que el caso se hizo del conocimiento de la Fiscalía General de la República. La agresión también fue investigada por la Fiscalía General de Justicia Militar,pero sin llegar a ningun castigo penal, como se acostumbra.

Delitos graves inferidos por la CNDH en la Recomendación 175VG/2025

Si bien la CNDH señala que no pudo determinar intencionalidad directa de causar la muerte, sí identifica indicios claros de responsabilidad directa de dos militares por incumplir la obligación de proteger la vida e integridad de las personas.

A partir de los hechos y la calificación de la CNDH, se infieren y presumen los siguientes delitos graves, con sus respectivas sanciones penales conforme al Código Penal Federal y legislación aplicable en México:


1. Homicidio Calificado

  • Descripción: Privar de la vida a otra persona, con agravantes como abuso de autoridad, uso de armas de fuego y en el ejercicio de funciones públicas.
  • Sanción: De 20 a 50 años de prisión (artículos 302, 315 y 320 del Código Penal Federal). Si la víctima es menor de edad, la penalidad puede aumentar.
  • Fundamento: Seis migrantes, incluyendo un menor, fueron asesinados por disparos de militares en un contexto donde no existía justificación para el uso letal de la fuerza.

2. Lesiones Calificadas

  • Descripción: Causar daño físico a otra persona, con agravantes por el uso de armas de fuego y abuso de autoridad.
  • Sanción: De 2 a 15 años de prisión, dependiendo de la gravedad de las lesiones y si ponen en peligro la vida o dejan secuelas permanentes (artículos 288, 289 y 291 del Código Penal Federal).
  • Fundamento: 19 personas resultaron heridas, nueve de ellas de gravedad, por el uso ilegítimo de armas de fuego.

3. Abuso de Autoridad y Uso Ilegítimo de la Fuerza

  • Descripción: Cuando un servidor público, en el ejercicio de sus funciones, realiza actos contrarios a la ley que lesionan derechos humanos.
  • Sanción: De 2 a 8 años de prisión, inhabilitación y destitución del cargo (artículo 215 del Código Penal Federal).
  • Fundamento: La CNDH acreditó que los militares no aplicaron protocolos de menor letalidad, ni intentaron maniobras menos letales, actuando fuera de la legalidad y proporcionalidad exigidas.

4. Violaciones Graves a los Derechos Humanos (Derecho a la Vida e Integridad Personal)

  • Descripción: Conductas de servidores públicos que resultan en privación arbitraria de la vida, tratos crueles, inhumanos o degradantes.
  • Sanción: Estas violaciones pueden derivar en responsabilidad penal, administrativa y civil, y ser perseguidas de oficio por la Fiscalía General de la República, con penas que pueden ir de 20 a 50 años de prisión en los casos más graves (artículos 19 y 29 de la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes).
  • Fundamento: La privación arbitraria de la vida y las lesiones graves a migrantes constituyen violaciones graves a derechos humanos, con consecuencias penales y administrativas.

5. Responsabilidad Penal Militar

  • Descripción: Los miembros de las Fuerzas Armadas pueden ser juzgados por la jurisdicción civil cuando cometen delitos contra civiles, especialmente homicidio, lesiones y abuso de autoridad.
  • Sanción: Las penas corresponden a las del Código Penal Federal, además de las sanciones militares, como baja definitiva y pérdida de derechos.

Tabla resumen de delitos y sanciones

DelitoSanción Penal (aprox.)Fundamento Legal y Contexto
Homicidio calificado20 a 50 años de prisiónCódigo Penal Federal, arts. 302, 315, 320; muerte de 6 migrantes, incluido menor
Lesiones calificadas2 a 15 años de prisiónCódigo Penal Federal, arts. 288-291; 19 migrantes heridos
Abuso de autoridad / uso ilegítimo de fuerza2 a 8 años de prisión, inhabilitaciónCódigo Penal Federal, art. 215; uso excesivo de la fuerza, sin protocolos
Violaciones graves a derechos humanos20 a 50 años de prisión (según caso)Ley General para Prevenir la Tortura; privación arbitraria de vida e integridad
Responsabilidad penal militarPenas civiles y militaresCódigo de Justicia Militar y Penal Federal; delitos contra civiles

Conclusión

La CNDH presume la comisión de delitos graves como homicidio calificado, lesiones calificadas, abuso de autoridad y violaciones graves a derechos humanos, todos con sanciones penales severas bajo la legislación mexicana. Los hechos también implican la obligación de reparación integral del daño y la responsabilidad de las autoridades militares ante instancias civiles y penales.

