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sábado, 6 de junio de 2020

EL "PRIVILEGIO BLANCO y la SENTENCIA de MUERTE": LA POLICIA,un MISMO DELITO y DOS PERSONAS de DIFERENTE COLOR...la ecuación es la misma con diferente resultado.

Mark McCoy es arqueólogo y profesor en la Universidad Southern Methodist (Dallas, Estados Unidos). Siempre ha sido “muy consciente de su privilegio blanco”, como cuenta a Verne por teléfono. En los últimos días quizás algo más: esta semana recordó que él fue arrestado hace más de 20 años por el mismo delito que George Floyd. Pero a él no le pasó nada.
Resumió su historia en un tuit que desde este lunes se ha compartido más de 600.000 veces: “George Floyd y yo fuimos arrestados por haber usado, presuntamente, un billete falso de 20 dólares. Para George Floyd, un hombre de mi edad, con dos hijos, fue una sentencia de muerte. Para mí, es una historia que a veces cuento en fiestas. Esto, amigos, es privilegio blanco”.

George Floyd and I were both arrested for allegedly spending a counterfeit $20 bill. For George Floyd, a man my age, with two kids, it was a death sentence. For me, it is a story I sometimes tell at parties. That, my friends, is White privilege.



El domingo estaba viendo las noticias con su familia, siguiendo lo ocurrido tras la muerte de Floyd a manos de un policía blanco. “No conocía los detalles concretos. Fue mi hija de 12 años quien me explicó qué había ocurrido” y que Floyd había sido detenido por ser sospechoso de haber pagado con un billete falso. McCoy explica que se sintió abrumado al enterarse.
Le pasó en Springfield (Massachussets), en 1994. Por aquel entonces tenía 18 años, estaba de viaje, solo, y tenía que cambiar de trenes en esa ciudad. Como tenía tiempo, fue a sacar dinero y a comprar algo de comida que llevar al tren. Cuando salió del local, se encontró con que la policía le estaba esperando en la puerta. “Yo no lo sabía, pero el billete que había usado para pagar era falso”.
La policía activó la sirena del coche patrulla para llamar su atención y hacerle unas preguntas. McCoy fue arrestado y pasó una noche en prisión. El trato fue en todo momento correcto. Un tiempo más tarde tuvo que presentarse ante el juez, se declaró inocente y fue sentenciado a seis meses de libertad condicional. Ni antes ni después ha tenido ningún otro problema con la ley.
El profesor estadounidense decidió compartir su experiencia en Twitter el lunes, donde solo le seguían 150 personas. Explica que se sintió “inspirado por un artículo de Barack Obama en el que llamaba a los estadounidenses a hacer algo positivo que ayudara a cambiar la situación”, pero no esperaba mucha repercusión de un breve mensaje en esta red social: “Creía que lo verían mis colegas de trabajo y que a lo mejor ayudaría a humanizar a George Floyd”. Este jueves por la tarde, tres días después del tuit, le siguen más de 11.500 personas. Su mensaje suma dos millones de me gusta.
Las respuestas a su historia han sido mayoritariamente positivas, si bien es cierto que no las ha podido leer todas (suma cerca de 6.000). Entre los comentarios, hay personas racializadas que han expresado “su preocupación cuando tienen que interactuar con la policía”. Algunas personas blancas han compartido experiencias como las de McCoy, en las que la policía les ha tratado de forma “positiva y cortés”.
McCoy cuenta que siempre ha tenido claro su "privilegio blanco” y que no es algo de lo que se haya dado cuenta ahora. Explica que durante su infancia en Delaware, por ejemplo, vio el fin de la segregación en las escuelas. Desde entonces es “muy consciente del trato diferente que pueden recibir las personas de color”.

Thank you for sharing your experience. It shows the privilege white people have that allows them to fix their “mistakes” but POC especially Black people don’t.




Gracias por compartir tu experiencia. Deja claro el privilegio que permite a las personas blancas arreglar sus “errores” y del que no disfrutan las POC [personas de color], especialmente las negras”.

