La Carretera Federal 57, en los límites de Nuevo León y San Luis Potosí, está convertida en una zona de terror para los automovilistas.
Así lo corroboraron regiomontanos el lunes, cuando delincuentes armados los plagiaron en esa carretera por varias horas, les robaron sus pertenencias y también sus vehículos.
Los hechos ocurrieron a la altura del Entronque a Los Medinas, municipio de Doctor Arroyo, al sur de Nuevo León, a unos 35 kilómetros de Matehuala, San Luis Potosí.
#cdmx,#reynosafollow,#slp,#mtyfollow,#zacatecas,#saltillo,#nuevolaredo LA "MALDITA CARRETERA 57 con MALDITA PROTECCION de ALGUNOS MALDITOS de la GUARDIA NACIONAL y POLICIA MINISTERIAL a MALDITOS ALIADOS del CARTEL del GOLFO...segun Informes Militares. https://t.co/EUZyd0VRO8 pic.twitter.com/uhhC7XcvFQ
— Valor Tamaulipeco (@VaxTamaulipas) April 25, 2023
En esa zona, cuatro delincuentes a bordo de dos camionetas se dedicaron a emboscar a los vehículos que transitaban por la vía federal, tomando como víctimas al menos a ocho personas en diferentes momentos del día.
#cdmx,#reynosafollow "CASI 13 MIL EFECTIVOS POCO EFECTIVOS": REPORTERO CURIOSO CUESTIONO al PRESIDENTE "PORQUE SI HAY TANTA TROPA hay una CARRETERA de la MUERTE de REYNOSA a NUEVO LAREDO donde PASAS pero NO REGRESAS"...y le respondió con cifras cuenteras. https://t.co/yU15O3IsGY pic.twitter.com/th0PTncHpT
— Valor Tamaulipeco (@VaxTamaulipas) October 19, 2022
El comando armado que cometió los atracos viajaba en una Cheyenne y una Toyota Avanza, las dos con vidrios polarizados y sin placas, dijeron sus víctimas, que todavía aterrorizadas, relataron el modus operandi de la banda y el horror que vivieron esa tarde luego de salir de Matehuala rumbo a Monterrey.
"Vas a velocidad, se te emparejan y te cierran repentinamente hasta que logran que detengas el vehículo", contó uno de los afectados, quien fue interceptado a las 17:50 horas.
"Descendieron dos hombres con armas largas de una de las camionetas", señaló. "Se subieron a la nuestra, nos pidieron agachar la cabeza.
"Nos iban apuntando y uno de ellos se fue manejando hasta llevarnos a una brecha, donde se metieron unos 5 kilómetros".
En ese traslado, dijo otra de las víctimas, los delincuentes les pidieron carteras, celulares y equipos electrónicos, no sin antes exigirles que borraran sus cuentas de iCloud de sus iPhones para que no fueran rastreados.
En medio del caos y las amenazas, también les pidieron los NIP de sus tarjetas bancarias.
"Nos decían: Ni se intenten levantar, no se muevan, si se mueven, se mueren", contó una de las víctimas.
Al ser trasladados al interior de la brecha, relataron, se dieron cuenta de que no sólo ellos habían sido plagiados, sino que en total eran unas ocho personas las afectadas: cuatro hombres y cuatro mujeres.
Todos permanecieron privados de la libertad por horas, "pecho a tierra" en el monte y encañonados por sujetos que recibían instrucciones por radio.
"Varias veces estuvieron cortando cartucho, como si nos fueran a disparar y nos decían: 'Aquí sólo hay de dos sopas: o se van o los matamos. Ahorita vemos si es su día de suerte'", recordó otra de las víctimas.
Durante esas horas, los afectados escucharon diálogos e instrucciones por radio, por ejemplo, hombres avisando de camionetas que iban saliendo de Matehuala para que fueran interceptadas y asaltadas más adelante.
Tan sólo el lunes, que fue asueto por el Día del Trabajo, los delincuentes se apoderaron esa tarde, en ese punto, de seis camionetas: dos Tacoma, una HS y una Lobo, propiedad de la empresa Kansas City Southern, además de dos más que no fueron identificadas.
De pronto, cerca de las 21:00 horas, se escuchó por radio: "Ya se completó la cuota".
Con eso, los delincuentes rápidamente dejaron el lugar, abandonando a sus víctimas en la brecha.
De ahí, a la altura del Rancho El Tecolote, los ocho plagiados caminaron en medio de matorrales para llegar a la carretera y luego a una gasolinera, donde pidieron auxilio. 
Varios llamaron a sus familiares, que ya habían reportado su desaparición tras horas de no responder llamadas a sus celulares.
Poco después llegaron elementos de la Guardia Nacional, entrevistaron a las víctimas y -ya con familiares presentes, amigos o las propias autoridades- cada quien tomó su rumbo.
La pesadilla del lunes había acabado.
Fuente.-
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