El México de esta película es actual, el de estos días, con los mismas pulsaciones políticas, económicas y sociales. Sus personajes son consonantes, y sus perfiles son la mirada al espejo de todo mexicano.
¡Que Viva México!, se estrena este jueves en más de la mitad de las salas cinematográficas del País (más de 3 mil 500), es definida por su realizador, Luis Estrada, como la historia de lo que todo mexicano atraviesa, de un modo u otro, en un gobierno, el encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha cumplido muy poco de todo lo bueno que prometió.
"Pero cómo contar todo esto después de mis otras películas... (La Ley de Herodes, Un Mundo Maravilloso, El Infierno y La Dictadura Perfecta) con una mirada profunda a cómo somos los mexicanos, y con mucho humor negro y mala leche como nunca", expresa el cineasta.
Pancho Reyes (Poncho Herrera) trabaja en una maquiladora y es visto por su jefe como su próxima mano derecha. Su esposa Mari (Ana de la Reguera), una fashionista, lo presiona constantemente para que ascienda laboralmente y así, su status social se amplíe exponencialmente.
Una situación en La Prosperidad, el pueblo del que Pancho salió en su juventud, lo reclamará de regreso, y al volver con su familia, encabezada por Rosendo (Damián Alcázar), el patriarca de una numerosa familia, Pancho, su esposa y sus hijos serán testigos y víctimas de todo tipo de abusos, vejaciones, engaños y deslealtades.
"(Pancho) fue un personaje soñado. Es un arco perfecto de cómo inicia y cómo termina. Entonces, este recorrido y este viacrucis fue algo increíble", expresa Poncho Herrera.
El actor, quien ha logrado despuntar a nivel internacional con actuaciones en series como El Exorcista, Ozark y Sense8, se dice maravillado de colaborar una vez más con Luis Estrada y Damián Alcázar.
"Damián para mí es un maestro. Cuando por primera vez trabajé con Luis y Damián, llegué al set de La Dictadura Perfecta con muchas ganas de ser parte del 'Estradaverso'. Llegué intentando estar preparado, pero cuando me topo con Damián, Luis, Enrique Arreola, Joaquín Cosío... me doy cuenta que hay mucho camino por recorrer".
Una mirada ácida a la realidad de México
Si La Prosperidad es el lugar del epicentro emotivo y catártico de ¡Que Viva México!, los numerosos integrantes de los Reyes son una ominosa representación de cómo hoy son vistos por mucha gente los jerarcas de la política, la impartición de justicia y la Iglesia.
"Nadie se salva", destaca Estrada. "Así somos... todos nos reconocemos, mucho o poco, pero ahí estamos reflejados".
"Nunca he conocido a nadie que sepa lo que quiere y lo tenga tan claro. Era como flotar, porque sabes que estás en buenas manos, que el director ha pensado esta película por tantos años", opina Ana de la Reguera.
Justo la actriz describe la dinámica creativa que la cautivó en este filme con más de 50 figuras nacionales, que, en esencia son el desarrollo climático de tres horas con 10 minutos en los que hay lugar para el enfado, la repulsión, la reflexión, pero sobre todo, situaciones que arrancarán carcajadas.
"Lo que hace un set es divertirte y con Luis juegas todo el día. Con todos los actores es como llegar a un ring con el mejor coach de boxeo, estar ahí pasándola bien. Es lo que uno sueña, que llegues y no te tengas que preocupar por nada y si no te gusta, te dirá que está horrible, pero siempre con mucho respeto".
Damián Alcázar, quien como Joaquín Cosío interpreta tres papeles distintos, comparte que con este filme corrobora el gran entendimiento con Luis Estrada a nivel profesional en todas las cintas de esta saga.
"En el set él acepta absolutamente lo que le des. Te va guiando, a estas alturas ya solamente me mira y sé si le gustó o no le gustó. Si quiere otra o no quiere otra. Nos conocemos muchísimo y abrimos cancha para nuevas opciones que aquí. Poncho, desde la película anterior ha sido un hallazgo sensacional".
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