I didn't even get arrested. The clerk just said, "This bill is no good," and gave it back to me. That's white girl privilege.




A mí ni siquiera me arrestaron. El dependiente dijo: “Este billete no vale” y me lo devolvió. Privilegio de chica blanca.
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fuente.-

EL "JALE ANTES ERA PERICO y AHORA VENDO MAS CRISTAL": LA CUARENTENA CAMBIO DINAMICAS de NARCOMENUDISTAS...y "dealers" se ajustan a "nueva normalidad".

Eduardo es más precavido ante las cámaras de vigilancia —principalmente las del C5— cuando entrega mercancía a sus clientes, pues ahora ya no lo hace en fiestas o bares, sino a domicilio, a veces en vía pública. Desde que inició el confinamiento por la Jornada de Sana Distancia para la mitigación del Covid-19, usa cubrebocas y gel antibacterial. Antes vendía principalmente cocaína y mariguana, pero en la cuarentena disminuyeron los pedidos de estas drogas ilegales, y lo resume así: “Bajó mínimo un 50 por ciento la chamba; el jale antes era perico, pero ya ahora vendo más cristal”.
Otros tres narcomenudistas que operan en la Ciudad de México, entrevistados por La Razón vía WhatsApp, aseguraron que sus ventas se vieron disminuidas al principio de la cuarentena, pero han logrado mantener sus pedidos gracias al servicio a domicilio.
Antonio, dealer que opera en el Centro Histórico, dijo que al principio hubo “compras de pánico”, sobre todo de cannabis; luego las ventas cayeron y tuvo que cambiar de giro: “al principio estuve viviendo de mis guardados (ahorros), pero como trabajo secundario vendo con mi esposa gel antibacterial, cubrebocas y caretas”.
El delito de narcomenudeo en la capital se ha mantenido durante la cuarentena. Entre marzo y abril se reportaron 181 denuncias, cerca del 10 por ciento más que en el mismo periodo de 2019, según el portal de Datos Abiertos de la CDMX.








Gráfico
A escala nacional, las operaciones de los cárteles del narcotráfico disminuyeron, según publicó Mike Vigil, exagente de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), en una columna del medio Infobae, donde detalló que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) no han podido mantener su producción, pues muchos de los químicos que utilizan provienen de China, el país donde se originó el nuevo coronavirus.
Al detonar los brotes de Covid-19, las industrias tuvieron que parar temporalmente y hubo más puestos de revisión, dijo Vigil; esto hizo prácticamente imposible surtir de materiales a los cárteles mexicanos.
En el paso fronterizo con EU, las incautaciones en los puestos de la Patrulla Fronteriza se mantuvieron relativamente estables entre marzo y abril, específicamente de cargamentos de mariguana, cocaína, y heroína respecto al periodo del año pasado.
“Bajó mínimo un 50 por ciento la chamba; el jale antes era perico, pero ya ahora vendo más cristal”
Antonio “N”, Dealer
Sin embargo hubo un aumento en los decomisos de metanfetamina (67 por ciento) y fentanilo (78 por ciento) y en las drogas catalogadas como “otros”, pasando de cinco a 55 kilogramos, según datos de resultados de búsqueda de la Web de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
A nivel internacional también el Covid-19 ha provocado cambios, como aumento de precios, aunque la emergencia sanitaria no detiene la actividad ilegal, según una investigación del Proyecto de denuncia de la corrupción y el crimen organizado (OCCRP, por sus siglas en inglés), que revela que la industria global de cocaína, que mueve cerca de dos mil toneladas al año y miles de millones de dólares, se está adaptando al coronavirus mucho mejor que numerosos negocios legítimos.
Según sus hallazgos, en un principio la pandemia afectó la producción en los países del sur de América Latina, donde se cultiva y procesa, pero nunca se redujo el comercio porque la mayoría de los narcotraficantes han almacenado grandes cantidades de droga.
En Colombia, por ejemplo, los cárteles mantienen su negocio con la cocaína que tenían acumulada, según un informe de inteligencia de la Armada de Colombia de abril, obtenido por OCCRP, la cual concluyó que los narcos anteriormente usaban lanchas rápidas, así como buques pesqueros y submarinos para llevar su mercancía hacia Estados Unidos. Con la cuarentena, estos métodos se volvieron más difíciles de usar, principalmente por razones logísticas. Ahora, las mafias están volviendo a usar rutas más antiguas y lentas, a menudo divididas en numerosas etapas.
Fuente.-

