Qué belleza de país: aquí, al que antes atraparon armado y robando, ahora lo premian dándole fuero y poder sindical. El diputado de Morena, Pedro Haces, ese mismo que en 1998 fue fichado por andar atracando como cualquier asaltante de poca monta —de esos que te quitan hasta el reloj en el micro—, hoy se reinventa en grande: ya no necesita pasamontañas ni cañón, ahora basta con la credencial de Lider del sindicato de la CATEM y el respaldo de la 4T para expoliar regiones enteras bajo el manto de la “lucha obrera”.
Que dice la IP:
Luego de más de un año de pedir el apoyo del Gobernador de Durango, el priista Esteban Villegas, y la Fiscal estatal, Sonia Yadira de la Garza, las Cámaras urgen a la intervención de la Presidenta Claudia Sheinbaum y del Secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch.
“Los sectores productivos de la Comarca Lagunera de Durango no aguantan más”, afirma el posicionamiento de organismos patronales, agrícolas, ganaderos, avícolas, transportistas y prestadores de servicios, entre otros.
“Denunciamos con firmeza que continúan las extorsiones y cobros ilegales, que siguen amenazando la economía regional, a manos de operadores vinculados a la organización CATEM y grupos del crimen organizado”.
Esta crónica es una comedia negra de impunidad: más de una docena de cámaras y asociaciones empresariales de la Laguna (Coahuila y Durango) le prendieron fuego público a la CATEM —el sindicato de Haces—, acusándolos de tener tomada la región con cobros de piso pintados de cuotas, extorsiones, intimidación con armas, y control criminal de mercados, obras y hasta del agua en alianza claro, con el crimen organizado.
El catálogo de saqueos incluye desde el clásico “dame tu lanita por metro cúbico de arena” hasta el robo descarado al campesino que ya no sabe si llorar por la sequía o por los 20 mil pesos que le cobran por hectárea bajo el último grito de la moda mafiosa: el “huachicoleo hídrico”.
Eso sí, la CATEM jura que no hace chingaderas. Según Haces y su pandilla —que en otra vida usaban la máscara del ladrón de esquina y hoy portan la corbata del legislador— todo es una campaña negra. Porque, claro, pedirle a los comerciantes, taqueros, transportistas y ganaderos que paguen un impuesto privado y protegido por armas largas debe ser un acto heroico de la dignidad proletaria.
Mientras los empresarios de la Laguna exigen a gritos la intervención federal, la fiscalía de Durango juega a la estatua y el gobernador Villegas finge demencia. La maquinaria del abuso está tan institucionalizada que hasta se permite el lujo de acaparar mercados —el de la pollinaza, el silo forrajero, el agua para riego— con la bendición tácita de las autoridades locales y los guiños cómplices del crimen organizado.
¿Quién protege a la CATEM?
¿Quién respalda a los pistoleros sindicales que ahora son designados como “guardias de seguridad” para amedrentar a medio mundo?
Nadie responde. Lo que sí quedó claro es que, en este México de la Cuarta Transformación, el que nace para asaltante nunca muere: solo cambia de método, de la pistola al membrete sindical, de la mochila de asaltante al portafolio Gucci del diputado.
El mensaje de los empresarios es contundente: “La Laguna no debe ser un territorio de cárteles ni de sindicatos criminales”. Pero mientras las denuncias mueren en los cajones de las fiscalías y el gobierno federal no mete ni las narices, Pedro Haces y su CATEM siguen cobrando “piso”, ahora con papel membretado y fuero, como toda la vida soñó cualquier ladrón de provincia convertido en potentado con fuero.
Si antes los asaltantes detenían camiones a mano armada en la carretera, hoy detienen el desarrollo y la vida entera de una región desde la comodidad de la extorsión sindical. México mágico: el oficio de asaltar jamás pasa de moda, solo se recicla entre expedientes olvidados y privilegios impunes.
Con informacion: ELNORTE/ GRUPO REFORMA/
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