Sin órdenes de aprehensión en su contra, con dinero y sicarios bajos sus órdenes, con pleno control de un gran número de policías y de la actividad criminal en gran parte del territorio rural de Mexicali, a Felipe Eduardo Barajas Lozano sólo había una forma de detenerlo: en un operativo fortuito.
El Omega, de 31 años de edad, es uno de los objetivos más violentos en el organigrama criminal de la capital bajacaliforniana. De acuerdo con reportes de Inteligencia en poder de las autoridades integradas a las Mesas de Seguridad para la Construcción de la Paz y Seguridad, está involucrado en el narcomenudeo, trasiego de droga, extorsión, desaparición de personas y homicidios, pero no hay una sola carpeta de investigación integrada en su contra por la Fiscalía General del Estado (FGE). de Baja California.
Con el respaldo de Jesús Alexander Sánchez Félix alias el Ruso, Barajas Lozano, originario de Culiacán, Sinaloa, pero asentado en la capital de Baja California, extendió desde hace varios años su control en el cobro de piso a traficantes de personas y la venta al menudeo de enervantes dentro de bares y antros de Mexicali.
La suerte se le terminó alrededor de las 08:00 horas del lunes 27 de diciembre de 2021, cuando fue detenido tras un reporte de emergencia en el que vecinos de diversas comunidades de la denominada zona dorada —al noreste de la ciudad— informaron que por sus calles circulaba un Jeep Rubicon de color blanco y de reciente modelo, cuyos tripulantes, impunemente, realizaban disparos al aire por una de sus ventanas.
Policías municipales fueron los encargados de atender el llamado y ejecutar una persecución que culminó en la carretera al Aeropuerto, cuando el automóvil de los denunciados se impactó contra un cerco perimetral y un poste, en su desesperado intento por ingresar a una brecha para escabullirse de la embestida policial.
Los agentes municipales les cerraron el paso para asegurarlos.
El Omega estaba en estado de ebriedad y se paseaba con tres acompañantes: Alexis Makolin Mendoza Franco, de 23 años de edad, radicado en Calexico, California; Andrea Nallely Lozano Tostado, de 19 y residente en Mexicali; y Ximena, de 17 años, oriunda de Culiacán, Sinaloa.
En el auto, entre sus pertenencias se localizó un rifle de asalto y una arma calibre .9 milímetros, motivo por el que fueron detenidos sólo tres de los cuatro individuos, pues la menor de edad enfrentará cargos ante la justicia para adolescentes.
A 36 horas de su captura y previo al cierre de esta edición, el futuro judicial de Felipe Eduardo Barajas Lozano no estaba definido, no existen órdenes de aprehensión en su contra en Baja California, ni por parte de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO).
De manera extraoficial se informó que en Estados Unidos su nombre está incluido en expedientes e investigaciones por el delito de “tráfico de droga”, sin embargo hasta el martes 28 de diciembre de 2021 no se habían presentado documentos que respaldaran la información.
Lo único concreto es un mandamiento judicial en Culiacán, Sinaloa, por el delito de feminicidio, el cual pudiera sentenciar el destino de el Omega.
Tras su captura, de acuerdo con reportes de Inteligencia de las Mesas de Seguridad, en la plaza ocupada por “Los Rusos” quedan como líderes de célula: Alfonso Peralta/Alfonso Amaya el P-1 y/o Ponchito de la Lima; Héctor Infante el Tolín; Maximiliano Aispuro Álvarez el Max; y otro individuo conocido como el 80 u 83.
El operativo
El día de su detención, el Omega y sus acompañantes iban “trasnochados”. El semblante demacrado y la botella abierta de tequila Don Julio localizada dentro del automóvil, confirmaban que habían extendido los festejos navideños hasta la mañana del 27 de diciembre, veinticuatro horas antes del Día de los Inocentes, fecha en la que el anuncio de su captura generó incredulidad.
El último reporte refiere que desde la camioneta Jeep Rubicon que tripulaban, placas de circulación AUA524A de Baja California -a nombre de Brandon Eduardo Jara Peraza, residente de Villas del Colorado-, pudo circular realizando detonaciones desde la colonia Burócratas, pero no hay registros de denuncias.
Las llamadas a los números de Emergencia indican que viajaban sobre Calzada CETYS, a la altura de la intersección con la calle Macristy de Hermosillo, en los alrededores de la colonia Vista Hermosa.