LOS "SANCHEZ LUNA": DE ALBAÑILES a PARAMEDICOS CONTRA el COVID_19...saben que la gente anda en las calles y el "bicho que no se ha ido,tambien".



Jacobo Sánchez Luna llega a la estación de bomberos del Valle de Chalco, un municipio de menos de medio millón de habitantes en el Estado de México, con las manos todavía sucias por la obra. Viene de ejercer el mismo oficio al que se dedican sus 11 hermanos: la albañilería. Cuando su profesión le da tregua se dedica a otra actividad, mucho más solicitada ahora: paramédico voluntario. Junto con su hermano Caleb y Fernando de la Rosa, uno de los cuñados de la familia, Jacobo se dedica a apoyar a los bomberos del lugar, que son los encargados de trasladar a los pacientes de covid-19 debido a la escasez de ambulancias. Desde marzo, la familia lucha contra el coronavirus en el municipio con mayor letalidad de los 14 que forman la franja oriente del Estado.

Valle de Chalco, una zona humilde, de pequeñas casas y muchas calles aún sin asfaltar que limita con la capital del país, tiene 307 casos positivos y más de 80 muertos; es decir, una letalidad del 26%. El municipio tiene siete ambulancias y dos hospitales. Cuatro de las ambulancias son de la estación de bomberos, tres son particulares, entre ellas la de los Sánchez Luna, que forma parte de una sociedad civil llamada Argos que les facilita el vehículo. El hospital más conocido es el Fernando Quiroz, que tiene 20 camas para enfermos por el nuevo virus. “Este es un foco rojo, por eso vinimos a ayudar aquí, hay días que las unidades no se dan abasto”, explica De la Rosa, quien no es pariente de sangre pero a quien todos llaman sobrino.

El martes a las dos de la tarde, los Sánchez Luna sanitizan cada rincón de la ambulancia con esmero. Cuentan que todos los aparatos que tienen los han pagado ellos con su bolsillo: tanque de oxígeno, laringoscopio, trajes epidemiológicos, tubo endotraqueal y un aparato para revisar la frecuencia cardíaca. Lo único que les facilita el gobierno del municipio son las cápsulas donde trasladan a los pacientes de coronavirus, que rondan los 40.000 pesos (unos 1.800 dólares). Antes de que llegara la pandemia, esta familia, que hizo un curso de paramédico hace tres años, ya echaba una mano a los bomberos. La crisis sanitaria les ha triplicado el trabajo. El comandante de la estación de bomberos, Adolfo Oribe, explica que desde mediados de abril registran más de 15 casos diarios. El mes dejó once fallecidos. En mayo se rebasaron las 30 muertes.

Minutos después, las bocinas de la estación de bomberos alertan lo que el mundo teme: el código victoria, que confirma que hay un caso de covid-19. Jacobo y De la Rosa salen disparados a por sus uniformes; traje, guantes, mascarilla, careta y la cápsula para trasladar a los pacientes. Se suben a la ambulancia y arrancan a toda prisa. Solo cinco minutos los separan de su destino, pero un tianguis luce abarrotado y obstaculiza el paso del vehículo. “Covid, Covid”, señalan dos mujeres desde el mercado al ver la ambulancia.

