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domingo, 1 de abril de 2018

MUEREN 7 POLICIAS "QUERIENDO ESTABLECER el ORDEN" en PENAL de VERACRUZ...operativo infructuoso exhibe autogobierno.

Siete policías murieron esta madrugada durante un operativo realizado tras registrarse un motín en el penal de La Toma, ubicado en el municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz.

El Gobierno estatal informó que los elementos de seguridad ingresaron al centro de reclusión para restablecer el orden y reubicar a algunos internos de alta peligrosidad.

Al entrar, detalló, los efectivos fueron repelidos por reos que se habían apoderado de algunas herramientas de la carpintería y prendido fuego a algunos colchones.

"Esto pudo haber provocado la asfixia de los elementos policiacos", refirió la Administración encabezada por el Gobernador Miguel Ángel Yunes.

Peritos de la Fiscalía General del Estado analizan las causas de los decesos.

El Secretario de Seguridad Pública, Jaime Tellez Marié, está en el lugar y en el transcurso de la mañana se emitirá un nuevo reporte sobre el caso.

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LA MUERTE "VIAJABA en HELICOPTERO de MARINOS", MATARON a FAMILIA y LUEGO HUYERON...calculan en mas de 300 las victimas inocentes en 5 años de daños.

Una inspección de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en colaboración con el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL) puede contar con elementos para establecer que miembros de la Secretaría de la Marina dispararon desde un helicóptero contra el vehículo de la familia Rojas Ruiz, la madrugada del 25 de marzo.
En entrevista con Proceso, el presidente del CDHNL, Raymundo Ramos Vázquez, no duda que la investigación por violaciones a derechos humanos iniciada de oficio por la CNDH demostrará que la verdad está lejos de la versión oficial, de que la tragedia fue resultado de un fuego cruzado.
Esto demostraría la autenticidad de la versión que horas después de los hechos difundió en sus redes sociales un familiar de las víctimas –entre ellas dos niñas de seis y cuatro años, además de su madre–, que señala a un helicóptero de la Marina como el atacante del vehículo. 
“Vamos a demostrar que en el escenario donde queda el vehículo baleado de la familia de Efraín (Rojas) no hubo enfrentamiento, no hubo fuego cruzado, no hubo más vehículos ni de la Marina ni de la delincuencia, por lo tanto, que la agresión fue directa”, advierte Ramos Vázquez.