Con informacion: ELNORTE/

“YA EXPORTAMOS GATILLEROS por ENCARGOS ?”: “REPORTE MILITAR de ECUADOR ACUSA a MEXICO de MANDAR SICARIOS para ATENTAR VS PRESIDENTE RECIEN ELECTO”…el que no le gusto a Mexico,saldo de lo “metiches” que somos.


El mas reciente diferendo entre México y Ecuador, marca un nuevo capítulo en la ya deteriorada relación bilateral, caracterizada por acusaciones graves y una escalada de tensiones diplomáticas. 

Las autoridades ecuatorianas han declarado una “alerta máxima” ante supuestas amenazas provenientes de México, mientras que el gobierno mexicano rechaza categóricamente estas acusaciones, calificándolas como narrativas infundadas que buscan vincular al país con actividades delictivas en territorio ecuatoriano. 

Este conflicto se produce exactamente un año después de la ruptura formal de relaciones diplomáticas tras el incidente de la embajada mexicana en Quito, demostrando que las heridas de aquel episodio siguen abiertas y ahora se profundizan con nuevas acusaciones mutuas.

Antecedentes de la Crisis Diplomática

La Irrupción en la Embajada Mexicana

La actual tensión tiene su origen en los eventos del 5 de abril de 2024, cuando fuerzas policiales ecuatorianas irrumpieron violentamente en la embajada de México en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba asilado en la sede diplomática y había recibido formalmente el estatus de refugiado político por parte del gobierno mexicano. 

Jorge Glas se había refugiado en la embajada mexicana desde diciembre de 2023, solicitando protección ante lo que consideraba una persecución política. 

El exvicepresidente ecuatoriano, quien ocupó ese cargo entre 2013 y 2018, había sido condenado por la justicia de su país por casos de corrupción, pero México le había concedido asilo político considerando que existían motivaciones políticas detrás de su persecución.

Las Justificaciones de Ecuador y la Respuesta Internacional

El gobierno del presidente Daniel Noboa justificó la operación policial argumentando que México había “abusado de inmunidades y privilegios concedidos en la misión diplomática” y que el asilo otorgado a Glas era “contrario al marco jurídico convencional”. Según la postura ecuatoriana, Glas era un delincuente común condenado por corrupción y no merecía protección diplomática.

El Nuevo Episodio de Tensión

Las Acusaciones de Ecuador sobre Sicarios Mexicanos

El más reciente capítulo en esta crisis diplomática comenzó el 17 de abril de 2025, cuando el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas e Inteligencia Militar de Ecuador emitió un informe alertando sobre el supuesto “traslado de sicarios desde México y otros países hacia Ecuador con la finalidad de realizar atentados terroristas contra el presidente de la República, su gabinete ministerial y equipo de trabajo”.

José de la Gasca, ministro de Gobierno ecuatoriano, confirmó la autenticidad del documento filtrado y declaró que el “Estado está en alerta máxima” ante estas supuestas amenazas. El funcionario atribuyó estos presuntos planes a “la venganza de los malos perdedores”, en referencia al reciente proceso electoral donde Noboa logró su reelección. El informe de inteligencia militar ecuatoriana habría identificado planes específicos para atentar contra la vida del mandatario y su equipo, lo que llevó a reforzar las medidas de seguridad en torno a las principales autoridades del país andino.

La Respuesta de México

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México respondió inmediatamente a través de un comunicado oficial donde “rechaza tajantemente la reiterada e inescrupulosa creación de narrativas en comunicados oficiales y/o filtraciones de documentos oficiales, que aluden a México como fuente de supuestos actos delictivos o situaciones internas en ese país”.

El Contexto Electoral Ecuatoriano

Este nuevo diferendo surge apenas días después de la reelección de Daniel Noboa como presidente de Ecuador, quien logró imponerse con 12 puntos de ventaja sobre la candidata correísta Luisa González. La contundente victoria de Noboa ha sido cuestionada por sectores de la oposición que han denunciado supuestas irregularidades en el proceso electoral.