En la puerta de la casa ya espera uno de los hijos del paciente. No hace falta que se quite la mascarilla para expresar preocupación. “Por ahí arriba, ándale”, dice mientras señala las escaleras que llevan al segundo piso. En la habitación, un hombre de 50 años con sobrepeso se mantiene sentado, con la mirada baja, rodeado por su esposa y sus seis hijos. Sujeta un tanque de oxígeno que le ayuda a respirar con dificultad. El enfermo comenzó a sentir falta de aire la noche del día anterior, aunque decidieron esperar porque no tenía fiebre. Entre gritos y llantos, los familiares ordenaron a los Sánchez Luna trasladar al enfermo al hospital de Ixtapaluca, a unos 20 minutos, donde conocen a uno de los trabajadores. Los paramédicos les explican que es importante llevarlo al Fernando Quiroz, el más cercano. El comandante Oribe asegura que esto es muy común en el municipio: la gente contagiada tiene miedo de ir al hospital, porque creen que allí morirán solos.

Los paramédicos bajan de prisa a por la camilla mientras la escena se descontrola por completo. Al ver que el padre empeora y respira con mucha dificultad, los familiares abrumados deciden bajarlo por las escaleras, una angosta plataforma de ladrillo. Los gritos de auxilio y llantos aumentan cuando el padre se desmaya y los familiares solo pueden arrastrarlo escaleras abajo. ¡Ayuden a mi padre!, grita uno de los hijos. Los Sánchez Luna, sudorosos bajo el traje epidemiológico, miran con incredulidad e impotencia la escena. Una vez en la camilla, dos cachetazos en la cara del enfermo no lo hacen reaccionar. Ha perdido el conocimiento y no respira.

Decenas de vecinos miran perplejos el drama que ha causado aquel virus en el que muchos no creen, según las brigadas de rescate. La esposa del paciente se sube a la ambulancia sin mascarilla y gritando desesperadamente. De la Rosa utiliza los desfibriladores para reanimar al paciente en los cinco minutos camino al hospital. A pesar de los intentos, el enfermo ya ha muerto, según los paramédicos. La familia espera afuera del hospital. La mujer intenta seguir la camilla donde llevan a su marido. “Se nos ha ido papá”, le dice a uno de los hijos, que la abraza sin parar de llorar.

Los Sánchez Luna están mudos. Vuelven en silencio a la estación, donde queman todo los artilugios usados. Cada traje epidemiológico les cuesta 300 pesos (unos 14 dólares) y solo pueden usarlo en un traslado. Aparte de ganarse la vida con la albañilería, la familia tiene un huerto de jitomates en Xochimilco, una zona al sur de Ciudad de México. Los tomates, que surten a toda la barriada, ayudan a pagar el material que necesitan para trasladar pacientes. La pandemia ha frenado la industria de la construcción y no hay trabajo. La vocación de ayudar les llegó con el sismo de 2017, que azotó duramente su alcaldía y vieron de primera mano cómo muchos vecinos se quedaron sin casa.

Fernando de la Rosa, de 25 años, cuenta con orgullo hasta dónde ha llegado. Las drogas y el alcohol lo llevaron a vivir en la calle cuando tenía 12 años. A los 15 y con un futuro negro, le ofrecieron un trabajo en un salón de eventos por 150 pesos (unos siete dólares). Hasta los 20 estuvo viviendo en la bodega de la sala, entre el material y el polvo. Cuando consiguió reunir un poco de dinero y dejar atrás las adicciones, rentó un pequeño piso en Xochimilco y su vida comenzó a rehacerse cuando conoció a una sobrina de los Sánchez Luna. Así comenzó a trabajar de albañil. Jacobo lo convenció para hacer el curso de paramédico. “Le tenía desprecio a la vida y ahora ando salvándolas”, relata.

La moral anda baja en la estación de bomberos de los Sánchez Luna. La jornada no da tregua. Nadie aquí entiende la vuelta a la “nueva normalidad” anunciada por el Gobierno. “En 15 días volveremos a tener brotes, la gente anda en la calle y el bicho no se ha ido”, se lamenta el comandante Oribe. Jacobo explica emocionado que en ocho días saldrán los tomates de su nueva plantación. Solo le preocupa que las ventas sigan como hasta ahora, así podrá seguir abasteciendo la ambulancia para enfrentar la covid-19.

fuente.-Diario Español/

"100 DIAS y las CIFRAS NO CUADRAN": "CUENTEO" de FALLECIDOS NO COINCIDE con la REALIDAD...ni mentir les sale bien y que les crean sale peor.