La unidad tomó rumbo al oriente y se desplazó por toda la zona dorada de Mexicali, hasta llegar al residencial Duara, donde el automóvil fue detectado. En esa zona reside la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y gran parte de la clase alta de Mexicali.
Poco a poco unidades se fueron acercando de manera discreta hasta llegar a la intersección de calle Novena y Calzada CETYS, donde el conductor de la unidad Rubicon se dio cuenta que varias unidades lo rodearon.
Testigos narraron que el vehículo aceleró su marcha y de inmediato le hicieron persecución un gran número de unidades. Era conducido por Felipe Eduardo Barajas Lozano el Omega.
El auto aceleró rumbo al oriente, ingresó a la carretera al Aeropuerto y tomó un retorno a la altura de los moteles de la zona, intentando regresar a calle Novena, pero justo frente al residencial Segovia, quiso dar una vuelta cerrada hacia una brecha de su lado derecho, pero la unidad perdió el control y terminó por estrellarse con un cerco y un poste.
Ahí, un gran número de agentes municipales interceptó a los implicados, mientras que elementos estatales lograron cerrar el perímetro. En ese momento, nadie sospechaba que el conductor de la unidad era uno de los cabecillas criminales en Mexicali.
Incluso, en su primer intercambio de palabras con los uniformados, dijo llamarse Christian Jael Barajas Lozano, que es el nombre de su hermano menor, quien ya había sido detenido en 2018 en un domicilio ubicado en el residencial Puerta de Alcalá, en compañía de su padre, Felipe Eduardo Barajas Chairez, entonces de 52 años, pero ya se encuentran libres.
Con un nombre falso, evidente estado de ebriedad, una apariencia física diezmada, el cabello desaliñado y un atuendo discreto, se generó confusión y tardaron en confirmar la verdadera identidad del traficante.
De entrada, los agentes obligaron al Omega a bajar del auto y lo arrojaron al costado de una patrulla de la Policía Municipal para su sometimiento y registro. Lo mismo sucedió con sus acompañantes.
Mientras se llevaban a cabo las diligencias en la escena, el propietario de la unidad -Brandon Eduardo Jara Peraza- arribó a la zona e intentó responsabilizarse por el impacto e intentó negociar y cambiar al personaje principal para que Barajas fuera liberado, pero los agentes municipales no accedieron.
Aunque fuentes oficiales lo niegan, trascendió que en dos ocasiones intentaron sostener acercamiento con los agentes encargados para liberarlos o cambiarlo por otro individuo, pero finalmente se concretó su captura y se trasladó a las instalaciones de la Subdelegación de la Fiscalía General de la República (FGR) sobre calle Novena, donde enfrentará cargos por portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
Autoridades presumen que el motivo por el cual este grupo transitaba por la zona dorada de Mexicali, es que el Omega vive en el residencial Monte Carlo, donde incluso vecinos localizaron casquillos de arma de uso exclusivo del Ejército, en los alrededores de una gasolinera.
Respecto a los otros detenidos, no existe información de los cuerpos de seguridad, pero en redes sociales como Facebook de Alexis Mendoza Franco y Andrea Nallely, exhiben los lujos con los que vivían, presumen viajes por el mundo, a París, Japón, Egipto e incluso Dubái. Incluso dejaron constancia de su convivencia con jaguares y hasta la posesión de un Ferrari.
Actividad criminal
A el Omega se le considera una de las piezas clave del conflicto y operación de la defensa criminal del territorio para el Ruso, operador criminal de Ismael el Mayo Zambada en Mexicali y su colindancia con Sonora, quien desde octubre de 2019 sostiene una batalla abierta contra de los líderes del Cártel de Sinaloa, comandada por Los Chapitos (Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, además de Ovidio Guzmán López, hijos del narcotraficante preso Joaquín el Chapo Guzmán Loera).
“Con Los Rusos no se juega / menos con Alfa y Omega / Mexicali es la frontera y la voy a cuidar /el sombrero no se moverá / y aunque va de lado nunca se caerá”, reza la canción el Omega, interpretada por varios cantantes de música regional mexicana como Gerardo Ortiz y Voz de Mando, misma que hace referencia al hoy imputado, quien siempre fue ubicado como parte de la estructura que comanda el Mayo Zambada.
