En medio de toda la asignación detareas y obras federales al Ejército, ahora el Gobierno federal dejó a la Secretaría de Marina (Semar) la adjudicación de carreteras.
a morenos tambien les encantan los mañosos:
andan bien atareados:
Diseños y Construcciones del Cobre, una empresa de Chihuahua, fue la ganadora de la invitación a seis proveedores.
Los contratos para construir o modernizar carreteras federales siempre habían sido adjudicados por la SCT,ahora Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), o por Banobras, tratándose de autopistas concesionadas al Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin).
Incluso, las carreteras y caminos de acceso alAeropuerto Internacional Felipe Angeles (AIFA), que fue construido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), han sido licitados por la SICT, no por los militares.
Pero una reforma legal de finales del 2020 transfirió la administración y operación de los puertos del País de la SICT a la Semar.
Y, aunque la reforma fue impugnada por inconstitucional ante la Suprema Corte, ésta no ha resuelto el caso, a dos años de haber admitido las demandas respectivas.
El dinero para el Proyecto Guaymas proviene del fideicomiso aduanero conocido como FACLA, que a inicios del 2022 era el más cuantioso del Gobierno, pero que en meses recientes ha sido distribuido entre nuevos fideicomisos creados por la Marina y la Sedena, así como entre la nueva Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que por décadas fue el único beneficiario de esos fondos.
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