Las cifras de decesos en el Valle de México por la epidemia de Covid-19 no cuadran. Los gobiernos estatales de la región han documentado casi el doble de muertes que la Secretaría de Salud federal. El Presidente Andrés Manuel López Obrador admitió este 5 de junio en su conferencia matutina que existe un problema de ineficiencia en la contabilidad de los fallecidos por Covid-19.

Las diferencias son significativas en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) integrada por las 16 alcaldías de la Ciudad de México, 59 municipios del Estado de México y uno de Hidalgo, Tizayuca. 

Conforme el recuento que noche a noche ha dado la Secretaría de Salud y que registra en la página web oficial, en la ZMVM entre el 1 de abril y el 3 de junio se registraron 4 mil 322 muertes por Covid-19. Dos mil 637 corresponden a las 16 alcaldías de la Ciudad de México, mil 653 son de los 59 municipios del Estado de México y 32 de Tizayuca, municipio de Hidalgo.


Sin embargo, el pasado jueves 4, en su conferencia matutina el Presidente exhibió una gráfica de contagios y decesos en la ZMVM en el periodo señalado. La línea en color morado de fallecimientos en esa gráfica daba cuenta de cifras día por día que sumaban, en el periodo del 1 de abril al 3 de junio, con corte a las 23:13 horas, 8 mil 526 defunciones. Es decir 4 mil 204 muertes más que las reportadas por el Subsecretario Hugo López Gatell.


Conforme declaraciones hechas el mismo jueves 3, la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, estableció que la diferencia entre las cifras federales y las que registren los Estados –como lo contenido en la gráfica exhibida por el Presidente- obedecería a que en ésta última se suman los casos “sospechosos” de Covid a los casos “confirmados”. 

REFORMA cotejó los datos de “sospechosos” y los sumó a los “confirmados” conforme la estadística oficial disponible y la cifra sería de 4 mil 721. 

Cuando a principios de mayo, REFORMA y varios medios internacionales publicaron el subregistro de muertes en el Valle de México, AMLO afirmó que diarios como New York Times, Washington Post y El País son muy famosos, pero “mienten, calumnian… no tienen ética”. López Gatell se mostró sorprendido por la forma “casi sincrónica” en que apareció la noticia en varios periódicos. 

LA CIFRA DE MUERTES

El jueves, AMLO mostró una gráfica, cuya suma de fallecidos en el Valle de México no coincide con los de la Ssa.

Fuente.-

"CLONARON sul CELULAR": "ANDAN PIDIENDO DINERO en NOMBRE de la PROFE GORDILLO y AHORA SI NO es ELLA"...que no pide dinero,que ya tiene mucho.



A través de redes sociales, la exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, aseguró que su número personal de teléfono fue clonado.

"Agradezco las muestras de cariño y preocupación por mi estado de salud, mi recuperación es lenta pero favorable. Sin embargo me veo en la necesidad de informarles que han clonado mi línea telefónica; ya NO tengo acceso al número +52 56 1407 6822, no se dejen sorprender ¡Gracias!"

Fuentes cercanas a la maestra señalaron que la línea telefónica que utilzaba Gordillo Morales, fue utilizada para pedir dinero por esa vía a nombre de ella.

Afirmaron que alguna persona, haciéndose pasar por Gordillo, empezó a pedir sumas de dinero a conocidos, hasta que por el tipo de lenguaje utilizado se detectó el engaño y le fue notificado a la profesora.

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"DIJO CARO QUINTERO al JUEZ": "SOY INOCENTE,SOY POBRE y SOY de la TERCERA EDAD"...pobre sinvergüenza.