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El martes 27 del mismo mes, visitadores de la CNDH acudieron al lugar del crimen con Ramos Vázquez para recabar evidencias del operativo de la Marina, presuntamente motivado por las emboscadas que la delincuencia organizada le tendió a las Fuerzas Armadas la noche del sábado 24 y la madrugada del 25, las cuales dejaron un saldo de un oficial de Marina y cuatro presuntos integrantes del Cartel del Noreste muertos y 12 marinos lesionados, además de las tres víctimas fatales de la familia Rojas Ruiz y sus tres heridos: dos niñas de 12 y ocho años, y el padre de familia, cuyo estado se reportaba grave hasta el cierre de la edición. 
La sobreviviente de 12 años describió los hechos a su madre: “Eran marinos (los atacantes), era el helicóptero de la Marina, cuando se bajaron traían los chalecos y decían Marina”. Después llegaron al lugar más tropas en camionetas de la Semar, que en vez de auxiliar a sus víctimas las abandonaron a su suerte.
Ramos Vázquez sostiene que el trabajo del comité y la CNDH demostrará que “desde el helicóptero sí hubo disparos, no propiamente granadas” –como se había dicho en la primera versión oficial–, Ramos señala que al menos hasta el 27 de marzo la PGR no había realizado diligencias. Y explica:
“Anduvimos en el lugar de los hechos. Recorrimos un kilómetro y contamos 78 impactos, que se realizaron desde el helicóptero. No puedo decir que todos fueron directamente contra la familia. Todo parece indicar que son impactos con trayectoria ascendente-descendente, es decir de arriba hacia abajo, lo cual tendría que confirmarlo un perito” en balística.
Agrega que ese tramo del Boulevar Luis Donaldo Colosio Norte, en dirección al fraccionamiento El Progreso –donde está el domicilio de la familia atacada–, “es muy poco transitado a esa hora de la noche. Está en despoblado a las orillas de Nuevo Laredo, en dirección a Piedras Negras”.
Errores, engaños y criminalización de víctimas
El presidente del CDHNL recuerda que no es la primera vez que elementos de la Marina disparan contra civiles desde aeronaves en Tamaulipas. En abril del año pasado, una pareja residente en McAllen, Texas, fue baleada por tierra y aire cuando circulaba por calles de Reynosa. Los dos tripulantes del auto resultaron heridos, “pero no interpusieron queja en territorio nacional”.
Calcula que durante el gobierno de Peña Nieto, “si sumamos los fallecidos en Ciudad Victoria, Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, son más de 300 víctimas inocentes en los últimos cinco años, resultado de enfrentamientos, persecuciones, de operativos en general de Ejército, Marina, Policía Federal y Policía Estatal. Las autoridades lo saben y no lo dan a conocer precisamente porque cuidan la figura presidencial y a las Fuerzas Armadas por encima de las víctimas”.
Tampoco es la primera vez que menores son víctimas de la guerra contra el narcotráfico: los niños Martín y Bryan Almanza Salazar fueron atacados con su familia por soldados en abril de 2010.
Ramos Vázquez insiste: “No hay nada que justifique la muerte de un civil, y menos de niños y niñas en un operativo, en el que dicen que iban a detener una persona. Por lo que vemos ahora, fue un fracaso de la Marina, porque no solamente no la detuvo sino que resultaron lastimados y todavía causan muertes de civiles, en este caso dos niñas. Es un fracaso y una irresponsabilidad”.
Considera que el caso empeora cuando se considera que, ante la tragedia, la dependencia pretende evadir su responsabilidad “diciendo que se trató de fuego cruzado, pero además, a través de un supuesto asesor, el abogado Juan Velázquez, revictimizar a la familia”.
El 26 de marzo, tras negar que los proyectiles correspondieran al calibre de las armas utilizadas por los marinos, Velázquez aseguró en algunos medios que “para algunas organizaciones y algunas llamadas víctimas se ha vuelto un negocio la indemnización”.
Para Ramos Vázquez, la actuación de la Marina en este caso es una muestra de cómo opera la Ley de Seguridad Interior, que tiene “como objetivo avalar el uso de la fuerza de todas las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional, en todo momento y bajo cualquier circunstancia, prioriza la seguridad de las Fuerzas Armadas, pero evidencia la desprotección a los ciudadanos y a los derechos de los ciudadanos”.
El presidente del CDHNL, quien también representó a la familia de Martín y Bryan Almanza, advierte que en el caso de la familia Rojas Ruiz, incluso para los deudos sería preferible que se reconociera el error fatal de las Fuerzas Armadas y no el intento de ocultar los hechos.
“Si el personal de la Marina hubiera prestado auxilio (a las víctimas) y admitido que se trató de una confusión, creo que la sociedad lo habría entendido, incluso la familia les hubiera otorgado el perdón, me atrevo a pensar; pero lejos de auxiliarlos y aceptar el error, intentan hacer creer que no tienen responsabilidad en los hechos, todo para salvar el honor de la institución, lo cual me parece un acto reprobable y cobarde: (pretender) que antes de la vida de los civiles y este caso de niñas, está la institución”, concluye Ramos Vázquez.
De acuerdo con información proporcionada por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los menores de 17 años son el sector más vulnerable en la “guerra contra el narcotráfico”, pues entre 2006 y 2014 se registraron 2 mil asesinatos de niñas, niños y adolescentes, de los cuales “la mitad sucedió en el curso de enfrentamientos que involucraron a fuerzas de seguridad”.
El 28 de marzo, la Redim se pronunció por una investigación efectiva del caso por la PGR y la CNDH, “evitando que sea llevado a tribunales militares, que garantizan la impunidad a sus efectivos”.
“Exigimos una investigación profunda e imparcial sobre el asesinato de las niñas y su madre en los hechos antes señalados; deslindando responsabilidades de funcionarios implicados por omisión y/o violación de derechos humanos, castigando a todos los responsables de los mismos y que todo se realice desde tribunales civiles (…), que se indemnice a la familia y se brinden los servicios médicos disponibles y rehabilitación de calidad y de forma gratuita para las niñas sobrevivientes”, concluye el comunicado de la organización civil.   
fuente.-

EL CRIMEN que la MARINA INTENTO OCULTAR y el "GOBER de CABEZA" que LAMENTA la MUERTE de CAPITAN y NO la MUERTE de FAMILIA ACRIBILLADA...

