¡Presidenta, con todo respeto,quítese las lagañas de los ojos… y las telarañas también! Porque si la realidad no la deja dormir de noche, peor la va a dejar la terquedad de negar lo evidente de día. Dice usted que con la DEA no hay nada, que sólo fue un taller, que aquí no pasa nada… pero el narco si pasa,si levanta,si mata,si extorsiona y ademas no le pide permiso ni a usted ni a nadie para seguir pudriendo instituciones y aterrorizando a la sociedad.
¿De qué sirve taparse los ojos ante una agencia federal del otro lado del Río y la valla, que, guste o no, tiene la experiencia, recursos, inteligencia y—aceptémoslo—los reflectores internacionales? ¿Para promover la distancia en vez de la cercanía, si la exigencia ciudadana aquí y allá es la misma: respuestas rápidas y contundentes contra el crimen, no respuestas rápidas contra la DEA?
¡Cuatro ojos ven mejor que dos, aunque lo que vayan a ver primero sean los mohos y la podredumbre que años de simulación han cultivado en muchas oficinas de gobierno! Si hay voluntad política real, y se suma la fuerza mexicana a la inteligencia estadounidense, no habrá poder criminal que les gane. Es hora de entender que la soberanía se defiende mejor cuando sirve de escudo para la gente, no para la opacidad, deje de enmascarar los verdaderos propósitos de que pasen a lo barrido y si se puede,conjuntamente a barrer.
Deje de resistirse, deje de encajonarse en la narrativa de victimización diplomática. Los ciudadanos quieren cooperación, quieren acción, quieren ayuda de Trump,quieren que usted se ponga a la cabeza del combate contra una criminalidad que ya no reconoce ni fronteras ni banderas. No tema caminar con la DEA, así sea bajo reglas nuevas, bajo mayor vigilancia mutua. La desconfianza justificada no puede seguir siendo pretexto de inacción.
Basta de respuestas burocráticas y evasivas. La voluntad de un gobierno se mide en hechos, no en comunicados defensivos, no en cifras maquilladas de detenidos de alto impacto que aun no impactan, ni impactaran porque la mayoría es humo.
Así que, Presidenta, despierte, despéjese la vista y camine, aunque sea con pasos incómodos. Más vale sumar verdades incómodas al esfuerzo, que seguir parpadeando entre mentiras cómodas y realidades criminales.
Y si ya les esta ayudando, como presumen,pa’que lo niega,ayudeles mas.
Con informacion: ELNORTE/

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