La facción del Cártel de Sinaloa que controlan los hijos del Chapo Guzmán sigue activa en el estado. Si bien incrementaron su nivel de violencia después de la captura de Ovidio, después de que sus abogados lograron frenar su extradición parecen mantenerse a la expectativa, sin dejar de cometer delitos como ataques a la Guardia Nacional, levantones y despojo de vehículos a civiles. A decir de medios locales, está claro que el clan Guzmán no ha sido afectado en su estructura financiera y sigue creciendo.
Desafiantes, los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera siguen cometiendo delitos que mantienen en permanente zozobra a los habitantes de Culiacán, Sinaloa: los despojan de sus vehículos o tiran “poncha llantas” incluso frente a la puerta de la Fiscalía General del Estado. Todo, frente a la mirada de más de 3 mil 500 soldados y agentes de la Guardia Nacional enviados a cuidar a la población.
La detención de Ovidio Guzmán López, el jueves 5 de enero, tiene molestos a los otros hijos de Guzmán Loera, quienes se mantienen expectantes de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo entregue en extradición al de Joe Biden.
Los hechos violentos cometidos a la sombra de los hermanos Guzmán bajaron de intensidad el mismo día que se dio a conocer que el Juzgado Quinto de Distrito en Materias de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México otorgó la suspensión definitiva que frena la extradición de Ovidio a Estados Unidos, país que lo requiere para enjuiciarlo por conspiración para distribuir cocaína, metanfetaminas y mariguana.
Y por el momento no podrá ser entregado a las autoridades del vecino país, ya que la medida cautelar estará vigente hasta que se resuelva si le conceden el amparo.
Por lo pronto existe la certeza de que el gobierno mexicano no ha solicitado ninguna orden de detención en contra de los otros integrantes del clan Guzmán, por lo que tanto Ovidio cómo sus hermanos Iván Archivaldo, Alfredo y Joaquín no han cometido ningún delito en México, según notificó la FGR, que tampoco confirmó si apelará la resolución del juez.
En tanto, los días previos a la suspensión de la solicitud de extradición se desataron ataques contra la población: la tarde-noche del lunes 23, las redes sociales alertaron a los habitantes de Culiacán sobre otro ataque, al subir imágenes de sus automóviles con los neumáticos ponchados.
Una camioneta que circulaba por el bulevar Enrique Sánchez Alonso arrojó artefactos “poncha llantas” que dañaron nueve vehículos. Ante las alertas de los ciudadanos, el teniente coronel de Infantería secretario de Seguridad Pública del estado, Cristóbal Castañeda Camarillo, se limitó a señalar en su cuenta de Twitter que ya se estaba atendiendo a la población afectada.
Ese mismo día dos hombres fueron privados de la libertad cuando se encontraban afuera de una gasolinera frente a la Unidad de Servicios Estatales, en Culiacán. Los mensajes advirtieron a la población que los hechos se registraron alrededor de las 18:00 horas, por la calle Alfonso G. Calderón.
Las víctimas circulaban en un vehículo Chevrolet Bolt cuando fueron interceptados por los ocupantes de una camioneta blanca. De la unidad bajaron hombres armados que sometieron con lujo de violencia a los dos hombres y se los llevaron.
Posteriormente llegaron elementos de la Policía Estatal Preventiva, quienes localizaron la unidad abandonada y solicitaron el apoyo de la Policía de Investigación del estado.
La zona fue resguardada por elementos policiacos, quienes cerraron calles para proteger el perímetro. El reporte se hizo aproximadamente a las 21:20 horas, publicaron medios locales.
Chapitos. Presión
Ataque a la Guardia Nacional
El martes 24 se reportó que gatilleros sorprendieron a elementos de la Guardia Nacional en la colonia Miguel Alemán, iniciando una balacera. De acuerdo con información extraoficial, el enfrentamiento se desató frente al estadio del equipo de beisbol Tomateros de Culiacán.
Los integrantes de la Guardia Nacional repelieron el ataque y persiguieron a sus atacantes, con quienes se volvieron a enfrentar afuera del Hospital General de Culiacán, donde dos hombres –presuntamente trabajadores del Sector Salud que viajaban en una camioneta– quedaron en el fuego cruzado, pero afortunadamente las balas sólo perforaron el vehículo.
En un segundo tiroteo, los agresores lograron escapar de los militares. La zona fue resguardada por la Guardia Nacional, con el apoyo de efectivos del Ejército y de Seguridad Pública.
De nuevo, través de su cuenta de Twitter el secretario de Seguridad Pública del estado, Cristóbal Castañeda Camarillo, se limitó a confirmar el atentado contra la milicia.