En medio de uno de sus peores descalabros ante la delincuencia organizada, durante las emboscadas ocurridas el 24 de marzo en Nuevo Laredo, la Secretaría de Marina “omitió” informar sobre la muerte de una familia. 
Un día después, hasta que medios locales revelaron que dos adultos y dos niñas fueron masacrados a raíz de los enfrentamientos, la Semar mencionó el caso al afirmar que sus integrantes no causaron esas muertes, aun cuando hay testimonios que indican lo contrario. Organizaciones defensoras de los derechos humanos sostienen que la violencia se ha incrementado en el norte del país desde que los marinos asumieron el control de la seguridad pública.
La Secretaría de Marina (Semar) sufrió una de sus peores derrotas desde que fue declarada la guerra contra el narcotráfico. Pese a tener el control directo de la seguridad pública en Tamaulipas y contar con tres sectores navales, la delincuencia organizada perpetró un inusitado ataque en Nuevo Laredo: en unas cuantas horas realizó tres emboscadas contra infantes de marina, a raíz de las cuales murió uno de ellos y otros 12 resultaron heridos, tres de ellos de gravedad.
En el saldo también se cuenta la indignación por la muerte de una familia, incluidas dos niñas, hecho que la Marina intentó mantener oculto.
Aunque la institución se deslindó por las muertes de esos civiles, desde el principio los familiares de las víctimas han sostenido públicamente que los papás y las dos niñas, de cuatro y seis años, fueron alcanzados cuando los marinos dispararon desde un helicóptero la madrugada del domingo 25. Las víctimas regresaban a su casa después de una reunión familiar.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) recordó que un caso similar ocurrido en 2010, en el que estuvo implicado el Ejército, terminó en manos de los tribunales militares, los cuales “no pudieron probar” la participación de los soldados en los hechos y el asunto quedó sin castigo. La organización pidió que sean las autoridades civiles las que hagan la investigación de lo que realmente pasó en Nuevo Laredo entre la noche del sábado 24 y la madrugada del domingo 25 de marzo.
Tras los ataques, los agresores, supuestos miembros del Cártel del Noreste, advirtieron a la población que a partir de ese día declaraban un toque de queda: “Si no tienen que salir por ningún motivo, ni se asomen (…) Toda esta semana será de puros topones”.
La Marina se deslindó de la muerte de la familia en Nuevo Laredo, aunque sin mencionarla en ningún momento. Argumentó que los calibres de los casquillos encontrados en el lugar no corresponden a las armas con que van artillados sus helicópteros, además de que su actuación se apegó al Manual del Uso de la Fuerza, de Aplicación Común a las Tres Fuerzas Armadas y en estricto respeto a los derechos humanos.
Sin embargo, la Secretaría de Marina se negó a dar más explicaciones y evitó dar detalles de su versión. Durante horas, los elementos de esa fuerza armada tuvieron el control del lugar de los hechos.
La delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) anunció el 26 de marzo que se realizaría una investigación del caso. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo lo propio al día siguiente; le pidió a la PGR esclarecer la muerte de la familia y de un efectivo de la Marina, así como las heridas que sufrieron otros 13.
El relevo
Desde hace año y medio, cuando Francisco Javier García Cabeza de Vaca asumió la gubernatura, la primera del PAN en el estado, la Marina se hizo cargo de la seguridad pública, desplazando al Ejército, que había estado al mando en el último gobierno del PRI.
La administración del panista inició apenas el 1 de octubre de 2016 y ya hay un segundo secretario de Seguridad Pública, sin que se haya marcado ninguna diferencia respecto de la inseguridad del estado. Entre enero y febrero de este año se registraron en la entidad 885 delitos contra la vida y la integridad personal, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Del control de la seguridad en el estado por parte de la Marina también habla el nombramiento del capitán de navío Carlos Jesús Miravete Estrada como subsecretario de Operación de la Policía, anunciado por el gobernador en agosto de 2017. Hasta entonces, el capitán era comandante de un batallón de infantería de marina, la fuerza que ha sido impulsada desde el gobierno de Felipe Calderón para combatir al narcotráfico.
Fuente.-Twitter/

