El escándalo entre Sandra Cuevas y el periodista Carlos Jiménez (“C4”) es el reality show político que México no sabía que necesitaba: una batalla campal de declaraciones ácidas, acusaciones de misoginia, lios sentimentales y, cómo no, una retahíla de frases de antología que parecen salidas de una serie de Netflix pero con producción de la colonia Guerrero.
¿Quién es Sandra Cuevas?
Sandra Xantall Cuevas Nieves no es solo la exalcaldesa de Cuauhtémoc (CDMX), sino la reina autoproclamada del escándalo mediático. Empresaria, licenciada en Comercio Internacional, con maestría y doctorado, fundadora de ONG, y en los últimos tiempos, protagonista de pleitos tuiteros, shows en vivo y hasta intentos de formar su propio partido con nombre de reality show: “Por la Familia y la Seguridad de México”.
Contexto del Escándalo
El choque con C4 Jiménez escaló cuando él publicó fotos íntimas de Cuevas con “El Choko”, presunto líder de una banda criminal, desatando tsunami mediático. A la par, la acusó por la muerte de un joven en una rodada motorizada organizada por ella. Sandra, en defensa propia, soltó frases de antología en transmisiones que parecen más monólogos de stand-up que comunicados políticos: llamó misógino a C4, lo tachó de querer ser mujer, hizo alusiones a su vida sexual y le soltó un monumental “bájale de huevos” en horario triple A.

Desmenuzamos las Frases de Sandra
- “El señor es misógino. Quisiera ser mujer. Al señor le gustan los hombres. Tiene relaciones sexuales con hombres”
- Más que defensa, esto es fuego amigo con turbo: atacando al mensajero con insinuaciones que hoy rozan la homofobia y buscan desestimar la autoridad moral de C4 más desde el espectáculo que desde lo jurídico.
- “Bájale de huevos”
- La frase que define la política chilanga del 2025: no hay filtros, se habla en código vecinal, buscando el aplauso en la banqueta más que el de la academia de derecho.
- “Si tú a mí me dices, soy una persona de trabajo, yo te voy a creer… Pero si en la vida te tuercen…”
- Aquí Sandy se sacude cualquier responsabilidad por sus amistades bandoleras: no soy juez, soy buena onda, y mientras no te condenen, aquí todos somos santos. Un clásico “no sabía con quién me metía” versión ultratumbona.
- “Nadie te puede llamar delincuente y lo dice la Constitución”
- Sandra saca la carta magna para escudarse y abogar por la presunción de inocencia, aunque la evidencia social circundante huela a pólvora y motoneta.
Casi una Confesión y la presumía
Entre líneas, Sandra admite cercanía con el crimen organizado, pero se blinda con “yo solo era su amiga y tenía trato laboral… no soy de las que corren del barco hundido”. Si esto no es una confesión tácita, es al menos un “sí, pero no tanto”, modelo que ha hecho escuela entre la clase política nacional.
Conclusión Sin Moralina
En suma: Sandra Cuevas se defiende a balazos verbales, sin filtro y con ataques personales que opacan los argumentos legales. Un estilo que la ha hecho popular… y polémica. Tanto, que la pelea con C4 es lo más visto en la serie del caos político chilango, donde nadie es juez pero todos gritan, y el barrio, claro, siempre gana.
Esto, más que escándalo, es comedia urbana involuntaria.
Con informacion: MARCA/






