“Quieren desaparecernos para enero”, dice un grupo de expolicías federales que en 2019 fueron incorporados a la Guardia Nacional. Hoy están relegados en las instalaciones del antiguo Centro de Mando en la Ciudad de México o en las de los estados donde están adscritos y sólo acuden a firmar su entrada y salida. Se quejan del presidente López Obrador, a quien, dicen, no le importa cesarlos para que sean los militares los únicos que patrullen las calles.
y el que paga manda no los que los mandan:
Desde hace tres meses, sólo militares patrullan las calles del país. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) retiró de los operativos a los casi 18 mil policías federales que permanecían en las filas de la Guardia Nacional (GN). Los conminó a irse voluntariamente a más tardar el próximo 31 de octubre. Los que se nieguen serán transferidos a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) sin justificación alguna. Ello implica que nunca volverán a ser policías.
Ahora los elementos deambulan en el interior de lo que era el Centro de Mando (Contel) en la Ciudad de México, donde fueron concentrados y sólo se aglutinan en el área de gradas cuando pasan lista. En los estados acuden diariamente a firmar su entrada y salida.
La reforma votada el martes 4 por el Congreso de la Unión, que aprobó el traslado de la GN a la Sedena, para los policías federales constituyó sólo un trámite más porque el golpe estaba dado desde el 9 de septiembre, con la publicación en el Diario Oficial de la Federación, el decreto por el que se “ordena” dar de baja a todo el personal de Policía Federal que quede en la GN.
En el sexto transitorio, tercer punto, señala: “Se ordena a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) disponer que el personal procedente de la extinta Policía Federal cese de prestar sus servicios en la Guardia Nacional, por lo que seguirá bajo su adscripción, conservando sus derechos laborales adquiridos”.
Y añade “que el personal que pertenezca a los organismos especializados de la Guardia Nacional continuará prestando sus servicios en dicha institución de seguridad pública de manera temporal…”.
Un decreto pernicioso
Policías Federales, quienes piden omitir su nombre por temor a represalias, comentan a Proceso que este es un acto discriminatorio y violatorio de sus derechos humanos:
“El decreto entró en vigor el 10 de septiembre, dice que continuaremos prestando los servicios en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana con sus beneficios, pero no específica cuáles beneficios son los que se conservan. Tampoco específica por qué los agentes de la extinta Policía Federal no podemos quedarnos en la Guardia Nacional. Esto es un acto discriminatorio de inicio y totalmente en contra de la Constitución, porque somos los únicos civiles que existen en la Guardia Nacional, al cesarnos sólo militares patrullarán las calles”, señala uno de los agentes.
Explican que a los policías federales son a los únicos que les pagan como Guardia Nacional, a todos los demás les pagan la Sedena y la Marina.
“Ahorita a los compañeros y compañeras nos están presionando, están haciendo hasta lo imposible para que agarremos los retiros voluntarios y nos vayamos con una compensación. A quienes tienen 35 años de servicio les están dando 800 mil pesos; y a quienes tienen entre cinco y siete años les dan unos 300 mil. Es un bono para que tomemos el retiro voluntario, aunque perdemos nuestro derecho a jubilarnos y pensionarnos. El tema es que quieren desaparecer lo poco civil que queda en México”, señala una agente.
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