El primer secretario de Seguridad Pública del estado fue el vicealmirante Luis Felipe López Castro, quien fue requerido a principios de mes por la Marina “para cumplir otra misión”, la cual no se especificó. El almirante salió entre severas críticas por la falta de control de la seguridad, como en el caso de la balacera de dos días en el penal de Ciudad Victoria, con saldo de 13 muertos, en junio pasado.
Su sucesor, el contraalmirante Augusto Cruz Morales, llegó apenas hace tres semanas de Nuevo León, donde el gobierno del ahora aspirante presidencial independiente, Jaime Rodríguez Calderón, modificó la ley para que pudiera ser director general de la Agencia Estatal de Investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del estado.
El contraalmirante Cruz Morales también fue secretario de Seguridad Pública y Vialidad de Monterrey y coordinador de los Centros de Fusión de Inteligencia de la Secretaría de Gobernación. Su bautizo en Tamaulipas fueron las sucesivas emboscadas sin precedentes en el país.
Antecedentes y versiones
Las batallas al interior de lo que fue el Cártel Golfo-Zetas son las que ahora están imponiendo el ritmo de la violencia en Tamaulipas. La Marina atribuyó los ataques sorpresa a “grupos criminales responsables de la generación de la violencia en el estado”, a los que, dijo, les aseguró uniformes y vehículos apócrifos rotulados con la palabra “MARINA”, además de armamento, munición y pertrechos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
La Marina declaró que sus efectivos fueron agredidos en tres ocasiones entre la noche del sábado 24 y la madrugada del domingo 25 de marzo en las inmediaciones de Nuevo Laredo, pero no especificó los lugares de los ataques, “que tuvieron las características propias de una emboscada”.
De acuerdo con esa explicación, el primer ataque ocurrió durante un patrullaje, aunque versiones extraoficiales han indicado que los militares iban contra el liderazgo del Cártel del Noreste (CDN), una escisión del Cártel del Golfo que está en confrontación con sus antiguos aliados de Los Zetas. La nueva organización es liderada por Juan Gerardo Treviño Chávez, sobrino de Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, El Z40 y El Z42, respectivamente, ya detenidos.
Los marinos fueron atacados con armas de alto poder desde vehículos en movimiento. En esa primera arremetida, tres quedaron gravemente heridos. En el contraataque, murió uno de los atacantes. En auxilio de los marinos salió un nuevo piquete de una Base de Operaciones cuya ubicación no fue precisada por Marina. La dependencia sólo indicó que la segunda emboscada ocurrió a 660 metros de la instalación militar. Ahí, otros seis navales resultaron heridos y uno más murió. Versiones periodísticas señalaron que la víctima tenía el grado de capitán.
Ante la magnitud de la ofensiva, y para “disminuir el nivel de la agresión y reducir el peligro de bajas civiles”, salió un helicóptero artillado de otra Base de Operaciones cuya localización la Marina tampoco especificó. Ésta aseguró que, como la nave fue atacada desde tierra, los marinos respondieron con fuego. Tampoco dio detalles de ese enfrentamiento tierra aire ni de las circunstancias en las que cuatro marinos resultaron heridos en la tercera agresión. Dio cuenta de la muerte de tres delincuentes.
En su reporte público, la Marina reportó un elemento muerto y 13 heridos, tres de ellos de gravedad, así como cuatro delincuentes fallecidos. En esa primera comunicación soslayó a la familia asesinada. Horas más tarde, el diario El Mañanade Nuevo Laredo informó que la familia había sido acribillada por la Marina.
