Cada año, 3.7 millones de llamadas vía celular salen de siete penales estatales y federales para realizar alguna extorsión a ciudadanos, revela un estudio que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) entregó al Senado.
Se confirma que hay una cantidad apreciable de equipos sospechosos en el conjunto de los penales de la muestra, y que incluso donde hay pocos equipos puede ocurrir una cantidad de llamadas con propósitos delictivos a lo largo del día, afectando a los usuarios y la calidad del servicio por las interferencias que generan los bloqueadores de señal instalados”, dice el análisis.
Realizado por telefónicas de junio de 2017 a junio de 2018, el estudio halló 947 equipos terminales “sospechosos”, es decir, que se conectan a la radiobase más cercana al penal y tienen un número atípico de llamadas salientes. También explica que desde los 947 celulares se hicieron 219 mil 700 llamadas en tres semanas, por lo que, al anualizar el dato, arroja 3.7 millones de llamadas.
Además, urge a que las autoridades penitenciarias reduzcan al máximo la introducción de teléfonos e insiste en la importancia de que los equipos bloqueadores de señal se adecuen a las especificaciones técnicas.
AL AÑO, 3.7 MILLONES DE LLAMADAS DE EXTORSIÓN
Desde 947 números “sospechosos”, cada año salen de siete penales estatales y federales 3.7 millones de llamadas desde celulares, para realizar alguna extorsión a los ciudadanos, revela el Estudio Estadístico del Número de Terminales Móviles y de Llamadas de Móviles y de Casetas Telefónicas Públicas que Operan dentro de una Muestra de Penales en el país, que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) entregó al Senado.
Se confirma que hay una cantidad apreciable de equipos sospechosos en el conjunto de los penales de la muestra, y que incluso donde hay pocos equipos puede ocurrir una cantidad de llamadas con propósitos delictivos a lo largo del día, afectando a los usuarios y la calidad del servicio por las interferencias que generan los bloqueadores de señal instalados”, dice el análisis.
Realizado por las propias compañías telefónicas, a lo largo del periodo junio 2017-junio 2018, el estudio dice que “se encontraron 947 equipos terminales ‘sospechosos’ durante la primera semana de levantamiento de datos, relacionados con dos mil 259 IMSIs (Identidad Internacional de Abonado Móvil); durante la segunda semana se identificaron mil tres equipos con dos mil 401 IMSIs asociados y para la tercera semana se hallaron 951 terminales utilizando dos mil 266 IMSIs”.
Precisa que para determinar que un equipo es “sospechoso” se fijaron cuatro criterios. Que el equipo se conecte a la radio base más cercana al penal; que tenga un número atípico de llamadas salientes; que tenga un número elevado de IMSIs que funciona con un mismo equipo o IMEI (Identidad Internacional de Equipo Móvil) y que el índice promedio de intensidad en el uso de un equipo para realizar llamadas (el cociente total de llamadas en un penal entre el número de equipos sospechosos).
El estudio se divide en cifras sobre telefonía celular y las relacionadas con llamadas que salen de teléfonos públicos ubicados en los penales.
Para el caso de la telefonía móvil, dice que “el conjunto de equipos sospechosos en los siete penales, cuyo número varió cada semana, fue la fuente de 219 mil 700 llamadas en el periodo. Si se anualiza esta estadística, arroja una cantidad de 3.7 millones de llamadas”.
Los penales están identificados por letras; es decir, no tienen los nombres y ubicaciones, pero se trata de cinco estatales y dos federales. El penal que más equipos tiene es el identificado con la letra E, es estatal y tiene 522 equipos, con mil 300 IMSIs; 521 de esos equipos tienen más de un SIM y se hicieron 39 mil 792 llamadas en una semana.
En el reporte llama la atención que “el caso más llamativo es el recinto C, donde se hallaron pocas terminales sospechosas, que en ningún caso rebasa los 48 en una semana. Sin embargo, ahí se registran los mayores índices de intensidad con 180, 148 y 160 llamadas por equipo durante una de las tres semanas analizadas”.
Advierte que el Grupo de Trabajo de los Concesionarios en el Comité Especializado, responsable del estudio reitera la urgencia de que se cumpla la ley, para que “las autoridades penitenciarias diseñen un programa que reduzca al máximo la introducción de equipos terminales y de IMSIs en los recintos penitenciarios; e insiste en la importancia de que los equipos bloqueadores de señal se adecuen a las especificaciones técnicas”.
En cuanto a las llamadas de teléfonos fijos, se analizaron 544 mil 513 llamadas, de las cuales 25% fueron rechazadas, dado el sistema que identifica el origen de la misma, lo que según en estudio, demuestra que es positivo ese esfuerzo de advertir al receptor de dónde proviene la llamada.
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