Tanto México como Colombia han expresado reservas sobre el resultado. La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum aún no ha reconocido oficialmente el triunfo de Noboa, argumentando que esperaba la finalización del conteo final y citando las denuncias de fraude realizadas por Luisa González.

Conclusión

El resurgimiento de tensiones entre México y Ecuador demuestra las profundas heridas que dejó el incidente diplomático de abril de 2024. Las recientes acusaciones sobre supuestos planes de atentado con sicarios mexicanos contra el presidente Noboa representan un nuevo capítulo en esta crisis bilateral que parece lejos de resolverse.

Mientras Ecuador mantiene su postura de alerta ante supuestas amenazas externas, México rechaza categóricamente cualquier vinculación con actividades delictivas y reitera su compromiso con el principio de no intervención. Este intercambio de acusaciones refleja un deterioro en las relaciones diplomáticas latinoamericanas y plantea interrogantes sobre el futuro de la cooperación regional.

Con informacion: ELNORTE/

“SICARIOS ALLANARON REPRESENTACION RELIGIOSA de la ULTIMA CENA para MATAR DOS en CELAYA OTRA GUARIDA de ESCORPIONES”…en el altar de la impunidad no hay ritual sagrado.


La noche del Jueves Santo en Celaya, Guanajuato, se tiñó de tragedia cuando un ataque armado interrumpió la solemne representación de la Última Cena en el barrio de San Miguel, dejando como saldo dos personas fallecidas. 

Lo que debía ser una conmemoración religiosa pacífica se transformó en escena de terror cuando disparos provocaron pánico entre los asistentes.

Este incidente no solo refleja la creciente ola de violencia que azota a Guanajuato, sino también cómo las manifestaciones culturales y religiosas ya no representan
un espacio seguro para la comunidad. A pesar de la tragedia, la comunidad religiosa decidió continuar con las
celebraciones del Viernes Santo, en un acto de resistencia
frente a la violencia.

Cronología de los Hechos Violentos

El ataque ocurrió aproximadamente a las 10:00 de la noche del jueves 18 de abril de 2025, mientras decenas de personas presenciaban la representación de la Última Cena en el barrio de San Miguel de Celaya. El escenario de la tragedia fue la calle Diego Rivera, casi esquina con Francisco Javier Mina, a escasos metros del templo de San Miguel Arcángel, donde se desarrollaba el evento religioso.

Según testigos, repentinamente se escucharon disparos que desataron el pánico entre los asistentes. La multitud comenzó a correr desesperadamente buscando ponerse a salvo, mientras algunos se refugiaban debajo de sus asientos en la explanada. A través de un altavoz, uno de los organizadores intentaba calmar a la gente diciendo: “Al suelo, por favor. Al suelo”.

Las autoridades confirmaron que los atacantes presumiblemente iban contra alguna persona que se encontraba en la zona. Sin embargo, las víctimas del ataque fueron una mujer identificada como Jazmín “N” y un hombre de 47 años, quienes recibieron impactos de bala en la cabeza. Ambos fueron encontrados tendidos en la vía pública tras el tiroteo.

Respuesta Inmediata y Atención a las Víctimas

Tras el ataque, ciudadanos y presentes intentaron auxiliar a las víctimas mientras llegaban los servicios de emergencia. Paramédicos acudieron al lugar y confirmaron que tanto el hombre como la mujer seguían con vida al momento de ser atendidos, por lo que fueron trasladados a un hospital cercano.

Lamentablemente, Jazmín, quien según algunos reportes formaba parte de la representación religiosa, falleció poco después debido a la gravedad de sus heridas. El hombre, que según algunas fuentes podría ser pareja o esposo de Jazmín, murió horas más tarde en el hospital.

Perfil de las Víctimas y Circunstancias del Ataque

La información sobre las víctimas es limitada. Jazmín ha sido identificada como una mujer joven que, según algunos reportes, participaba activamente en la representación religiosa de la Última Cena. Con respecto al hombre de 47 años, algunas fuentes indican que podría tratarse del esposo o pareja de Jazmín, aunque esta información no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades.