El diario citó testimonios de dos sobrevivientes, dos menores de 8 y 12 años, quienes aseguraron que el auto en el que viajaba la familia fue alcanzado por los disparos del helicóptero cuando circulaban a las 2:20 horas por la carretera a Piedras Negras, Coahuila, para ir a su casa en la colonia El Nuevo Progreso. Los familiares dijeron que cuatro elementos de la Marina bajaron a rapel e impidieron la atención médica del padre, de 25 años. La madre tenía 28.
Una vez que se divulgó que niñas y adultos habían sido acribillados por la Marina, al día siguiente de los ataques emitió un nuevo comunicado en el que se deslindó de la muerte de la familia, hecho que había omitido en su reporte del domingo 25. Se refirió a las víctimas como “personal civil ajeno a los acontecimientos” y dijo que lamentaba su deceso.
Sin especificar aseguró que, según los “resultados preliminares” de balística, las víctimas murieron en un fuego cruzado a nivel de tierra y no desde el aire y que el calibre de los impactos en el vehículo de la familia no corresponde al armamento con el que son artilladas las aeronaves de la Armada.
La institución sostuvo que “bajo ninguna circunstancia” sus elementos excedieron en el uso de la fuerza y negó que hubieran rechazado la asistencia médica para el padre de las niñas. El herido fue trasladado por agentes de la Procuraduría General de Justicia del estado de Tamaulipas a un hospital, en donde murió al día siguiente.
Revictimización
La Redim calificó como ofensiva la omisión inicial por parte de la Marina respecto de la muerte de la familia y consideró que los fallecidos fueron re-victimizados por el asesor legal de la Marina, Juan Velázquez, quien en una entrevista de radio dijo que “para algunas organizaciones y algunas llamadas víctimas se ha vuelto un negocio… la indemnización”.
Según la organización de protección a la infancia, lo que ocurrió con la familia muestra “el padrón de violación a los derechos humanos de las víctimas fatales en actos de la Marina, del Ejército, de la Policía Federal y de las policías estatales, cuyos elementos suelen alterar las escenas del crimen, responsabilizar a las víctimas y vincularlas con grupos criminales, como una forma de evitar la investigación de sus actos delictivos y el uso de recursos públicos contra las víctimas”.
En un comunicado difundido el 27 de marzo, el director ejecutivo de Redim, Juan Martín Pérez García, señaló que el 3 de abril de 2010 en Matamoros efectivos del Ejército dispararon contra una familia y causaron la muerte de los niños Bryan y Martín Almanza, además de lesiones a sus papás. “El Ejército no logró probar que este hecho fue causa de fuego cruzado. Sobra decir que el caso quedó impune porque se ‘investigó’ en tribunales militares”.
Mencionó que desde que Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico en diciembre de 2006, más de 234 mil personas han fallecido, de las cuales entre 20 y 25% han sido niños y adolescentes; es decir, entre 58 mil y 70 mil menores de edad.
Precisó que de 2006 a 2014, según reportes de la sociedad civil entregados a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se registraron casi dos mil asesinatos de niños y adolescentes, de los cuales más de la mitad ocurrió en enfrentamientos que involucraron a las fuerzas de seguridad.
El gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca fue cuestionado por la organización porque, según dijo, evitó darles atención a las niñas heridas. El lunes 26 el mandatario estatal hizo una declaración en la cual lamentó la muerte del capitán y las heridas de otros 13 elementos de la Marina. Sin embargo, al igual que la institución militar, evitó mencionar a la familia.