La ruptura del Cártel de Sinaloa y el conflicto de Los Chapitos con el Ruso, en la que se implicó el Omega, se generó tras el conocido “Culiacanazo” de 2019, donde el poderío de Los Menores se impuso y doblegó a las fuerzas de seguridad del Gobierno de México, al grado que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, liberó a Ovidio Guzmán López horas después de ser detenido a plena tarde en la Capital sinaloense.
La razón fue que las células del Ruso no participaron en el operativo de rescate, lo que fue mal visto por Los Chapitos. A partir de ahí se generaría una serie de conflictos por parte del lugarteniente en contra de los hijos de Guzmán Loera, derivando varios enfrentamientos en Culiacán y Tepuche en Sinaloa, Valle de Mexicali y San Luis Río Colorado, Sonora.
Aunque se le relaciona en gran número de asesinatos y de desapariciones, ni las carpetas de investigación de la FGE o FGR, incluyen mandamiento judicial en su contra. Sólo la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa tiene una orden de aprehensión activa en contra de el Omega: el expediente 438/2017 por el delito de feminicidio, cometido en contra de la joven Jael Abilene Negrete Sánchez el 14 de agosto de 2017.
La narrativa del documento en poder de ZETA, indica que la joven Jael Abilene se encontraba en compañía de Barajas Lozano y de otros amigos, dentro de un domicilio ubicado sobre la calle Cerrada del Socorro, contra esquina de Isla del Carmen, número 1574 del departamento 10, colonia Las Quintas en Culiacán, Sinaloa, de donde el Omega es originario.
Estaban en una fiesta consumiendo bebidas embriagantes cuando Barajas, identificado en la carpeta también como el Felipillo o el Pillo, le disparó en el rostro tras un conflicto de carácter personal.
De acuerdo con testigos, el presunto homicida llevaba entre sus pertenencias una arma de fuego que presumió en todo momento y, cuando perpetró el crimen, se retiró del lugar, no sin antes amenazar a los invitados e instruirlos para mentir, les ordenó que dijeran que todos habían salido por tacos y al regresar, encontraron a Jael muerta.
Minutos después de retirarse de la escena del crimen en Sinaloa, el Omega regresó y tomó el celular iPhone 7 de la víctima y huyó nuevamente.
Esto obra en la solicitud judicial ya hecha de conocimiento de las autoridades bajacalifornianas para procesar judicialmente a Barajas Lozano.
Los pendientes
Con el reforzamiento del grupo de Los Rusos en Mexicali, otros operadores permanecen delinquiendo de manera impune y ninguno tiene mandamientos judiciales en su contra en Baja California, pese a que sus nombres se relacionan en varios hechos delictivos.
Los cabecillas identificados por las corporaciones coordinadas son: Jesús Alexander Sánchez Félix y Alfonso Peralta, conocido como el P-1 o Ponchito de la Lima, considerado jefe de sicarios del Ruso y al cual se atribuye la estrategia de contención y combate por el control de la plaza.
En el organigrama criminal también incluyen a Héctor Tolín Infante, porque el oriundo de Chicago ha incrementado su presencia de forma sustancial en Mexicali. Versiones de las tareas de inteligencias, refieren que su delito público más reciente se conoció el 3 de diciembre, cuando realizó detonaciones de arma de fuego durante un concierto del grupo Codiciado en el Palenque del FEX.
Inicialmente se dijo que el responsable fue un escolta, pero las imágenes e información de las autoridades confirmaron que el presunto responsable fue el Tolín Infante, quien ya presume fotografías y corridos con personalidades de la música regional mexicana.
Un tercer personaje emerge desde mediados de 2021 como operador de Los Rusos en la zona Poniente de la ciudad: el 80 o el 83, de quien las policías sólo conocen el apodo, pero le atribuyen principalmente el homicidio y cobro de piso a traficantes de personas que operan en diversas comunidades cercanas al cerco fronterizo. (Se presume inocente mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial: Art. 13, CNPP)
La incidencia de el ‘Omega‘
A continuación, un breve recuento de incidentes criminales en los que autoridades integradas a las Mesas por la Paz y la Seguridad, refieren la participación de Felipe Eduardo Barajas Lozano el Omega, información que no ha sido incluida en las carpetas de investigación:
Fuente.-