Más negocios sospechosos entre particulares y dependencias del gobierno federal, concretamente la Secretaría de la Defensa, evidencian un nuevo caso de manejo indebido de recursos públicos –documentado por la Auditoría Superior de la Federación– y probables actos de corrupción. El asunto involucra la ampliación del estacionamiento de la Sedena localizado en Industria Militar y Periférico. El arquitecto que creó el proyecto es Santiago Aspe Poniatowski, quien elaboró asimismo el del complejo inmobiliario de Ixtapan de la Sal donde Enrique Peña Nieto tiene una residencia.
Mexico,D.F 15/Feb/2015 (Proceso) En febrero del año pasado, al concluir los festejos por el centenario del Ejército Mexicano, el presidente Enrique Peña Nieto inauguró una costosa obra adjudicada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al mismo arquitecto que construyó la casa club del desarrollo inmobiliario y de descanso en Ixtapan de la Sal donde el gobernante tiene una propiedad.
Mediante adjudicación directa, la Sedena entregó a Coemsa Inmobiliaria la ampliación de su estacionamiento ubicado en avenida Industria Militar y Periférico. El contrato firmado por el Ejército y la empresa tuvo por objeto la ampliación de 600 cajones de estacionamiento en cinco niveles, puentes peatonales, un helipuerto y oficinas. El costo contractual pactado fue de 203 millones de pesos, pero al final se pagaron 480 millones.
La inauguración del estacionamiento se hizo en sigilo en momentos en que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hacía públicas las irregularidades en el contrato. Ni la Presidencia de la República ni la Sedena informaron oficialmente sobre el acto, a diferencia de otros que tuvieron lugar el mismo 18 de febrero de 2014, cuando terminaron las celebraciones del centésimo aniversario del Ejército Mexicano.
La Sedena catalogó la obra como un asunto de seguridad nacional, y utilizó recursos de un fideicomiso creado el sexenio pasado y reservado para operaciones de orden interior y seguridad nacional de carácter contingente o urgente.
Debido a que la secretaría consideró la ampliación del estacionamiento como un asunto que puede poner en peligro a la nación, el contrato no aparece en el Portal de Obligaciones de Transparencia (POT) del gobierno federal. Pero el documento fue entregado a un solicitante mediante una petición de información. Tiene el número 077/I/2012 y coincide con el citado por la ASF en la revisión de la cuenta pública 2012.
De acuerdo con el POT, Coemsa Inmobiliaria no aparece en ningún contrato con alguna otra dependencia del gobierno federal. Según su página, la empresa contratista fue creada en marzo de 2011 por Coemsa Parking S.A. de C.V., que en su sitio de internet menciona entre sus clientes a las compañías del Grupo Walmart y a la Sedena.
Para el contrato, Coemsa Inmobiliaria designó como representante legal a Óscar Francisco Navarro Soto, y como domicilio fiscal manifestó la calle Gobernador Manuel Reyes Veramendi 32, en la colonia San Miguel Chapultepec, la misma dirección del despacho SAP Arquitectos, que encabeza Santiago Aspe Poniatowski, primo hermano del exsecretario de Hacienda Pedro Aspe Armella.
Al llamar a la representación legal mencionada en el contrato con la Sedena, la respuesta fue que se trataba de Corporativo Coemsa, pero al llamar al número del despacho de arquitectos que aparece publicado en su sitio web, la operadora contesta de inmediato como Coemsa Inmobiliaria.
El contrato se firmó el último día hábil antes de las elecciones federales en que resultó electo Peña Nieto, el 29 de junio de 2012, cuando el titular de la Sedena era el general Guillermo Galván. Quien se hizo responsable del contrato fue uno de sus hombres cercanos, el director general de Administración de la Defensa Nacional y en ese momento aspirante a suceder a Galván, el general de división Augusto Moisés García Ochoa.
Perdida la carrera para encabezar la Sedena, éste último fue designado comandante de la XI Región Militar, con sede en Torreón, Coahuila. Actualmente es el comandante de la II Región Militar con sede en Mexicali, Baja California, pero con mando también en Baja California Sur y Sonora.
Extraños incrementos
El costo del contrato firmado por el Ejército con Coemsa Inmobiliaria fue de 203 millones de pesos, incluido el IVA, a “precio alzado”; es decir, que la Secretaría de la Defensa Nacional no pagaría ningún trabajo extraordinario ni estaría sujeta a ajustes de costos. Sin embargo, de acuerdo con una petición de información, el costo final fue de 480 millones de pesos.
Con la obra ya terminada, el 15 de diciembre de 2012, cuando Peña ya era presidente, se supo que el estacionamiento en realidad había costado mucho más que lo pactado en el contrato.