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García Cabeza de Vaca ha sido obsequioso con la Marina. El 8 de febrero pasado entregó al secretario Vidal Francisco Soberón Sanz los terrenos contiguos a la Base Naval en Matamoros para la construcción de una nueva Comandancia y la ampliación de otras instalaciones. La donación duplica el tamaño del terreno ocupado actualmente por Semar, según reportes de la prensa local.
La Marina ha sido acusada por organizaciones sociales de generar más violencia en el noreste del país. Tres días antes de las emboscadas, el 22 de marzo, Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo León, refirió que existen “sospechas” de que marinos estén implicados en la desaparición de 14 personas en la frontera de Nuevo León con Tamaulipas.
Luego de que familiares encontraran dos cuerpos semienterrados en el poblado de Colombia, a 200 kilómetros de Nuevo Laredo, el Ramos señaló: “La Marina está haciendo del poblado de Colombia un tiradero de cadáveres”.   
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LA SEDENA en SEXENIO de PEÑA NIETO se fue de "SHOPPING" y AUMENTO 707 % la COMPRA de ARMAS...para abastecer la violencia legal.

El actual Gobierno federal ha realizado una importación histórica de armamento.

Entre el 2013 y el 2017, en la gestión del Presidente priista Enrique Peña, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) adquirió 11 mil 669 fusiles y pistolas de Estados Unidos, Israel y Bélgica.

En los primeros cinco años de la Administración anterior del panista Felipe Calderón -cuando se declaró la guerra al narco- se importaron mil 445 armas de los mismos países, además de Alemania y Sudáfrica.

Así, el Gobierno de Peña ha aumentado 707 por ciento la importación de armas respecto a la gestión de Calderón.

El gasto en los primeros cinco años del actual sexenio suma 16.4 millones de dólares y 20.2 millones de euros contra los 2.3 millones de dólares y poco más de 6 millones de euros de la pasada Administración.

Sólo en el 2017, la Sedena compró 2 mil 011 armas a Israel Weapon Industries, entre pistolas, fusiles y ametralladoras.

Fuentes militares indicaron que estas armas son usadas por sus fuerzas de élite.

Además, el año pasado, la Sedena adquirió 539 armas largas y 42 cortas no letales, que disparan esferas con químicos.

La compra por 393 mil dólares se hizo a la estadounidense United Tactical Systems, LLC, asociada con PapperBall.
Y producen más FX-05

La actual Administración federal también aceleró la fabricación de los fusiles mexicanos FX-05 para sustituir al pesado G-3 Heckler & Koch alemán y aligerar las operaciones de las tropas.

La Sedena comenzó a diseñar el FX-05 en el 2006 y, entre ese año y el 2007, fabricó 30 mil fusiles con capacidad de 750 disparos por minuto, 800 metros de alcance y sólo 4 kilos de peso ya abastecido. El G-3 pesa 6 kilos.

En la gestión de Peña, del 2013 al 2015, se reportó la fabricación de otros 66 mil fusiles y se fijó la meta de 150 mil para final de sexenio. Estos fusiles son de uso exclusivo del Ejército.


"Esta arma está diseñada para el soldado mexicano. Es un fusil muy ligero", aseguró el Coronel Otilio Ramírez, director de la Fábrica de Armas. "La meta es que en esta Administración los G-3 sean sustituidos en su totalidad".

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LA SEGURIDAD en "MANOS de AMLO",la VISION del CANDIDATO...promete barajar distinto los naipes.

Previo a la elección presidencial del 1 de julio, Prevención y castigo analizará las propuestas de seguridad de los principales candidatos a la presidencia del país. En esta ocasión toca el turno a Andrés Manuel López Obrador.

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RICARDO ANAYA y la "PROPUESTA en SEGURIDAD",MAS de lo MISMO que HA FALLADO...una policia científica sin científicos ni paga de científicos.


Derivado de la crisis de seguridad que hemos vivido en los dos últimos sexenios, la expectativa en esta materia es alta respecto a las propuestas de los aspirantes a la presidencia de la República. Los mexicanos queremos conocer sus prioridades; exigirles integralidad y conocer los cómos de lo que proponen. 