Existen dos versiones sobre la naturaleza del ataque. El director de la Policía Municipal, Bernardo Rafael Cajero Reyes, informó que un agresor solitario disparó contra las víctimas. Sin embargo, otros reportes mencionan la participación de “hombres armados” que irrumpieron en el evento.

Lo que resulta claro es que el ataque generó conmoción entre los asistentes y provocó la interrupción inmediata del acto religioso. Comerciantes que habían instalado puestos en la zona decidieron retirarse por temor a la violencia.

Evidencia y Documentación del Incidente

El ataque quedó documentado en varios videos que circularon en redes sociales, donde se puede observar a personas con atuendos bíblicos brindando auxilio a las víctimas, mientras otras se encontraban en situación de crisis. Los videos también muestran el caos y la desesperación entre los asistentes tras escucharse los disparos.

Contexto de Violencia en Guanajuato

Este trágico incidente no es un caso aislado, sino que se enmarca en un contexto más amplio de violencia que azota al estado de Guanajuato. La entidad ha sido epicentro de altos índices delictivos y ha sido escenario de numerosos operativos de seguridad.

Con informacion: ELNORTE/

“MA,AYUDAME el CARTEL de JALISCO ME TIENE AQUI”: “TENIS del RANCHO IZAGUIRRE CUENTAN HISTORIA con ROSTRO y APELLIDO de ESTUDIANTE que SALIO a BUSCAR TRABAJO y ENCONTRO la MUERTE”…en medio de declaraciones dolorosas y pendejas de “Garcia Harfuch”.


Pablo Joaquín Gómez Orozco tenía 17 años cuando quiso salir a buscar trabajo por la temporada vacacional de Semana Santa de 2023, en Tepic, Nayarit y su madre, Alejandrina Orozco, dice que se arrepiente de haberlo ayudado a llenar esas formas de trabajo una noche antes de que este estudiante de preparatoria saliera de su casa para no volver más. 

Dos años después, cuando Alejandrina vio con terror y consternación, aquellas imágenes en la tele sobre un rancho usado por el narco en Jalisco para reclutar y adiestrar a jóvenes, descubrió algo que la horrorizó. Entre los zapatos y prendas de ropa apiladas en montículos desordenados alcanzó a distinguir los tenis azules de su hijo. Los tenis que llevaba la última vez que lo vio.

Pablo era un estudiante entusiasta, amante de la programación. Además de cursar la preparatoria, tomaba cursos los fines de semana sobre liderazgo y superación personal. Quería trabajar en sus días libres para llevar algo extra a casa. 

Las primeras noticias después de varios días de no saber nada de él, cuando su madre decidió esperar —como le obligaron a hacer en la Fiscalía local— las 72 horas para reportar su desaparición, las recibió cuando salió a la calle a pegar fotografías de su hijo que ella misma imprimió. 

Un joven se le acercó y le dijo que a su hijo se lo habían llevado “reclutado” a Jalisco, específicamente a un rancho en Tala —un municipio ubicado a unos 50 kilómetros de Guadalajara.

Unos siete días después de su desaparición, Alejandrina recibió un mensaje de Pablo desde una cuenta de Facebook en el que le dio un número telefónico para que le llamara y le dijo que se encontraba en Zacatecas. 

En esa conversación intermitente, Pablo le dijo que tenía miedo y que estaba en un lugar encerrado donde era custodiado por varios hombres: un comandante, un intermediario y uno que los cuidaba todo el tiempo: “Ma, ayúdame, el Cartel Jalisco es el que me tiene aquí”, le dijo.

El caso de Pablo es similar al de otros cientos de miles de jóvenes en todo México, que buscan oportunidades de superación para poder ayudar a sus familias y se convierten, en muchos casos, en presas fáciles de falsas ofertas de trabajo que terminan convirtiéndose en trampas para el reclutamiento a grupos delincuenciales.

Pablo salió de casa cerca de las 10.30 de la mañana un 30 de marzo de 2023, con sus solicitudes de empleo en mano. Salió a su ciudad natal, Tepic, un lugar que él conocía y recorría cotidianamente para ir a su preparatoria o para asistir a los cursos de fin de semana. En ningún escenario, ni él ni su familia, habían siquiera contemplado que salir a buscar trabajo en su lugar de origen, podría significar un peligro. Su celular llevaba semanas sin funcionar, así que se comunicaba a través del teléfono de su mamá. Por eso, cuando esa tarde no llegó a comer ni a cenar, Alejandrina supo que algo malo le había sucedido.