En respuesta a la solicitud de información número 000070008013, la Sedena aseguró el 7 de febrero de 2013 que la obra tuvo dos financiamientos: recursos de la propia Defensa Nacional y fondos provenientes de un convenio entre esa dependencia y el Gobierno del Distrito Federal (GDF). Sin embargo, no aclaró si ese convenio significó recursos para la obra.
En el contrato sólo se hace referencia a un “convenio de colaboración”, firmado el 6 de septiembre de 2011 entre la Sedena, el GDF, Coemsa Inmobiliaria y la Autopista Urbana Norte, S.A. de C.V., del Grupo OHL, otro de los favorecidos con obra pública en el gobierno de Peña Nieto en el Estado de México.
En ese convenio se indicó que para la construcción del nuevo estacionamiento se desincorporarían predios a favor de la Sedena, se afectarían en beneficio del GDF o se usarían para dar capacidad suficiente a la viabilidad del Periférico Norte.
El contrato especifica que la obra tendría como propósito ampliar de 900 a mil 500 los cajones de un estacionamiento que ya existía, además de construir un túnel de conexión a la secretaría, un puente peatonal, un helipuerto, instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias, elevadores, herrería y ventanería, así como equipo de control del estacionamiento.
En respuesta a esa petición de información, la Sedena confirma que el contrato se adjudicó de forma directa mediante la modalidad de precio alzado y proyecto integral, pero no explica por qué el costo final fue de 480 millones de pesos y, peor aún, asegura no tener información sobre el procedimiento para la autorización de la obra.
Al responder a otra solicitud de información fechada el 25 de abril del año pasado, la Sedena refiere que el estacionamiento fue inaugurado dos veces: el 15 de noviembre de 2012, por el entonces titular de la Sedena, el general Galván, y el 18 de febrero de 2014, por Peña Nieto. Ese día, que marcó el fin de las celebraciones por el centenario del Ejército, el presidente estuvo acompañado de funcionarios de su gabinete, gobernadores y los presidentes de las cámaras de Diputados y Senadores.
El acto tuvo lugar en la Plaza de la Lealtad de la Sedena, que antes era otro estacionamiento. Ahí el presidente firmó el Acta de Conclusión de los Festejos del Centenario de la Creación del Ejército Mexicano. El comunicado oficial de la Presidencia de la República dio cuenta de que Peña Nieto develó la placa inaugural del área de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Central Militar. No hubo ninguna referencia al estacionamiento. La Secretaría de la Defensa Nacional ni siquiera informó de ese acto.
Dos días después, la ASF dio a conocer su informe sobre la revisión de la cuenta pública de 2012, en la que incluyó esta obra. Sus conclusiones fueron demoledoras: Sedena catalogó la construcción como un asunto de seguridad nacional sin serlo, adjudicó los trabajos a Coemsa Inmobiliaria sin que se garantizaran los mejores costos, y utilizó sin justificación recursos del Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar, creado para proyectos de seguridad nacional contingentes o urgentes.
Aseguró que los bienes adquiridos en el contrato 077/I/2012 no se encontraban registrados en la base de datos que administra el Comité Técnico del Consejo de Seguridad Nacional, por lo que la Sedena debió hacer una investigación de mercado, aunque “únicamente presentó la cotización del proveedor al que se le adjudicó el contrato, lo que no garantiza que se obtuvieron las mejores condiciones para el Estado”.
Según la ASF, la Autopista Urbana Norte pagó 240 millones de pesos para la construcción del estacionamiento, más IVA; es decir, 278 millones 400 mil pesos. Después, en marzo de 2012, con el argumento de que se necesitaban 2 mil 600 cajones, sólo para el personal de la secretaría y sin contar los necesarios para actividades de operación, la Dirección General de Administración de la Sedena solicitó que se destinaran 203 millones de pesos del Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar para la ampliación del estacionamiento anexo.
Explicó que se requerían lugares para el Centro de Atención a Militares Retirados, la Clínica de Especialidades Médicas, Odontológicas y de la Mujer, Hospital Central Militar, Registro de Armas de Fuego y Explosivos, Servicio Militar Nacional, Dirección General de Materiales de Guerra, Ingenieros, Derechos Humanos, Industria Militar y las instalaciones en el predio de Reforma, Banjército e ISSFAM y las unidades habitacionales militares 1K, Tritones y Las Torres.
En ningún caso se trató de equipo militar, por lo que resulta improcedente que se hayan utilizado recursos del fideicomiso, señaló la ASF. Además, la Sedena no le presentó al ente fiscalizador de la Cámara de Diputados el registro contable de la obra, bajo el argumento de que es una instancia de seguridad nacional y que el uso del estacionamiento en parte está vinculado a la defensa de la integridad del país.