En un nuevo intento por evitar la extradición, Rafael Caro Quintero interpuso el recurso de apelación ante una corte federal mexicana, al objetar que no tiene dinero ni para pagar un defensor en caso de ser detenido, además de tener más de 60 años y no poder trabajar, y ni siquiera estar pensionado para al menos tener un ingreso.
“Como he hecho notorio, aduce encontrarse sustraído de la acción de la justicia, lo que le impide laborar o desempeñar alguna actividad por la que pueda adquirir recursos económicos”, detalla la petición, presentada el viernes de la semana ante el Primer Tribunal Colegiado en materia penal de Ciudad de México.
El argumento del narcotraficante contradice las acusaciones del gobierno de Estados Unidos,  que lo acusa de ser líder de una red que cada año envía toneladas de heroína, metanfetaminas y mariguana a Nueva York, además de tener una impresionante red que mueve por diversos medios varias toneladas de cocaína desde Sudamérica, hacen escala en México y van con destino a Estados Unidos.
“Tenemos pruebas que Rafael Caro Quintero sigue activo y estamos seguros que los muros para aprehender a Caro Quintero, se están cerrando”, dijo en su momento Ray Donovan, agente especial a cargo de la investigación contra el narcotraficante, luego del arresto de Ismael Quintero Arellanes, sobrino de Rafael Caro Quintero.
Sin embargo, el capo de Badiraguato ha repetido en varias ocasiones lo contrario, asegurando que se encuentra fuera del negocio, y que “sólo quiere que lo dejen en paz porque él ya cumplió su condena”.
La oficina de la DEA en Washington dijo por su parte que no importa lo que diga o lo que haga Caro Quintero, se le sigue buscando y no descansarán hasta verlo tras las rejas enfrentando la justicia del lado americano.
Esa cacería habría obligado al capo a enviar una carta a la corte mexicana para que se abstengan de extraditarlo, aún cuando no se encuentra detenido, además de solicitar que se remueva de su cargo a José Olvera López, uno de los jueces que están asignados a las comparecencias para agilizar la extradición del capo, una vez que sea detenido.
En la petición no precisa porqué Caro Quintero solicita su remoción, y sólo se aclara que la petición será analizada una vez que pasé la contingencia por la pandemia del Covid-19, y todo (¿¿??) regrese a la normalidad.
En abril de 2018, el gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa por 20 millones de dólares para quien proporcione información que conduzca a la captura de Caro Quintero. El llamado precisa que quien atrape al narcotraficante puede llevarlo vivo o muerto, lo que ha provocado una cacería sin tregua, en la sierra de Sinaloa, y que las principales agencias estadounidenses, incluyendo el DEA, FBI, CIA, US Marshals, ATF y ICE, estén a la caza.
Rafael Caro Quintero, de 67 años, fue liberado de una prisión mexicana el 9 de agosto de 2013, generando un fuerte descontento en el gobierno de Estados Unidos, que de inmediato lo acusó de seguir enviando droga a Estados Unidos a través de su red criminal, incluyendo heroína, metanfetaminas, mariguana, cocaína y fentanilo.
Incluso, en un expediente judicial radicado en la corte de Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos asegura que el narcotraficante sinaloense es uno de los socios comerciales del presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien también acusa de narcotraficante.
Entre las acusaciones que enfrenta Caro Quintero destaca además que desde 1980 mantiene el liderazgo de su organización, incluso que desde la prisión el Viejo seguía enviando droga a Estados Unidos, con lo cual habría generado cientos de millones de dólares, que le eran enviados desde Estados Unidos por diversas vías.
Estados Unidos también acusa a Caro Quintero por el homicidio de un número no determinado de personas que perdieron la vida a causa de sus actividades, y de portación ilegal de arma de fuego.
De ser arrestado y extraditado, Caro Quintero pasaría el resto de su vida en una prisión estadounidense, pues como fue el caso de Joaquín el Chapo Guzmán, el capo de La Noria, Badiraguato, no sólo enfrenta cargos en Nueva York, sino también en Arizona, California, Colorado y Texas.
fuente.-