El hecho ocurrió minutos después de las 21:00 horas y el despliegue de los uniformados alertó a los vecinos, quienes se refugiaron en sus hogares hasta que el estruendo terminó.
Uno de los que se pronunciaron en contra de los atentados fue el líder local de Movimiento Ciudadano, Sergio Torres Felux, quien reconoció que rn los hechos ocurridos este lunes frente a la FGE sufrieron daños los vehículos de personas que trabajan de manera lícita:
“Es como un desafío a la autoridad, es prácticamente queriendo medir fuerzas, pero no sé con qué intención se haya hecho. A mí lo que me duele, más que lo hayan tirado frente a la fiscalía, es que le hagan daño a gente buena, a gente de bien. Hay gente que va a batallar mucho para comprar sus llantas en los carros, que no están baratas”.
Torres lamentó que se respire miedo e inseguridad en Sinaloa e hizo un llamado al actual gobierno a implantar una estrategia clara de seguridad para brindar certeza a la población. Para el líder de MC, los más de mil 500 militares que llegaron a Sinaloa no han brindado la tranquilidad a la ciudadanía; por el contrario, dijo, se “desató” la violencia.
Cárteles indemnes
Otro de los delitos que el clan Guzmán contra de la población es el despojo de vehículos, advertido por el gobernador, quien especuló que los integrantes del cártel pretenden recuperar los vehículos que perdieron en el operativo del jueves 5, cuando pretendían evitar de nuevo que Ovidio saliera del estado.
En Sinaloa circula la versión de que después del sábado 7, cuando fuerzas federales y estatales fracasaron en un operativo en la colonia Hidalgo, de Culiacán, para detener a Néstor Isidro García, El Nini, identificado como jefe de seguridad de los Chapitos, la Sedena prepara otro golpe.
El operativo contra El Nini comenzó desde las 21:00 horas. Decenas de elementos de la Policía Estatal, apoyados por el Ejército, rodearon la colonia Hidalgo mientras un helicóptero sobrevolaba la zona. En el fuego cruzado murió don Isidoro, de 83 años, pero El Nini logró escapar.
Báez. Señalado. Foto: @DIF San Ignacio
Ahora se dice que la Sedena pretende dar otro golpe, solo que esta vez podrían estar buscando al exalcalde de San Ignacio.
El medio de comunicación local denominado Espejo publicó, el 17 de octubre de 2022, que documentos hackeados por el colectivo Guacamaya Leaks –hackeados a la Sedena en la mayor filtración de información en la historia del Ejército– señalan que el 1 de noviembre de 2018 Ernesto Báez Martínez llegó a la alcaldía de San Ignacio por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuando ya era un presunto “cabecilla” del Cártel de Sinaloa.
Según esa información, Báez Martínez es uno de los presuntos “hombres fuertes” de la organización que ahora mantiene como líderes a Iván Archivaldo Guzmán Salazar y a Ismael Zambada García. El medio local detectó un documento de cuatro hojas con un mapa y rostros y nombres de personas que en 2017, antes de que Báez Martínez fuera alcalde, generaban violencia en Sinaloa.
Precisamente 2017 es considerado el tercero más violento de la historia de Sinaloa, con 2 mil 239 asesinatos y 945 desapariciones forzadas de personas, publicó Espejo. De acuerdo con el colectivo Guacamaya, la mayoría de las pastillas de fentanilo que se transportan por aire a través del sistema de aeropuertos mexicanos, proceden del estado de Sinaloa, dominado principalmente por las estructuras criminales de Iván, Alfredo, Ovidio y Joaquin Guzmán e Ismael Zambada García.
“Esto da un panorama de la realidad del trasiego de drogas sintéticas en Sinaloa, que es la causa también de la violencia que ejerce el crimen organizado traducida en asesinatos, desapariciones forzadas y otro tipo de delitos de alto impacto que se comportan al alza o la baja, según sean los planes e intereses de la alta delincuencia”, editorializa Espejo.
Los datos que empiezan a fluir desde la información de la Sedena muestran que las organizaciones del narcotráfico, a pesar de ser golpeadas en su estructura y logística, así como los constantes aseguramientos de laboratorios y cantidades importantes de fentanilo, continúan en crecimiento, no sólo de sus emporios sino también como amenaza para la seguridad nacional.
A pesar de que la presencia del Ejército en Sinaloa no ha lastimado económicamente al cártel, el clan de los hermanos Guzmán pretende que Ovidio no sea extraditado y que los militares se retiren del estado.
Leonel Aguirre, activista defensor de los derechos humanos, declaró que con la detención de Ovidio Guzmán los otros hijos del Chapo se sienten traicionados por el presidente Andrés Manuel López Obrador .
**Reportaje contenido en el numero 2413/Revista Proceso