En una comunicación entregada a la ASF el 18 de octubre de 2013, la Sedena justificó: “Parte de la infraestructura de este estacionamiento, comprende un helipuerto para que despeguen y aterricen aeronaves que transportan al titular de la Sedena y demás funcionarios, que durante su participación en acciones en materia de seguridad nacional, se hace indispensable garantizarles su seguridad durante dicho movimiento. Aunado a esto, el estacionamiento está destinado para alojar a la totalidad del parque vehicular de los organismos que ocupan el edificio de esta secretaría, mismos que demandan un resguardo para garantizar la seguridad del personal militar que se traslada en ellos”.
El encargado de la administración del contrato fue el coronel de infantería David Sandoval Mota, jefe de la Sección Administrativa de Contratos de la Subdirección de Adquisiciones de la Dirección General de Administración de la Sedena.
Diplomado de Estado Mayor, Sandoval Mota ocupó ese cargo prácticamente durante todo el sexenio, al lado del general Augusto Moisés García Ochoa. Estuvo entre 2008 y 2013, ya entrado el gobierno de Peña Nieto. De ahí pasó a la Novena Región Militar, en Cumbres de Llano, Guerrero, como subjefe de Estado Mayor.
Además de García Ochoa y Sandoval Mota, el contrato de Sedena con Coemsa Inmobiliaria fue firmado por el asesor jurídico de la Dirección General de Administración, el general brigadier José Félix Name Rodríguez, y el subdirector de Adquisiciones de la misma Dirección, el general de brigada José Luis Castañeda Jiménez, quien se encuentra bajo investigación por supuestos actos de corrupción durante el sexenio de Felipe Calderón.
La participación de Santiago Aspe Poniatowski en la ampliación del estacionamiento de Sedena está confirmada por el proveedor de paneles precolados de SAP Arquitectos, Opticretos, Precolados Arquitectónicos.
En su página de internet informa que el proyectista del estacionamiento de la Sedena fue Aspe Poniatowski, también sobrino de la escritora Elena Poniatowska. La empresa explica que para el estacionamiento “se utilizaron una mezcla de granitos verdes, para dar el color y acabado de acuerdo con las especificaciones de la Sedena”.
Además de ser el proyectista del nuevo estacionamiento de la Sedena, Aspe Poniatowski diseñó y construyó la casa club del desarrollo Gran Reserva, Ixtapan Country Club, donde el presidente es propietario desde 2005 de una casa que le vendió el empresario Roberto San Román Widerkeher, el impulsor del mismo complejo inmobiliario y recreativo.
Después de esa operación, San Román se convirtió en un importante contratista que ha ganado contratos de obra pública por más de 150 millones de dólares durante los gobiernos de Peña Nieto En el Estado de México y la Presidencia de la República, según publicó el diario estadunidense The Wall Street Journal el 20 de enero último, en lo que constituyó la revelación de un nuevo conflicto de interés en el que el titular del Ejecutivo está involucrado.
De acuerdo con la página de SAP Arquitectos, la casa club fue construida en el campo de golf del Ixtapan Country Club. Explica: “La casa club provisional para Ixtapan de la Sal, Country Club, cuenta con cafetería y comedor, vestidores para hombres y mujeres con baños para aproximadamente 20 personas, tienda de golf, acceso y motor lobby, patio central con terrazas amplias para zona de tienda y comedor de la cafetería, todo esto sobre el área de caddies y carritos del golf”.
Además, indica, cuenta con una clínica de golf, área de práctica, ubicación del hoyo 19, casa club y hotel. Añade: “Con una topografía con desnivel ligero se diseñó el hoyo 19, un estacionamiento para carritos de golf con carga eléctrica, zona de lavado para estos, oficina para profesional de golf y bodegas para la cocina de la cafetería, todo esto en el área del sótano”.
El desarrollo donde Peña Nieto tiene una de sus casas desde hace una década está asentado en 400 hectáreas, donde hay un campo de golf profesional de 18 hoyos, la casa club, un parque de montaña, un lago recreativo, la Villa San Román, a la que sólo se accede por invitación, y un helipuerto.
Santiago Aspe Poniatowski ha creado otros proyectos arquitectónicos en el Estado de México, todos para clientes exclusivos: la Casa Huixquilucan, en Lomas Country Club; la Casa Valle de Bravo, en la parte del pueblo, y el rancho La Pausa, en cerro Gordo, Valle de Bravo, para la crianza de caballos españoles. l