Pasaron varias semanas para que esta madre buscadora tuviera más claridad y orientación sobre los pasos que debía de seguir para que el caso de Pablo fuera atendido, pero no ha sido fácil. No volvió a tener comunicación con su hijo, y logró reunir información ella sola —como hacen todas las madres buscadoras en el país— para ir rastreando los pasos de su hijo, que recorrieron al menos otros tres estados del norte de México.

El pasado 8 de abril, el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, aseguró que muchos jóvenes que trabajan para los cárteles de la droga en México están ahí por voluntad o por una “aspiración” de pertenecer a una de estas agrupaciones. “Es doloroso [las declaraciones de Harfuch] porque si mi hijo o los jóvenes como él estuvieran por voluntad, no llamarían pidiendo ayuda”, dice la madre buscadora.

Alejandrina, fue una de las asistentes a la reunión del pasado lunes con la Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, y con otros representantes del Gobierno Federal. Para ella, es una señal de esperanza que la acerca más a saber dónde está su hijo. Sin embargo, aunque se empeña en decir que es una oportunidad y que se siente agradecida de ser escuchada por primera vez por el Gobierno, también insiste en que lo que resulte de esas conversaciones será al final lo verdaderamente importante.

Cuatro fiscalías: ningún resultado

Después de recibir noticias de Pablo, Alejandrina pidió ayuda en la fiscalía de Nayarit, solicitó que la ubicación del teléfono al que llamó a su hijo fuera rastreado y que se pidiera colaboración con la fiscalía de Zacatecas. Pero nadie la tomó en serio. Hasta que, después de mucho trabajo, logró que se rastreara la ubicación. Esa huella terminó en Zacatecas —a unos 500 kilómetros de distancia de Tepic—, pero antes pasó por Jalisco y por Aguascalientes.

Cuatro fiscalías. Ninguna ha podido ayudar. Ni siquiera ha logrado tener acceso a los tenis que podrían pertenecer a su hijo. Ella quiere que sea la Fiscalía General de la República (FGR) —que también le ha negado hasta ahora hacerse cargo de su carpeta— la que atraiga el caso, ante la negativa y los innumerables obstáculos que le han dado en Jalisco o en Nayarit, por ejemplo, cuya puerta se le cerró de golpe justo después de dar una entrevista al sitio de noticias de la periodista Carmen Aristegui. “A partir de ese momento, el fiscal [de Nayarit] me cerró la puerta totalmente”, cuenta.

Aguascalientes, por su parte, no ha dado respuesta. Y en Zacatecas, personal de la propia fiscalía está intentando desacreditarla, diciéndole a miembros de su colectivo que ella tiene vínculos con el CJNG. Además, la madre buscadora denuncia que esa misma fiscalía ha obtenido información sobre la existencia de videos que podrían ser evidencia sobre el paradero de Pablo, y que, en cambio, el personal que ha podido recabarlos los ha omitido intencionalmente y ha tratado de incriminar a su hijo escribiendo reportes en los que lo señalan como un “presunto líder delincuencial”.

El caso de Pablo es un reflejo del síntoma de la gran enfermedad que asola a México: fiscalías sin competencias, sin recursos, sin capacitación. Esta madre buscadora ha contado todo su caso —una vez más— también a la secretaria Rosa Icela Rodríguez. Compromisos y promesas hubo. Le dijeron que revisarían si su carpeta sería asumida finalmente por la FGR. Sobre las otras fiscalías y su actuar, nada. Una de las promesas del Gobierno federal ha sido que, desde ahora, se castigará a los funcionarios de las fiscalías que sean omisos o incurran en otros delitos.

Alejandrina no ha podido tener acceso a los tenis que, intuye, pueden ser de Pablo. Aunque hay un inventario de prendas que la Fiscalía de Jalisco puso a disposición del público para ayudar al reconocimiento, después del hallazgo del rancho en Teuchitlán.

Con informacion: ERIKA/ROSETE/DIARIO ESPAÑOL/ELPAIS