El retrato mas reciente del discurso de “renovación” en la Suprema Corte ya se topó con la vieja costumbre de preservar privilegios y presupuestos intocados, casi como si la elección judicial fuera apenas un maquillaje sobre estructuras anquilosadas.Pero en el fondo, la eterna paradoja mexicana: el cambio político como circulo viciooso donde lo nuevo hereda los vicios de lo viejo.
1. El telón de la sucesión
- Se anuncia el relevo en la Suprema Corte como fin de época tras Norma Piña.
- El oficialismo quiere vender una transición “purificadora”, con ceremonia indígena incluida, al estilo litúrgico de la “nueva era” en el Poder Judicial.
- Pero este gesto simbólico contrasta con la fría realidad presupuestal y la continuidad de privilegios.
2. Los nuevos ministros y sus cuotas de poder
- Reparto de ponencias mediante sorteo (pero con excepciones: Estela Ríos condiciona qué asuntos no aceptaría).
- Figuras con clara cercanía al fiscal Gertz o al obradorismo llegan al Pleno.
- Se cierran dos ponencias tras la reforma que redujo de 11 a 9 los asientos.
3. El presupuesto como espejo del viejo sistema
- Incremento de 13%: casi 5,900 millones de pesos.
- Sueldos topados al equivalente de la presidenta, pero con prestaciones exuberantes: seguros médicos, seguros de separación, ayudas de vestuario, estímulos en días festivos, comidas y hasta jardinería.
- Se evidencia el choque con el discurso de austeridad republicana.
4. La fractura interna
- Solo Juan Luis González Alcántara alzó la voz en contra, denunciando que el presupuesto debería esperar a la nueva integración y criticando gastos que perpetúan lujos.
- Su posición contrasta con la complacencia del resto, que planchó el proyecto con Aguilar y Piña.
5. El subtexto político
- La elección judicial por voto popular basado en acordeones e impulsada por Morena, se presentó como democratización, pero en la práctica fue una operación electoral controlada.
- El dilema: ¿será esta Corte un brazo político del régimen, o un escenario donde las inercias terminarán ahogando cualquier intento de ruptura?
En lastimosa sintesis:
“Cambian las togas, cambian los rostros, cambian los rituales con bastón de mando. Lo que parece inamovible es la fórmula que ampara a los ministros: sueldo de alto ejecutivo, seguros de privilegio y una Corte que, en lugar de purificarse, se incensa a sí misma para sobrevivir al tiempo. La gran paradoja mexicana: el futuro llega, pero con presupuesto del pasado.”
Con informacion: DIARIO ESPAÑOL/ELPAIS/ZEDRIK RAZIEL/

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