Para esta serie, se me pidió analizar las propuestas que hasta el momento conocemos del candidato de MORENA, Andrés Manuel López Obrador que, dicho sea de paso, es el que más ha hablado del tema.
Empezáremos por lo que ha dicho pero que no esta escrito en su Proyecto de Nación 2018-2024: su propuesta sobre otorgarle amnistía a narcotraficantes. Existe evidencia de que, aunque en el plazo inmediato puede tener algún efecto, los resultados de este tipo de medidas no son sostenibles. Debido a las estructuras sistémicas del crimen, las piezas se vuelven a desordenar. Al ver la polémica y reacciones contra la propuesta, se nos matizó argumentando que no era para los grandes capos y crimen organizado, sino para quienes, debido a los contextos complejos en los que se han desarrollado, han equivocado el camino y merecen una segunda oportunidad. Lo que AMLO quiso decir es que… se utilizaría en casos específicos, con personas cuya reinserción social sea más factible, y con la aprobación de las víctimas. Esta segunda versión de la amnistía suena mejor y con un par de elementos y estrategia, podría tener como consecuencia la reinserción social de los beneficiarios. 
También, en esta tónica, propuso brindar becas a los jóvenes que no estudian ni tienen un empleo. Se trata de población en riesgo, en la que, sin duda, debemos generar factores de protección debido a que, por sus contextos, corren un mayor riesgo de involucrarse en conductas delictivas. Sin embargo, hay que ir más allá de lo asistencial y tener un plan de más largo alcance y visión. Urgen políticas y oportunidades responsables de inclusión económica, educativa y social para estos jóvenes que les ha faltado acceso a todo y para ello se requieren estrategias transversales, recursos y focalización, prevención secundaria.
En el ámbito de diseño institucional en seguridad, Obrador tiene entre sus principales planteamientos desmantelar el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, sin que haya explicado cómo piensa sustituir las tareas del mismo. Si bien se ha dado un crecimiento atípico e inexplicable del presupuesto de esta institución en el último sexenio, hay un servicio de carrera y funciones importantes para el Estado que desde ahí, se deben procurar. Lo urgente en el CISEN y a lo que deben comprometerse AMLO y el resto de los candidatos es a no caer en la tentación de combinar las labores de inteligencia con la política como ha sucedido. El nombramiento de su director debe hacerse con base a la experiencia y técnica, nada más. Los intereses políticos son lo que más daña este tipo de instituciones. Por ello, lo que se requiere, es fortalecer los controles democráticos y el marco legal para asegurarnos que las labores de inteligencia de nuestro país se concentren en lo que deben. Asimismo, cada seis años se replantean los intereses de seguridad nacional que el Centro debe seguir. Se debe institucionalizar el enfoque con una visión de largo plazo de manera constante y sistémica para contar con un CISEN más efectivo. 
Por otra parte, Obrador propone —al igual que el candidato panista, Ricardo Anaya—, el resurgimiento de la Secretaría de Seguridad Pública. Más allá de esto, lo que se requiere es que, un mismo ente que cuente con la responsabilidad y los recursos de los diferentes pilares de la Seguridad Pública. El reto es evitar las estructuras enormes poco efectivas, como sucedía en la antigua SSP y lograr la verdadera conexión de todas las piezas del sistema. Es decir, la planeación conjunta y la coordinación efectiva desde la prevención hasta la readaptación social, incluyendo las policías y la procuración de justicia. Se requiere un grupo especial de planeación integral que diseñe —desde el presupuesto hasta le evaluación—, una sola estrategia enfocada a objetivos comunes y tareas específicas por componente; no una estrategia distinta por cada área como ha sucedido hasta hoy.
En otro de los grandes temas en los últimos años, Obrador propone la creación de una instancia de coordinación permanente y con reuniones diarias para analizar la seguridad con los altos mandos en las diversas secretarias relacionadas con el tema. Es cierto que un mandatario que da seguimiento permanente al tema ayuda a mover las cosas. El reto es hacerlo funcional y real en el tiempo. Conocer a detalle las estrategias de coordinación con los procuradores y gobernadores, sin importar el partido que enarbolen, es deseable.
