Ante los ataques armados directos que han dejado sin vida, heridos o desaparecidos policías municipales, el Alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, dijo desconocer si agentes han recibido amenazas del crimen organizado.
Aseguró que no tiene conocimiento sobre manifestaciones de amenazas previas a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal mientras la cifra de muerte avanza vertiginosa, ya van 47 policías asesinados, sin un solo detenido hasta el momento.
👉 Aquí hay un contraste brutal entre la magnitud de los hechos (casi medio centenar de muertos) y la apatía o ceguera institucional.
- Caso Culiacán:
El alcalde señala: “Desconoce si los policías municipales han recibido amenazas del crimen organizado”.
👉 Este es un caso espejo: usar el “no sé” como blindaje políticopara no comprometerse en una narrativa de guerra, pero a la vez transmitir una desconexión peligrosa.
2. El sesgo verbal y político
Este tipo de declaraciones trabajan con una estrategia de desmarque:
- Negación fingida → El “no sé” no es inocente: construye un muro de irresponsabilidad institucional.
- Normalización de la inseguridad → Se asume la violencia como parte del paisaje, y el funcionario intenta minimizarla con ambigüedad.
- Complicidad por omisión → “No saber” equivale a no querer saber, lo cual es peor: invisibiliza la realidad y deja en el aire la sospecha de colusión o, en el mejor de los casos, de inoperancia.
En ambos discursos (“desconozco”), se instala la figura del alcalde ausente → una especie de personaje decorativo que, en medio de funerales de policías, actúa como si no estuviera enterado.
Lo que se dibuja es un remedo de alcalde:
- Una autoridad que pretende protegerse con la fórmula de la ignorancia selectiva, lo que en la jerga popular suena ya como una burla cruel a la ciudadanía.
- En lugar de jefe de gobierno local, aparenta un jefe de prensa de la nada, cuyo guion solo tiene frases de “no sé” y “no tengo información”.
- La ironía: mientras el narco sí sabe, organiza y ejecuta, el alcalde “no sabe” ni siquiera si su propia policía es amenazada.
3. Sintetizado
“Un alcalde que no sabe es todavía más peligroso que uno que sabe y calla: porque desde la ignorancia voluntaria se gesta la impunidad absoluta. Van 47 policías asesinados, y la respuesta oficial es un ‘desconozco’. Entonces, o gobierna el crimen o gobierna el vacío. Y entre un alcalde títere y un alcalde ciego, el resultado para los ciudadanos es el mismo: indefensión total.”
Con informacion: NOROESTE

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