Un operativo para encontrar a los responsables de un ataque armado contra una casa en Cuernavaca, Morelos, derivó en el aseguramiento de armas, municiones y presunto material explosivo en un domicilio de Jiutepec.
El ataque se registró la mañana del pasado lunes 25 de agosto en la Colonia Prados de Cuernavaca, cuando hombres armados a bordo de una camioneta abrieron fuego contra la fachada de una vivienda y un vehículo.
Decepción pública y falta de responsables
Tras el operativo,aunque resultó en el aseguramiento de armas, explosivos improvisados y varios objetos relacionados con el crimen; sin embargo, el hecho central —y lo que más ha indignado a la opinión pública— es la ausencia total de personas detenidas.
Comentario al pie de la nota de El Norte, plagado de frustración y sarcasmo, no dejan lugar a dudas: la ciudadanía ve el operativo como un simulacro de eficacia que falla en lo fundamental. Expresiones como “¿de qué sirvió todo eso si no hay ningún detenido?”, y críticas airadas por la puesta en escena sin resultados tangibles, demuestran el hartazgo ante un patrón repetido: aseguramientos vistosos, pero sin capturas ni responsables directos para responder por la violencia.
Operativo sin impacto real
El despliegue de elementos federales, tecnología (drones) y el aseguramiento de armas largas, carteles del “Comando Tijera” y explosivos pueden impresionar en los informes oficiales, pero en el terreno legal y social equivalen a poco si los autores intelectuales y materiales quedan impunes. La narrativa del operativo se desvanece ante la cruda realidad: una casa asegurada y varios objetos incautados, pero ninguna persona llevada ante la justicia.
Valor de la ausencia de detenidos
Para la población, la incapacidad de detener a los presuntos agresores equivale a una corrección directa del crimen: los responsables, libres, se reinstalan en la impunidad. La retórica oficial se percibe vacía y el decomiso se interpreta más como un “trofeo de consuelo” que como un golpe significativo a la estructura criminal.
Conclusión
Mientras no haya detenciones efectivas, la percepción ciudadana será la de un fracaso operativo, y cada aseguramiento sin arrestos como ocurre con el “trafico de huachicol” como regla,reafirma el sentir de que el Estado llega sólo a recoger los restos, nunca a cortar de raíz la violencia ni a castigar a los responsables.
Con informacion: ELNORTE/

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