El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, también se ha manifestado por el retiro paulatino de las Fuerzas Armadas de llegar a la Presidencia, al considerar que la seguridad pública compete al ámbito civil. Sin embargo, a pesar de que legisladores de su partido lo hicieron, AMLO no se manifestó contundentemente al respecto de la polémica Ley de Seguridad Interior.  Únicamente llamó a perder cuidado en el tema, al afirmar que, de encabezar el Ejecutivo Federal, podría controlar la situación y la participación del ejército. Lo mismo nos ha dicho con el tema de la corrupción. Sin embargo, para estas tareas se requiere más que voluntad y confianza en que la honestidad se transfiere de arriba hacía abajo. Debemos generar los mecanismos, herramientas y vigilancia necesaria para que eso suceda y el reto no es menor.
En cuanto a la prevención, hay que reconocer que Andrés Manuel, a pesar de no lograr explicar con detalle e integralidad lo que hará, es quien más ha abordado el tema de atender las causas estructurales y sociales del crimen. Sin embargo, no solo se debe contar con la visión preventiva en ideas desvinculadas: esta debe ser una tarea prioritaria, en la que se inviertan recursos similares a los que se destinan a las operaciones reactivas. Tenemos una dispersión preocupante del crimen. Hay que fortalecer capacidades, transparencia y el compromiso local, enfocar e incluir a todos los sectores para ser más exitosos en la tarea. Entender que la falta de estado de derecho, aunada a la ausencia de oportunidades en diversos rincones de nuestro país, genera víctimas y re-victimización que no se atiende. También, ha hecho que jóvenes y niños, especialmente de zonas de alta vulnerabilidad, vean en el crimen un camino y en los criminales un ejemplo a seguir. 
Para cambiar la ecuación falta —más que policías, armas o cárceles— inversión focalizada, a la medida y con transparencia, en más educación, espacios públicos dignos, oportunidades y acceso a estrategias sociales, productivas, de inclusión y reinserción.
En el tema de policía, propone el Mando Único con un enfoque de proximidad. El resto de las propuestas en el rubro caen en el lugar común: dignificación de la labor, formación de capacidades e inteligencia en los cuerpos policiacos, con énfasis en derechos humanos. Sin embargo, al no detallar en la manera que piensa llevar a cabo sus propuestas, resulta difícil explicar su viabilidad. Ahondar en la manera que se busca reformar y fortalecer las tareas de la Policía Federal o del Secretariado Ejecutivo —órgano responsable de todos los recursos federales en la materia a los estados y que actúa muy aislado al resto del sistema— es urgente. Un plan más detallado y útil debe considerar la profesionalización y desarrollo, detalles del estado de la fuerza, presupuestos y la reestructuración de los controles de confianza.
En el que sin duda es de los retos más grandes en nuestros tiempos, el sistema penitenciario, Obrador ha propuesto orientar la política penitenciaria hacia la reintegración social. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad, uno de cada cuatro reincide y de éstos, 53 por ciento lo hace antes de dos años. Falta, sin embargo, conocer con mayor detalle la propuesta para superar un sistema que ha puesto el acento en el castigo sin reinserción y que por el contrario, genera más violencia, delito y venganza, así como para hacer frente a la corrupción que en estos sitios, especialmente a nivel estatal. Una reforma y cambios profundos son necesarios. La reintegración emocional, familiar, educativa, laboral y social de quienes cometieron delitos requiere un cambio en el entorno e, incluso, una renovación en las directrices y recursos humanos. Es con más maestros, atletas, doctores, psicólogos y opciones recreativas y laborales al servicio de las prisiones, que se evitará la reincidencia.
Falta que nos brinden más información para entender la lógica integral de las propuestas lanzadas hasta ahora por López Obrador. Algunas ideas aisladas y ocurrencias también se han planteado. Lo más destacable es su abordaje en cuanto a poblaciones en riesgo y en temáticas de la prevención social pero debe quedar claro como una prioridad en el esquema. 
Finalmente, y para todos los candidatos, hay que repetir hasta el cansancio que la seguridad, desde la prevención hasta la readaptación social, es un tema técnico que no debe politizarse. En la situación y crisis actuales, no hay lugar para aprender o improvisar. 
Autor.-Eunice Rendón es experta en seguridad y migración. Coordinadora de Agenda Migrante y Red VIRAL. Fue titular del Instituto de los Mexicanos en el Exterior y encargada de la Subsecretaria de Prevención y Participación Ciudadana de la SEGOB.

Fuente.-